Obama y Raúl Castro mantienen una histórica reunión
“Obviamente, esto es un encuentro histórico”, dice Obama. “Ahora estamos en condiciones de avanzar en el camino hacia el futuro”.
Marc Bassets
Panamá, El País
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro se han reunido esta tarde en Panamá, en el primer encuentro de este nivel desde hace más de medio siglo. El encuentro, que duró cerca de una hora, empezó a las 2:45 de la tarde, hora local, en una sala del centro de convenciones donde hoy concluye la VII Cumbre de las Américas.
“Obviamente, esto es un encuentro histórico”, dijo Obama. “Ahora estamos en condiciones de avanzar en el camino hacia el futuro”. El presidente de EE UU fijó como prioridad en el proceso de reconciliación la apertura de embajadas en La Habana y Washington. EE UU y Cuba interrumpieron las relaciones diplomáticas en 1961.
“Estamos dispuestos a hablar de todo, pero necesitamos ser pacientes, muy pacientes”, dijo Castro. “Es posible que hoy discrepemos en algo en lo que mañana podamos estar de acuerdo”.
Obama y Castro han dado en Panamá un impulso al proceso de reconciliación de Estados Unidos y Cuba. Las fotos, los apretones de manos, el anticipado encuentro cara a cara entre ambos enviaron un mensaje al mundo: no hay marcha atrás en la distensión entre dos países enfrentados durante más de medio siglo.Cuatro meses después de que ambos anunciasen el inicio del deshielo, la cumbre ha servido para visualizar el vuelco, el inicio del fin de un conflicto que era la última rémora de otra era y uno de los últimos obstáculos para la normalización de las relaciones entre ambos países.
Hasta la cita de Panamá, los encuentros conocidos entre los líderes de EE UU y Cuba habían sido esporádicos o fortuitos. El presidente Bill Clinton saludó brevemente a Fidel Castro en el año 2000, durante una reunión de la ONU. También fue breve el apretón de manos entre el propio Obama y Raúl Castro en 2013, durante los funerales de Nelson Mandela.Hay que remontarse a 1959, cuando el entonces vicepresidente Richard Nixon se reunió con un Fidel Castro triunfante en abril de 1959, o al encuentro entre Fulgencio Batista y el presidente Dwight Eisenhower, en Panamá, en 1956, para encontrar una reunión comparable a la de Panamá.
La reunión entre Obama y Castro, más extensa y sustancial que cualquier otra desde Nixon y Eisenhower, estuvo precedida de días de maniobras discretas y de una coreografía en varios actos, una sucesión de imágenes y vídeos de ambos saludándose o caminando juntos en medio de una multitud de líderes: el photo finish del final de la Guerra Fría en América Latina.
Por primera vez desde que el cónclave panamericano empezó a celebrarse en 1994, Cuba participaba en él. Por primera vez en años, los latinoamericanos no miraban al vecino del norte con suspicacias. Los agravios no han desaparecido, como quedó demostrado en los discursos en la sesión plenaria de la cumbre, pero el giro de EE UU y la insólita admisión, por parte de Obama, de que 50 años de aislamiento del régimen cubano habían sido un fracaso, merecieron aplausos en Panamá.
Desde el 17 de diciembre, el día que se anunció el restablecimiento de las relaciones entre ambos países, los avances han sido sostenidos. Las negociadoreas, la estadounidense Roberta Jacobson y la cubana Josefina Vidal, se han reunido tres veces, dos de ellas en La Habana. Altos funcionarios de los dos países han dialogado sobre derechos humanos.Cuba ha liberado a 53 presos políticos.
Estados Unidos ha suavizado las restricciones al comercio y a los viajes a Cuba, y ha abierto las puertas a la importación de bienes y servicios suministrados por empresas privadas cubanas. Empresas como Airbnb, una web de alquiler de habitaciones para turistas, o Netflix, el servico de vídeo por internet, han desembarcado en Cuba. El paso más urgente, después de la previsible retirada de Cuba de la lista de Estados que patrocinan el terrorismo, es la reapertura de las embajadas. Las relaciones diplomáticas se interrumpieron en 1961.
La Casa Blanca quiere ir más allá y presiona al Congreso de EE UU para que adopte una propuesta de ley que abriría definitivamente la isla al turismo estadounidense. Y Obama pide que el Congreso levante el embargo comercial, la medida que es la llave final de la reconciliación.En Panamá termina una era. “La guerra fría terminó hace tiempo”, dijo Obama. “Estados Unidos mira al futuro”.
