Qatar tendrá sus estadios para 2018 por si sube la crisis rusa
Doha, As
El Gobierno de Qatar pisa el acelerador. No es ni tan siquiera oficial, es casi un secreto: la FIFA le ha sugerido que eche toda la carne en el asador para tener al menos ocho estadios terminados para 2018. Hay pánico a que haya una escalada en la crisis entre Rusia y Ucrania, que el conflicto se generalice y que haya que cambiar de sede del Mundial. “No pasará, pero si pasa estaremos preparados”, aseguran los árabes.
La mejor prueba del acelerón fue el despliegue de la pasada semana, cuando se presentaron en Doha dos estadios el mismo día: Al Wakrah y Al Ryyan, ambos con capacidad para 45.000 espectadores. Los dos estarán terminados en 2018, cuatro años antes del inicio del Mundial. En cada uno de ellos trabajarán cinco mil obreros. Cuando el Mundial (en principio el de 2022, que se disputará en invierno) haya terminado, los anillos que forman los dos estadios serán desmontados. En Qatar se quedarán dos anillos con capacidad para 25.000 personas y los otros dos anillos de 20.000 localidades cada uno serán donados a estadios de países con menos recursos.
El plan de Qatar ya aprobado por la FIFA es construir ocho estadios, en vez de los doce que han tenido que levantar otros países sedes. “El pequeño tamaño de nuestro país permitirá ver varios partidos en un día con desplazamientos cortos”, explicó a este periódico el secretario general del Comité organizador, Hasan al Thawadi.
Efectivamente, Qatar, una monarquía absoluta, es de una extensión similar a la de Murcia. Un país pequeño con la renta per capita más alta del mundo. Y capaz de levantar a tiempo los estadios que pide la FIFA, casi todos ellos concentrados en la capital, Doha, o a pocos kilómetros de ella. Los que ya están en marcha son Al Bayt: está a 35 kilómetros al norte de Doha y tendrá capacidad para 60.000 mil personas (32 mil después del Mundial). Al Wakrah: a 15 kilómetros al sur de Doha, con capacidad para 40 mil espectadores (la mitad después del Mundial). Khalifa: a 5 kilómetros del centro de Doha, dentro de la zona Aspire. Estará terminado el año que viene. Qatar Foundation: a 7 kilómetros de Doha, con capacidad para 40 mil (20 mil después del Mundial) y con fecha límite para finales de 2018. Al Rayyan: es un proyecto espectacular (ver la foto adjunta) que fue presentado el miércoles de la semana pasada en un castillo cerca de Doha. Fernando Hierro fue uno de los personajes que participaron en el vídeo de presentación. Este estadio tendrá capacidad para 45.000 espectadores y estará rodeado de una zona deportiva. El último de los cinco estadios cuyo proyecto ya está en marcha es Lusoil. Es el más grande y espectacular. Albergará 96.000 espectadores y se está levantando sobre un nuevo suelo, ganado al mar.
El Gobierno de Qatar pisa el acelerador. No es ni tan siquiera oficial, es casi un secreto: la FIFA le ha sugerido que eche toda la carne en el asador para tener al menos ocho estadios terminados para 2018. Hay pánico a que haya una escalada en la crisis entre Rusia y Ucrania, que el conflicto se generalice y que haya que cambiar de sede del Mundial. “No pasará, pero si pasa estaremos preparados”, aseguran los árabes.
La mejor prueba del acelerón fue el despliegue de la pasada semana, cuando se presentaron en Doha dos estadios el mismo día: Al Wakrah y Al Ryyan, ambos con capacidad para 45.000 espectadores. Los dos estarán terminados en 2018, cuatro años antes del inicio del Mundial. En cada uno de ellos trabajarán cinco mil obreros. Cuando el Mundial (en principio el de 2022, que se disputará en invierno) haya terminado, los anillos que forman los dos estadios serán desmontados. En Qatar se quedarán dos anillos con capacidad para 25.000 personas y los otros dos anillos de 20.000 localidades cada uno serán donados a estadios de países con menos recursos.
El plan de Qatar ya aprobado por la FIFA es construir ocho estadios, en vez de los doce que han tenido que levantar otros países sedes. “El pequeño tamaño de nuestro país permitirá ver varios partidos en un día con desplazamientos cortos”, explicó a este periódico el secretario general del Comité organizador, Hasan al Thawadi.
Efectivamente, Qatar, una monarquía absoluta, es de una extensión similar a la de Murcia. Un país pequeño con la renta per capita más alta del mundo. Y capaz de levantar a tiempo los estadios que pide la FIFA, casi todos ellos concentrados en la capital, Doha, o a pocos kilómetros de ella. Los que ya están en marcha son Al Bayt: está a 35 kilómetros al norte de Doha y tendrá capacidad para 60.000 mil personas (32 mil después del Mundial). Al Wakrah: a 15 kilómetros al sur de Doha, con capacidad para 40 mil espectadores (la mitad después del Mundial). Khalifa: a 5 kilómetros del centro de Doha, dentro de la zona Aspire. Estará terminado el año que viene. Qatar Foundation: a 7 kilómetros de Doha, con capacidad para 40 mil (20 mil después del Mundial) y con fecha límite para finales de 2018. Al Rayyan: es un proyecto espectacular (ver la foto adjunta) que fue presentado el miércoles de la semana pasada en un castillo cerca de Doha. Fernando Hierro fue uno de los personajes que participaron en el vídeo de presentación. Este estadio tendrá capacidad para 45.000 espectadores y estará rodeado de una zona deportiva. El último de los cinco estadios cuyo proyecto ya está en marcha es Lusoil. Es el más grande y espectacular. Albergará 96.000 espectadores y se está levantando sobre un nuevo suelo, ganado al mar.