Presidentas en apuros: Bachelet y Dilma caminan al borde del abismo
Santiago, AFP
Al mediodía de ayer, el Palacio de La Moneda se oyó más silencioso que de costumbre. La confirmación de un rumor hizo que varios realizaran una mueca de susto y tomaran su celular: el piloto del helicóptero que llevaba más de 16 horas extraviado en el Norte mientras ayudaba a las víctimas de los aluviones era Pedro Pablo Aldunate, esposo de María Isabel Bachelet, prima de Michelle, la presidenta de Chile. Era la peor noticia que le podían dar a la jefa de Estado después de la que recibió a primera hora: la encuesta Adimark la ubicó con la peor aprobación de su historia, apenas 31%.
Paralelamente, en Brasil se esparcía una cifra aún peor: la adhesión al gobierno de Dilma Rousseff, también presidenta por segunda vez, se desmoronaba: sólo el 12% de los brasileños considera que es "bueno o muy bueno", según un sondeo de Ibope elaborado para la Confederación Nacional de la Industria (CNI). Son 28 puntos porcentuales menos que en diciembre del año pasado.
La diferencia con Bachelet es que Dilma lleva recién tres meses de su segundo mandato, golpeado fuertemente por el "petrolão", un caso de corrupción que investiga la justicia brasileña en el cual hay más de 50 políticos involucrados, incluidos la base de apoyo y ex ministros de la gobernante. Los tribunales indagan el supuesto desvío de 3700 millones de dólares de la estatal Petrobras para pago de sobornos y de campañas políticas entre 2004 y 2012.
La gestión de Dilma, según la encuesta, es considerada "pésima" por el 64% de los consultados y "regular" por el 23%, mientras que el 74% desconfía de ella y sólo el 24% confía. "La pérdida de popularidad se dio con alta intensidad en todos los estratos encuestados", concluyó la empresa que efectuó el estudio.
El escándalo de corrupción incentivó a que miles de brasileños salieran a la calle en 65 ciudades del país el 15 de marzo pasado. En las masivas manifestaciones, muchos pidieron el juicio político para la presidenta.
Si bien Dilma dijo a la agencia Bloomberg que está "segura de que Petrobras resolverá todos sus problemas para fines de abril" (ver aparte), hay otro flanco que se suma al desplome de la imagen de Dilma: la pésima situación de la economía, que podría cerrar este año, según expertos, con una contracción muy cercana al 1% y una inflación de 8% y más. Hoy Brasil tiene, además, el peor déficit primario desde 1997 y un desempleo en alza de 5,9%.
El ajuste fiscal que inició el gobierno tras los números en rojo de 2014 ha sido insuficiente, y el ministro de Economía, Joaquim Levy, llamó ayer al Senado a aprobar las nuevas medidas que propuso el Ejecutivo, "ahora, rápido, para evitar un castigo del mercado" e impedir la tercera suba en el número de cesantes. Las medidas contemplan contener el gasto público y eliminar incentivos tributarios y subsidios a diversas áreas.
En Chile los indicadores de la economía tienden a ser más positivos luego de un año de estancamiento. El desempleo bajó a 6,1%, se proyecta que habrá recuperación económica hacia fin de año y sólo preocupa la proyección al alza de la inflación que hizo el Banco Central, sobre 4% para 2015. Sin embargo, los escándalos políticos tienen tanto a la derecha como al oficialismo bajo investigaciones judiciales que involucran a sus máximos líderes.
Uno de los casos más importantes es el "Nueragate" o caso Caval, en el que está involucrada Natalia Compagnon, esposa de Sebastián Dávalos, el hijo mayor de Bachelet, por posible tráfico de influencias y uso de información privilegiada en una venta de terrenos.
En el otro caso "Pentagate", con su arista SQM (Soquimich), se investigan la financiación ilegal y de emisión de boletas falsas para campañas electorales de autoridades de todos los sectores, entre 2007 y 2012.
"Los casos Caval, Penta y sus ramificaciones a Soquimich han producido fuerte impacto en la opinión pública, como muestra este estudio, afectando no sólo al gobierno, sino también a la oposición, a la clase política en general y muy particularmente a algo que hasta ahora parecía incombustible: la figura de la presidenta", advirtió Adimark, la encuestadora que hizo la evaluación entregada ayer.
