Sudáfrica: Cientos huyen por violencia contra inmigrantes
Johannesburgo, AP
Cientos de inmigrantes africanos se aprestaban a salir de Sudáfrica en autobuses el lunes tras mortales ataques contra tiendas propiedad de extranjeros.
Las agresiones contra los inmigrantes en Sudáfrica, que en este mes han causado la muerte de 7 personas, han molestado a muchos en el continente. Diplomáticos sudafricanos en por lo menos otros dos países africanos han reportado amenazas de represalias debido a la violencia en Sudáfrica.
El brote de violencia en Sudáfrica contra los inmigrantes ha manchado la reputación de un país que tiene una de las mayores economías del continente y ha sido destino de personas que buscan la oportunidad de escapar a la turbulencia en otros lugares de la región. Sudáfrica es conocida como la "nación del arcoíris" por su transición relativamente pacífica tras el fin del gobierno racista blanco en 1994.
Ahora el gobierno batalla por controlar las consecuencias negativas de los ataques contra los inmigrantes en algunas áreas de Durban y Johannesburgo, en que han matado a siete personas desde finales de marzo. Activistas en algunos países africanos han organizado protestas y pedido un boicot a los productos sudafricanos.
Kenmare Resources, empresa con sede en Dublín, dijo que ha retirado temporalmente a sus 62 trabajadores sudafricanos de una mina de titanio en Mozambique después "incidentes recíprocos" en ese país debido a la violencia en Sudáfrica. La mina tiene unos 1.400 trabajadores.
El gobierno sudafricano debe "tomar una actitud menos reactiva" al enfrentar las tensiones sobre los inmigrantes y el país debe ser "un poco más humilde" sobre sus aspiraciones como líder continental, dijo el profesor Chris Landsberg, experto en diplomacia y política exterior africana en la Universidad de Johannesburgo.
"Estamos en negación", dijo Landsberg.
Goodwill Zwelithini, rey de los zulúes y una figura influyente en Sudáfrica, condenó los ataques en un discurso el lunes en un estadio deportivo de Durban. Sus palabras siguieron a acusaciones de que había provocado algunos actos de violencia por supuestos comentarios en que dijo que los extranjeros debían regresar a sus países.
El presidente Jacob Zuma pospuso una ceremonia programada para la próxima semana en que se entrega la mayor condecoración del país a sudafricanos y extranjeros que hayan contribuido al país, informó la presidencia. La actividad se pospone para que Sudáfrica pueda rendir homenaje a las víctimas de la violencia contra los inmigrantes, entre ellos tres sudafricanos y cuatro extranjeros, informó el despacho del presidente.
En Malaui, al ministro de Información, Kondwani Nankhumwa, dijo que seis autobuses con 390 malauíes de Durban se dirigían a Malaui y se espera que cinco autobuses salieran de la ciudad el martes. Unos 3.200 malauíes buscaron refugio en campamentos temporales, dijo.
Entre los muertos en la violencia contra los extranjeros hay dos malauíes, según el gobierno de ese país.
Unos 400 ciudadanos de Zimbabue también regresaban a su país desde Sudáfrica, dijo Isaac Moyo, embajador de Zimbabue en Sudáfrica. Viajaron en seis autobuses y un camión, dijo Moyo, según el periódico Herald de Zimbabue.
Los ataques salen de una percepción de que los inmigrantes están ocupando empleos a costa de los sudafricanos en un país con un alto desempleo. Muchas personas han entrado ilegalmente al país, aunque el gobierno ha dicho que una gran cantidad de inmigrantes trabajan legalmente y contribuyen al desarrollo económico.
Cientos de inmigrantes africanos se aprestaban a salir de Sudáfrica en autobuses el lunes tras mortales ataques contra tiendas propiedad de extranjeros.
Las agresiones contra los inmigrantes en Sudáfrica, que en este mes han causado la muerte de 7 personas, han molestado a muchos en el continente. Diplomáticos sudafricanos en por lo menos otros dos países africanos han reportado amenazas de represalias debido a la violencia en Sudáfrica.
El brote de violencia en Sudáfrica contra los inmigrantes ha manchado la reputación de un país que tiene una de las mayores economías del continente y ha sido destino de personas que buscan la oportunidad de escapar a la turbulencia en otros lugares de la región. Sudáfrica es conocida como la "nación del arcoíris" por su transición relativamente pacífica tras el fin del gobierno racista blanco en 1994.
Ahora el gobierno batalla por controlar las consecuencias negativas de los ataques contra los inmigrantes en algunas áreas de Durban y Johannesburgo, en que han matado a siete personas desde finales de marzo. Activistas en algunos países africanos han organizado protestas y pedido un boicot a los productos sudafricanos.
Kenmare Resources, empresa con sede en Dublín, dijo que ha retirado temporalmente a sus 62 trabajadores sudafricanos de una mina de titanio en Mozambique después "incidentes recíprocos" en ese país debido a la violencia en Sudáfrica. La mina tiene unos 1.400 trabajadores.
El gobierno sudafricano debe "tomar una actitud menos reactiva" al enfrentar las tensiones sobre los inmigrantes y el país debe ser "un poco más humilde" sobre sus aspiraciones como líder continental, dijo el profesor Chris Landsberg, experto en diplomacia y política exterior africana en la Universidad de Johannesburgo.
"Estamos en negación", dijo Landsberg.
Goodwill Zwelithini, rey de los zulúes y una figura influyente en Sudáfrica, condenó los ataques en un discurso el lunes en un estadio deportivo de Durban. Sus palabras siguieron a acusaciones de que había provocado algunos actos de violencia por supuestos comentarios en que dijo que los extranjeros debían regresar a sus países.
El presidente Jacob Zuma pospuso una ceremonia programada para la próxima semana en que se entrega la mayor condecoración del país a sudafricanos y extranjeros que hayan contribuido al país, informó la presidencia. La actividad se pospone para que Sudáfrica pueda rendir homenaje a las víctimas de la violencia contra los inmigrantes, entre ellos tres sudafricanos y cuatro extranjeros, informó el despacho del presidente.
En Malaui, al ministro de Información, Kondwani Nankhumwa, dijo que seis autobuses con 390 malauíes de Durban se dirigían a Malaui y se espera que cinco autobuses salieran de la ciudad el martes. Unos 3.200 malauíes buscaron refugio en campamentos temporales, dijo.
Entre los muertos en la violencia contra los extranjeros hay dos malauíes, según el gobierno de ese país.
Unos 400 ciudadanos de Zimbabue también regresaban a su país desde Sudáfrica, dijo Isaac Moyo, embajador de Zimbabue en Sudáfrica. Viajaron en seis autobuses y un camión, dijo Moyo, según el periódico Herald de Zimbabue.
Los ataques salen de una percepción de que los inmigrantes están ocupando empleos a costa de los sudafricanos en un país con un alto desempleo. Muchas personas han entrado ilegalmente al país, aunque el gobierno ha dicho que una gran cantidad de inmigrantes trabajan legalmente y contribuyen al desarrollo económico.