"Yo tengo 10 mansiones y estoy acá, pedazo de animal, vago"
Un vídeo en el que la esposa de un gobernador y senadora se dirige a un afectado por inundaciones complica la vida política en Tucumán, una región pobre de Argentina
Carlos E. Cué
Buenos Aires, El País
José Alperovich es un genuino representante del poder político regional en Argentina y en casi toda Latinoamérica. Inmensamente rico, político de toda la vida, fue radical y se hizo peronista al ver que solo así llegaría al poder. Después, se volvió kirchnerista. Ahora lleva 12 años como gobernador pero antes tuvo otros puestos en la administración regional. No puede presentarse otra vez porque la ley se lo impide, pero tiene un delfín, Juan Manzur, que tiene todas las de ganar en la elecciones de este año. Alperovich, un judío que tuvo que cambiar una Constitución regional que solo permitía gobernar a católicos, domina con tranquilidad todo el poder de una de las provincias más pobres del país, la patria de Mercedes Sosa, Tomas Eloy Martínez o Palito Ortega.
Y sin embargo, las cosas se le están complicando a Alperovich por un video en el que su mujer, la senadora Beatriz Rojkes, presume de su fortuna ante un hombre que acaba de sufrir una de las frecuentes inundaciones de la provincia y reclama ayuda. "Usted tiene su casa", se queja el afectado en un grupo de personas. "Yo tengo 10 mansiones y estoy acá, pedazo de animal, vago", le increpa la senadora, acostumbrada a que todo el mundo obedezca en su presencia.
Rojkes pidió perdón, pero nadie ha olvidado las contundentes imágenes de hace sólo dos semanas y ayer, según narra el diario local La Gaceta de Tucumán, los Alperovich vivieron otro momento complicado cuando otras víctimas de las inundaciones les exigían que visitarán también las zonas más afectadas de la comarca. Esta vez, para evitar altercados y sobre todo la temida presencia de las cámaras, el gobernador decidió concluir la visita a los 20 minutos y no atendió a la prensa. Los todopoderosos Alperovich se ven por primera vez en problemas por culpa de los excesos de la senadora y sobre todo de la presencia de una cámara imprevista.
Las mujeres son claves en la política argentina. En realidad toda la familia. Es una cuestión de confianza, señalan políticos veteranos. En un mundo, en especial el del peronismo, en el que la traición política y el cambio de bando es la norma y hay muchos secretos sobre todo en cuestiones de dinero y financiación, los candidatos solo se fían realmente de su familia.
Y así es normal que las mujeres de los candidatos sean personajes que hacen política, van a los programas de televisión de cotilleo a defender las bondades de sus esposos, hacen obras sociales, se dejan ver o son senadoras como en el caso de Rojkes. Y los hermanos de los candidatos -sucede en el caso tanto de Mauricio Macri como de Daniel Scioli- son personajes clave de sus Gobiernos y sus campañas. Los Kirchner también siguieron esa política y además del hijo de la pareja, Máximo, también hay una hermana en el Gobierno. La familia y el dinero lo es todo en la política latinoamericana, pero esta vez le ha metido a Alperovich en un grave problema.
Carlos E. Cué
José Alperovich es un genuino representante del poder político regional en Argentina y en casi toda Latinoamérica. Inmensamente rico, político de toda la vida, fue radical y se hizo peronista al ver que solo así llegaría al poder. Después, se volvió kirchnerista. Ahora lleva 12 años como gobernador pero antes tuvo otros puestos en la administración regional. No puede presentarse otra vez porque la ley se lo impide, pero tiene un delfín, Juan Manzur, que tiene todas las de ganar en la elecciones de este año. Alperovich, un judío que tuvo que cambiar una Constitución regional que solo permitía gobernar a católicos, domina con tranquilidad todo el poder de una de las provincias más pobres del país, la patria de Mercedes Sosa, Tomas Eloy Martínez o Palito Ortega.
Y sin embargo, las cosas se le están complicando a Alperovich por un video en el que su mujer, la senadora Beatriz Rojkes, presume de su fortuna ante un hombre que acaba de sufrir una de las frecuentes inundaciones de la provincia y reclama ayuda. "Usted tiene su casa", se queja el afectado en un grupo de personas. "Yo tengo 10 mansiones y estoy acá, pedazo de animal, vago", le increpa la senadora, acostumbrada a que todo el mundo obedezca en su presencia.
Rojkes pidió perdón, pero nadie ha olvidado las contundentes imágenes de hace sólo dos semanas y ayer, según narra el diario local La Gaceta de Tucumán, los Alperovich vivieron otro momento complicado cuando otras víctimas de las inundaciones les exigían que visitarán también las zonas más afectadas de la comarca. Esta vez, para evitar altercados y sobre todo la temida presencia de las cámaras, el gobernador decidió concluir la visita a los 20 minutos y no atendió a la prensa. Los todopoderosos Alperovich se ven por primera vez en problemas por culpa de los excesos de la senadora y sobre todo de la presencia de una cámara imprevista.
Las mujeres son claves en la política argentina. En realidad toda la familia. Es una cuestión de confianza, señalan políticos veteranos. En un mundo, en especial el del peronismo, en el que la traición política y el cambio de bando es la norma y hay muchos secretos sobre todo en cuestiones de dinero y financiación, los candidatos solo se fían realmente de su familia.
Y así es normal que las mujeres de los candidatos sean personajes que hacen política, van a los programas de televisión de cotilleo a defender las bondades de sus esposos, hacen obras sociales, se dejan ver o son senadoras como en el caso de Rojkes. Y los hermanos de los candidatos -sucede en el caso tanto de Mauricio Macri como de Daniel Scioli- son personajes clave de sus Gobiernos y sus campañas. Los Kirchner también siguieron esa política y además del hijo de la pareja, Máximo, también hay una hermana en el Gobierno. La familia y el dinero lo es todo en la política latinoamericana, pero esta vez le ha metido a Alperovich en un grave problema.