La gobernante chilena alcanzó el mínimo de respaldo ciudadano, al caer ocho puntos desde febrero, incluso más bajo que el 35% de 2007, cuando echó a andar el Transantiago, un bochornoso y fracasado sistema de transporte público en la capital que causó gran malestar ciudadano.
Todos los atributos de Bachelet cayeron y también su apoyo en todos los estratos socioeconómicos. Además, ante la pregunta específica de cómo evolucionó su evaluación después del caso Caval, el 59% dijo que empeoró.
Mientras en los partidos de derecha abundan las renuncias y recriminaciones por los aportes que recibieron varios de sus más emblemáticos candidatos (varios de ellos están enfrentando en estos días a la justicia), desde ayer en el oficialismo la preocupación se instaló al alza.
En La Moneda, el vocero de gobierno, Álvaro Elizalde, admitió por primera vez que en la campaña de Bachelet trabajó una persona que está siendo investigada por boletas entregadas a SQM en período electoral. Se trata de Giorgio Martelli, a quien Elizalde reconoció como colaborador después de la sexta vez que se lo preguntaron. No obstante, insistió en que "ha sido acreditado que la campaña presidencial se realizó dentro del marco de la ley".
Las claves de la brusca caída en la popularidad
Dilma rousseff
Presidenta de Brasil
Dilma se vio afectada por el caso del petrolão, en el que están involucrados más de 50 dirigentes políticos. Los tribunales brasileños indagan el supuesto desvío de 4000 millones de dólares de la estatal Petrobras para pago de sobornos y de campañas políticas
Otra de las causas de la pérdida de popularidad de Dilma es la mala gestión económica, con una inflación de más del 8%, el desempleo en aumento (ya roza el 6%), el peor déficit desde 1997 y un crecimiento del PBI de sólo 0,1% el año pasado, según cifras oficiales
Michelle Bachelet
Presidenta de Chile
Su popularidad sufrió una caída por dos escándalos de corrupción: uno implicó a su hijo y su nuera, que usó información privilegiada para una venta de terrenos, y otro por la financiación ilegal y emisión de boletas electorales falsas para campañas electorales
Durante marzo, la gestión de Bachelet se vio golpeada por una serie de catástrofes naturales: una erupción volcánica, incendios forestales y, luego, lluvias torrenciales e inundaciones, que extenuaron su capacidad de respuesta frente a la crisis
Al mediodía de ayer, el Palacio de La Moneda se oyó más silencioso que de costumbre. La confirmación de un rumor hizo que varios realizaran una mueca de susto y tomaran su celular: el piloto del helicóptero que llevaba más de 16 horas extraviado en el Norte mientras ayudaba a las víctimas de los aluviones era Pedro Pablo Aldunate, esposo de María Isabel Bachelet, prima de Michelle, la presidenta de Chile. Era la peor noticia que le podían dar a la jefa de Estado después de la que recibió a primera hora: la encuesta Adimark la ubicó con la peor aprobación de su historia, apenas 31%.
Paralelamente, en Brasil se esparcía una cifra aún peor: la adhesión al gobierno de Dilma Rousseff, también presidenta por segunda vez, se desmoronaba: sólo el 12% de los brasileños considera que es "bueno o muy bueno", según un sondeo de Ibope elaborado para la Confederación Nacional de la Industria (CNI). Son 28 puntos porcentuales menos que en diciembre del año pasado.
La diferencia con Bachelet es que Dilma lleva recién tres meses de su segundo mandato, golpeado fuertemente por el "petrolão", un caso de corrupción que investiga la justicia brasileña en el cual hay más de 50 políticos involucrados, incluidos la base de apoyo y ex ministros de la gobernante. Los tribunales indagan el supuesto desvío de 3700 millones de dólares de la estatal Petrobras para pago de sobornos y de campañas políticas entre 2004 y 2012.
La gestión de Dilma, según la encuesta, es considerada "pésima" por el 64% de los consultados y "regular" por el 23%, mientras que el 74% desconfía de ella y sólo el 24% confía. "La pérdida de popularidad se dio con alta intensidad en todos los estratos encuestados", concluyó la empresa que efectuó el estudio.
El escándalo de corrupción incentivó a que miles de brasileños salieran a la calle en 65 ciudades del país el 15 de marzo pasado. En las masivas manifestaciones, muchos pidieron el juicio político para la presidenta.
