Naufragio fue el más mortífero en el Mediterráneo

Catania, AP
La Agencia de la ONU para los Refugiados dijo el martes que cree que más de 800 personas murieron al naufragar un barco atestado de migrantes, el mayor desastre de su tipo ocurrido en el Mediterráneo.


Nuevos detalles de la tragedia salían a la luz al entrevistar el alto comisionado de la ONU para refugiados y representantes de otras agencias de rescate al puñado de sobrevivientes que llegaron durante la noche a Catania.

Los sobrevivientes dijeron que había 850 pasajeros a bordo del buque pesquero, dijo el vocero de la ACNUR, Adrian Edwards, en Ginebra. Además de 28 sobrevivientes se recuperaron 24 cadáveres.

"A partir de la información disponible y los diversos relatos que hemos escuchado, la ACNUR cree ahora que el número de víctimas superó los 800, el peor incidente registrado en el Mediterráneo", dijo Edwards a la prensa en Ginebra.

Los fiscales en Catania dijeron que crearon una cuenta de correo electrónico especial para los parientes o conocidos de las víctimas que permitan identificarlas.

Tal vez nunca se conozca la cifra exacta. "No han surgido datos que ayuden a determinar de manera más precisa el número de muertos", dijeron los fiscales en un comunicado.

Entre las personas que llegaron durante la noche había dos presuntos traficantes, que fueron detenidos inmediatamente para ser investigados por participación en la inmigración ilegal, varios cargos de homicidio no premeditado y causar un naufragio. Los fiscales dijeron que los interrogarían formalmente en las próximas horas.

Los sobrevivientes dijeron a la ACNUR que el desastre ocurrió cuando uno de los traficantes hizo chocar el barco contra el buque de contenedores Rey Jacobo, de bandera portuguesa, que respondió a un pedido de auxilio, dijo la vocera Carlotta Sami.

"Los sobrevivientes dijeron que la persona que gobernaba su barco, el traficante, navegaba mal e hizo una mala maniobra que lo llevó a chocar contra el buque más grande", dijo Sami por teléfono desde Sicilia. El barco volcó y se hundió.

Varios cientos de personas estaban encerradas en el nivel inferior, otras tantas en un segundo nivel y cientos más estaban en la cubierta, según los fiscales.

Los sobrevivientes dijeron a los fiscales que el maltrato a manos de los traficantes comenzó antes de que abordaran la nave condenada la noche del 16 de abril.

Los tuvieron durante hasta períodos de 30 días en una granja cerca del punto de salida del barco y los llevaron en camiones en grupos de a 30 al embarcadero, según el comunicado.

Los fiscales dijeron que el naufragio se debió tanto a la mala maniobra del capitán, Mohammed Ali Malek, de 27 años, como a la reacción posterior de los migrantes, que se desplazaban por la nave desequilibrada por el choque.

La conmoción del desastre ha provocado una reacción de la Unión Europea, al pedir Italia que no se la deje librada a sus propios medios para sobrellevar el peso de los rescates, y que la UE se concentre en impedir la salida de buques con migrantes desde Libia.

El arresto de los cabecillas y la destrucción de sus buques es un aspecto crucial de la propuesta de 10 puntos de Europa para una cumbre de emergencia el jueves en Bruselas. Italia ha arrestado a un millar de contrabandistas, en su mayoría navegantes, no los jefes de las operaciones.

Los sobrevivientes fueron trasladados el martes a un centro para inmigrantes en Catania donde se mostraron "muy cansados, muy impresionados, en silencio", según dijo Flavio Di Giacomo, de la Organización Internacional para las Migraciones.

Ninguno de los tripulantes del barco portugués Rey Jacobo está bajo investigación por el desastre, recalcó el martes el fiscal de Catania, Giovanni Salvi. Los tripulantes hicieron su trabajo al acudir al rescate de una embarcación en problemas y sus acciones "de ningún modo contribuyeron al mortal episodio", indicó el fiscal.

Mientras tanto, la guardia costera informó de que había rescatado a unos 638 migrantes en seis operaciones de rescate sólo el lunes. El martes, 446 personas fueron rescatadas de una embarcación de inmigrantes que hacía aguas unas 80 millas (130 kilómetros) al sur de Calabria.

Antes de una cumbre de emergencia en la UE, los ministros de Exteriores e Interior aprobaron el lunes un plan de 10 puntos en una reunión en Luxemburgo, que pide que se refuerce y amplíe la misión de patrullaje de la UE, así como un "esfuerzo sistemático para capturar y destruir" las embarcaciones de los traficantes de personas.

Los traficantes emplean diversos tipos de embarcaciones para sus travesías, desde lanchas de goma tipo Zodiac hasta botes pesqueros de madera e incluso viejos mercantes. Siempre están sobrecargadas para maximizar los beneficios de los contrabandistas, que cobran entre 1.000 y 1.500 euros por el viaje desde Libia, donde tiene su origen la mayoría de estas operaciones.

En su documento del lunes, la UE pide más coordinación de las fuerzas de la ley para rastrear los fondos de los contrabandistas, que según los fiscales a menudo eluden las transferencias bancarias tradicionales y optan por las más informales redes árabes hawala, en las que los parientes de los inmigrantes pagan a intermediarios locales en Europa por cada etapa del viaje.

Italia lanzó una amplia y costosa operación de rescate en 2013, después de que unos 366 migrantes se ahogaran ante la isla de Lampedusa. La impopular operación Mare Nostrum terminó el año pasado, y la misión de patrullas fronterizas europea Frontex tomó el relevo. Pero limitada en competencias y recursos, no ha resultado efectiva para salvar vidas.

El plan de la UE también pide a los estados miembros que se aseguren de que se toman las huellas dactilares a todos los migrantes. Ahora, muchos migrantes atraviesan Italia sin solicitar asilo allí o sin que se les tomen las huellas, y prefieren pagar a contrabandistas para que les lleven al norte de Europa, donde piden asilo y tienen mejores oportunidades de trabajo.

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