Una Real con diez frena al Athletic en su lucha por Europa
Bilbao, As
La Real aguó el derbi a los leones. Fue mejor que el Athletic que once y con diez, inferioridad que tuvo durante la última media hora por la expulsión de Mikel tras un penalti a Aduriz. Los bilbaínos no supieron gestionar su superioridad en un tratado de impotencia. Los de Valverde se complican la Europa League.
El partido arrancó con muchas imprecisiones, sobre todo en la zaga rojiblanca, que jugó con fuego teniendo encima a Vela. Sin embargo, el Athletic disfrutó de la primera gran ocasión en un contragolpe entre Aketxe y Balenziaga que cabeceó bien Aduriz. Rulli se lució. Vela también puso en apuros a Iraizoz, pero su disparo salió rozando el larguero.
La Real estaba cómoda con Zurutuza en la mediapunta y Xabi Prieto mostrando su clase. Al Athletic apenas le quedaba la invención de Beñat. Era un derbi cerrado, sin espacios. Sólo se podía romper en una acción aislada.
Acción clave. Y así fue. Colgó el Athletic un balón sobre Aduriz al área, el delantero ganó en un portentoso salto a Rulli la disputa fuera del área pequeña y el colegiado estimó derribo de Mikel sobre Aduriz que terminó en penalti y expulsión. Quizás con amarilla hubiese bastado. El goleador transformó con frialdad el castigo. Sexto partido seguido marcando en casa.
Los leones se durmieron en los laureles y Rubén Pardo pilló a Susaeta en el limbo con un pase hacia De la Bella, que con su pierna mala hizo un golazo. El equipo realista hizo bueno el dicho de Helenio Herrera de que se juega mejor con diez que con once y estuvieron mejor puestos que los rojiblancos, que no supieron por dónde hincar el diente al vecino.
Otro zurdazo intencionado de Vela y un tiro cruzado de Williams fueron lo más llamativo. El Athletic colgó balones sin sentido y el equipo de Moyes se defendió con orden y coraje. Así no pensarán ganar la Copa al gran Barcelona...
La Real aguó el derbi a los leones. Fue mejor que el Athletic que once y con diez, inferioridad que tuvo durante la última media hora por la expulsión de Mikel tras un penalti a Aduriz. Los bilbaínos no supieron gestionar su superioridad en un tratado de impotencia. Los de Valverde se complican la Europa League.
El partido arrancó con muchas imprecisiones, sobre todo en la zaga rojiblanca, que jugó con fuego teniendo encima a Vela. Sin embargo, el Athletic disfrutó de la primera gran ocasión en un contragolpe entre Aketxe y Balenziaga que cabeceó bien Aduriz. Rulli se lució. Vela también puso en apuros a Iraizoz, pero su disparo salió rozando el larguero.
La Real estaba cómoda con Zurutuza en la mediapunta y Xabi Prieto mostrando su clase. Al Athletic apenas le quedaba la invención de Beñat. Era un derbi cerrado, sin espacios. Sólo se podía romper en una acción aislada.
Acción clave. Y así fue. Colgó el Athletic un balón sobre Aduriz al área, el delantero ganó en un portentoso salto a Rulli la disputa fuera del área pequeña y el colegiado estimó derribo de Mikel sobre Aduriz que terminó en penalti y expulsión. Quizás con amarilla hubiese bastado. El goleador transformó con frialdad el castigo. Sexto partido seguido marcando en casa.
Los leones se durmieron en los laureles y Rubén Pardo pilló a Susaeta en el limbo con un pase hacia De la Bella, que con su pierna mala hizo un golazo. El equipo realista hizo bueno el dicho de Helenio Herrera de que se juega mejor con diez que con once y estuvieron mejor puestos que los rojiblancos, que no supieron por dónde hincar el diente al vecino.
Otro zurdazo intencionado de Vela y un tiro cruzado de Williams fueron lo más llamativo. El Athletic colgó balones sin sentido y el equipo de Moyes se defendió con orden y coraje. Así no pensarán ganar la Copa al gran Barcelona...