Si bien Dilma dijo a la agencia Bloomberg que está "segura de que Petrobras resolverá todos sus problemas para fines de abril" (ver aparte), hay otro flanco que se suma al desplome de la imagen de Dilma: la pésima situación de la economía, que podría cerrar este año, según expertos, con una contracción muy cercana al 1% y una inflación de 8% y más. Hoy Brasil tiene, además, el peor déficit primario desde 1997 y un desempleo en alza de 5,9%.
El ajuste fiscal que inició el gobierno tras los números en rojo de 2014 ha sido insuficiente, y el ministro de Economía, Joaquim Levy, llamó ayer al Senado a aprobar las nuevas medidas que propuso el Ejecutivo, "ahora, rápido, para evitar un castigo del mercado" e impedir la tercera suba en el número de cesantes. Las medidas contemplan contener el gasto público y eliminar incentivos tributarios y subsidios a diversas áreas.
En Chile los indicadores de la economía tienden a ser más positivos luego de un año de estancamiento. El desempleo bajó a 6,1%, se proyecta que habrá recuperación económica hacia fin de año y sólo preocupa la proyección al alza de la inflación que hizo el Banco Central, sobre 4% para 2015. Sin embargo, los escándalos políticos tienen tanto a la derecha como al oficialismo bajo investigaciones judiciales que involucran a sus máximos líderes.
Uno de los casos más importantes es el "Nueragate" o caso Caval, en el que está involucrada Natalia Compagnon, esposa de Sebastián Dávalos, el hijo mayor de Bachelet, por posible tráfico de influencias y uso de información privilegiada en una venta de terrenos.
En el otro caso "Pentagate", con su arista SQM (Soquimich), se investigan la financiación ilegal y de emisión de boletas falsas para campañas electorales de autoridades de todos los sectores, entre 2007 y 2012.
"Los casos Caval, Penta y sus ramificaciones a Soquimich han producido fuerte impacto en la opinión pública, como muestra este estudio, afectando no sólo al gobierno, sino también a la oposición, a la clase política en general y muy particularmente a algo que hasta ahora parecía incombustible: la figura de la presidenta", advirtió Adimark, la encuestadora que hizo la evaluación entregada ayer.
La gobernante chilena alcanzó el mínimo de respaldo ciudadano, al caer ocho puntos desde febrero, incluso más bajo que el 35% de 2007, cuando echó a andar el Transantiago, un bochornoso y fracasado sistema de transporte público en la capital que causó gran malestar ciudadano.
Todos los atributos de Bachelet cayeron y también su apoyo en todos los estratos socioeconómicos. Además, ante la pregunta específica de cómo evolucionó su evaluación después del caso Caval, el 59% dijo que empeoró.
Mientras en los partidos de derecha abundan las renuncias y recriminaciones por los aportes que recibieron varios de sus más emblemáticos candidatos (varios de ellos están enfrentando en estos días a la justicia), desde ayer en el oficialismo la preocupación se instaló al alza.
En La Moneda, el vocero de gobierno, Álvaro Elizalde, admitió por primera vez que en la campaña de Bachelet trabajó una persona que está siendo investigada por boletas entregadas a SQM en período electoral. Se trata de Giorgio Martelli, a quien Elizalde reconoció como colaborador después de la sexta vez que se lo preguntaron. No obstante, insistió en que "ha sido acreditado que la campaña presidencial se realizó dentro del marco de la ley".
Las claves de la brusca caída en la popularidad
Dilma rousseff
Presidenta de Brasil
Dilma se vio afectada por el caso del petrolão, en el que están involucrados más de 50 dirigentes políticos. Los tribunales brasileños indagan el supuesto desvío de 4000 millones de dólares de la estatal Petrobras para pago de sobornos y de campañas políticas
Otra de las causas de la pérdida de popularidad de Dilma es la mala gestión económica, con una inflación de más del 8%, el desempleo en aumento (ya roza el 6%), el peor déficit desde 1997 y un crecimiento del PBI de sólo 0,1% el año pasado, según cifras oficiales
Michelle Bachelet
Presidenta de Chile
Su popularidad sufrió una caída por dos escándalos de corrupción: uno implicó a su hijo y su nuera, que usó información privilegiada para una venta de terrenos, y otro por la financiación ilegal y emisión de boletas electorales falsas para campañas electorales
Durante marzo, la gestión de Bachelet se vio golpeada por una serie de catástrofes naturales: una erupción volcánica, incendios forestales y, luego, lluvias torrenciales e inundaciones, que extenuaron su capacidad de respuesta frente a la crisis