Una joven australiana se convierte en heroína tras proteger a una mujer musulmana de un ataque racista en el metro
Javier Taeño | Gaceta trotamundos
Desgraciadamente casos como este ocurren con relativa frecuencia en países occidentales y muestran la cara menos comprensiva de algunas sociedades, pero también dan pie a exactamente lo contrario, a escenas de respeto por todas las religiones y defensa encendida contra las injusticias. Uno de los últimos hechos vergonzosos ha tenido lugar en el metro de Sídney, cuando una anciana empezó a meterse con una mujer musulmana, que iba acompañada por su marido y su bebé en un carrito.
Fue en este momento cuando una joven australiana de 23 años, Stacey Eden, discutió acaloradamente con la señora y defendió a la pareja, grabando además con su móvil toda la secuencia. Hoy todo el país aclama su ejemplo, mientras que el vídeo del momento queda como recordatorio de que la islamofobia gana terreno en el mundo occidental, a medida que Estado Islámico avanza en sus posiciones en Siria o Irak.
La discusión empieza unos 10 minutos antes de lo que se muestra en el vídeo y la señora se dirige a la joven mujer musulmana y le pregunta que “por qué se ponía un hiyab para un hombre que se casa con niñas de seis años”.
La pareja, que lleva ya años viviendo en Australia, país al que llegaron buscando una vida mejor desde Pakistán, no contesta y evita la confrontación. Residen en Brisbane y habían decidido pasar ese día junto a su bebé recién nacido en Sídney, por lo que no quieren problemas. Así que es Stacey la que interviene en la conversación.
“Ella lo lleva por sí misma, ¿entiendes? Lo lleva porque quiere ser modesta con su cuerpo, no por la gente como usted que se sienta al lado y la faltan al respeto”, manifiesta en un tono bastante enfadado.
Pese a la intervención de la joven australiana, la anciana continúa sus críticas en el vagón.
“Sus hijos decapitan a la gente en Siria. Leed los periódicos, 148 personas cristianas asesinadas en
Kenia. Se están matando en Siria”.
Stacey vuelve a interrumpir. “No se siente aquí faltando al respeto a alguien que no tiene nada que ver con eso. Tenga respeto. Y si no tiene nada bueno que decir, mejor no diga nada”.
El vídeo, que la muchacha publicó en su cuenta de Facebook, se ha hecho viral en todo el mundo y la publicación lleva ya más de 47.000 me gusta. También se ha podido conocer un poquito más de la historia de la pareja.
Él, Hafeez Batthi de 33 años, y ella, Khalida de 26, están perfectamente integrados en Brisbane. Acuden regularmente a la mezquita y se sienten felices en esta ciudad australiana. Aunque el incidente en Sídney les ha hecho replanteárselo, tal y como cuenta Hafeez al Daily Mail australiano. Su mujer está muy afectada por el incidente y ambos piensan si realmente merece la pena quedarse.
“Este tipo de cosas han sucedido antes, pero hay que tratar de ignorarlo y a la gente ignorante detrás de ello también. En Australia hay un montón de gente buena y solo unos pocos malos”, confiesa.
Desafortunadamente ocurre con más frecuencia de lo que es deseable y muestran que todavía quedan muchos puentes que tender en la sociedad.
Desgraciadamente casos como este ocurren con relativa frecuencia en países occidentales y muestran la cara menos comprensiva de algunas sociedades, pero también dan pie a exactamente lo contrario, a escenas de respeto por todas las religiones y defensa encendida contra las injusticias. Uno de los últimos hechos vergonzosos ha tenido lugar en el metro de Sídney, cuando una anciana empezó a meterse con una mujer musulmana, que iba acompañada por su marido y su bebé en un carrito.
Fue en este momento cuando una joven australiana de 23 años, Stacey Eden, discutió acaloradamente con la señora y defendió a la pareja, grabando además con su móvil toda la secuencia. Hoy todo el país aclama su ejemplo, mientras que el vídeo del momento queda como recordatorio de que la islamofobia gana terreno en el mundo occidental, a medida que Estado Islámico avanza en sus posiciones en Siria o Irak.
La discusión empieza unos 10 minutos antes de lo que se muestra en el vídeo y la señora se dirige a la joven mujer musulmana y le pregunta que “por qué se ponía un hiyab para un hombre que se casa con niñas de seis años”.
La pareja, que lleva ya años viviendo en Australia, país al que llegaron buscando una vida mejor desde Pakistán, no contesta y evita la confrontación. Residen en Brisbane y habían decidido pasar ese día junto a su bebé recién nacido en Sídney, por lo que no quieren problemas. Así que es Stacey la que interviene en la conversación.
“Ella lo lleva por sí misma, ¿entiendes? Lo lleva porque quiere ser modesta con su cuerpo, no por la gente como usted que se sienta al lado y la faltan al respeto”, manifiesta en un tono bastante enfadado.
Pese a la intervención de la joven australiana, la anciana continúa sus críticas en el vagón.
“Sus hijos decapitan a la gente en Siria. Leed los periódicos, 148 personas cristianas asesinadas en
Kenia. Se están matando en Siria”.
Stacey vuelve a interrumpir. “No se siente aquí faltando al respeto a alguien que no tiene nada que ver con eso. Tenga respeto. Y si no tiene nada bueno que decir, mejor no diga nada”.
El vídeo, que la muchacha publicó en su cuenta de Facebook, se ha hecho viral en todo el mundo y la publicación lleva ya más de 47.000 me gusta. También se ha podido conocer un poquito más de la historia de la pareja.
Él, Hafeez Batthi de 33 años, y ella, Khalida de 26, están perfectamente integrados en Brisbane. Acuden regularmente a la mezquita y se sienten felices en esta ciudad australiana. Aunque el incidente en Sídney les ha hecho replanteárselo, tal y como cuenta Hafeez al Daily Mail australiano. Su mujer está muy afectada por el incidente y ambos piensan si realmente merece la pena quedarse.
“Este tipo de cosas han sucedido antes, pero hay que tratar de ignorarlo y a la gente ignorante detrás de ello también. En Australia hay un montón de gente buena y solo unos pocos malos”, confiesa.
Desafortunadamente ocurre con más frecuencia de lo que es deseable y muestran que todavía quedan muchos puentes que tender en la sociedad.