Marc Bassets
Panamá, El País
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro se han reunido esta tarde en Panamá, en el primer encuentro de este nivel desde hace más de medio siglo. El encuentro, que duró cerca de una hora, empezó a las 2:45 de la tarde, hora local, en una sala del centro de convenciones donde hoy concluye la VII Cumbre de las Américas.
“Obviamente, esto es un encuentro histórico”, dijo Obama. “Ahora estamos en condiciones de avanzar en el camino hacia el futuro”. El presidente de EE UU fijó como prioridad en el proceso de reconciliación la apertura de embajadas en La Habana y Washington. EE UU y Cuba interrumpieron las relaciones diplomáticas en 1961.
“Estamos dispuestos a hablar de todo, pero necesitamos ser pacientes, muy pacientes”, dijo Castro. “Es posible que hoy discrepemos en algo en lo que mañana podamos estar de acuerdo”.
Obama y Castro han dado en Panamá un impulso al proceso de reconciliación de Estados Unidos y Cuba. Las fotos, los apretones de manos, el anticipado encuentro cara a cara entre ambos enviaron un mensaje al mundo: no hay marcha atrás en la distensión entre dos países enfrentados durante más de medio siglo.Cuatro meses después de que ambos anunciasen el inicio del deshielo, la cumbre ha servido para visualizar el vuelco, el inicio del fin de un conflicto que era la última rémora de otra era y uno de los últimos obstáculos para la normalización de las relaciones entre ambos países.
Hasta la cita de Panamá, los encuentros conocidos entre los líderes de EE UU y Cuba habían sido esporádicos o fortuitos. El presidente Bill Clinton saludó brevemente a Fidel Castro en el año 2000, durante una reunión de la ONU. También fue breve el apretón de manos entre el propio Obama y Raúl Castro en 2013, durante los funerales de Nelson Mandela.Hay que remontarse a 1959, cuando el entonces vicepresidente Richard Nixon se reunió con un Fidel Castro triunfante en abril de 1959, o al encuentro entre Fulgencio Batista y el presidente Dwight Eisenhower, en Panamá, en 1956, para encontrar una reunión comparable a la de Panamá.
La reunión entre Obama y Castro, más extensa y sustancial que cualquier otra desde Nixon y Eisenhower, estuvo precedida de días de maniobras discretas y de una coreografía en varios actos, una sucesión de imágenes y vídeos de ambos saludándose o caminando juntos en medio de una multitud de líderes: el photo finish del final de la Guerra Fría en América Latina.
Por primera vez desde que el cónclave panamericano empezó a celebrarse en 1994, Cuba participaba en él. Por primera vez en años, los latinoamericanos no miraban al vecino del norte con suspicacias. Los agravios no han desaparecido, como quedó demostrado en los discursos en la sesión plenaria de la cumbre, pero el giro de EE UU y la insólita admisión, por parte de Obama, de que 50 años de aislamiento del régimen cubano habían sido un fracaso, merecieron aplausos en Panamá.
Desde el 17 de diciembre, el día que se anunció el restablecimiento de las relaciones entre ambos países, los avances han sido sostenidos. Las negociadoreas, la estadounidense Roberta Jacobson y la cubana Josefina Vidal, se han reunido tres veces, dos de ellas en La Habana. Altos funcionarios de los dos países han dialogado sobre derechos humanos.Cuba ha liberado a 53 presos políticos.
Estados Unidos ha suavizado las restricciones al comercio y a los viajes a Cuba, y ha abierto las puertas a la importación de bienes y servicios suministrados por empresas privadas cubanas. Empresas como Airbnb, una web de alquiler de habitaciones para turistas, o Netflix, el servico de vídeo por internet, han desembarcado en Cuba. El paso más urgente, después de la previsible retirada de Cuba de la lista de Estados que patrocinan el terrorismo, es la reapertura de las embajadas. Las relaciones diplomáticas se interrumpieron en 1961.
La Casa Blanca quiere ir más allá y presiona al Congreso de EE UU para que adopte una propuesta de ley que abriría definitivamente la isla al turismo estadounidense. Y Obama pide que el Congreso levante el embargo comercial, la medida que es la llave final de la reconciliación.En Panamá termina una era. “La guerra fría terminó hace tiempo”, dijo Obama. “Estados Unidos mira al futuro”.