México: Padres de desaparecidos piden ayuda a narco
México, AP
Algunos de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos en el sur de México solicitaron el martes ayuda al presunto líder de un cártel de las drogas para conocer qué pasó con sus hijos, en un acto que dicen responde a la desesperación de no tener certeza sobre el paradero, pese a la hipótesis oficial de que fueron asesinados por sicarios del narcotráfico.
"Le pedimos de favor ayudarnos a dar con el paradero de nuestros hijos", señalaron en un mensaje dirigido a Santiago Mazari Hernández, uno de los supuestos líderes del cártel de Los Rojos, y escrito en dos pancartas que fueron colocadas en las inmediaciones de Iguala, donde desaparecieron los estudiantes el 26 de septiembre del año pasado.
Mazari es el supuesto autor de mantas colocadas en febrero en otra localidad en las que se deslindaba de la desaparición, culpaba al gobierno y se decía dispuesto a hablar con los padres para contarles lo que él sabía.
Los alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecieron luego de ser detenidos por policías municipales de Iguala, en el estado de Guerrero. La autoridad federal concluyó que los 43 fueron entregados a sicarios del grupo de Guerreros Unidos, una organización rival de Los Rojos, que los habrían asesinado y quemado en un basurero para luego lanzar sus restos calcinados a un río para borrar evidencias. "La idea es que si este señor adonde quiera que esté... que nos ayude si sabe algo", dijo Emiliano Navarrete, uno de los padres, a periodistas en el lugar donde se colocó la pancarta.
Algunos medios habían reproducido hace unos meses presuntas declaraciones de sicarios que señalaban que Mazari habría pagado para que se infiltraran miembros de Los Rojos entre los alumnos de Ayotzinapa, aunque la autoridad ha dicho que no tiene elementos que confirmen eso.
La petición de ayuda, sin embargo, no parece ser una acción coordinada de todos los padres.
Melitón Ortega, padre de unos de los estudiantes y quien en los últimos actos públicos ha aparecido como vocero, dijo a The Associated Press que la acción del martes en Iguala fue principalmente repartir volantes entre la gente para pedir les proporcione cualquier información sobre sus hijos y que la pancarta era más una acción de algunos padres que surge de su desesperación.
Añadió que la intención era hacer "una invitación a la gente, que si conoce algo respecto a los estudiantes, ir a aportar información. Eso es lo que se hizo el día de hoy, más que pedirle apoyo a los grupos delincuenciales".
Interrogado sobre lo que habría motivado a algunos padres a colocar la pancarta en que solicitan apoyo, Ortega respondió: "Eso viene por la desesperación misma de los compañeros".
La desaparición de los 43 estudiantes se ha convertido en un emblema de los abusos de autoridad en México y ha generado críticas dentro y fuera del país por la tardanza de las autoridades federales para indagar el caso.
Sin embargo, el gobierno federal ha defendido su actuación y las investigaciones que han resultado en la detención de 104 personas hasta ahora, incluidos 64 policías municipales y 40 presuntos miembros de Guerreros Unidos. Entre los arrestados también está el alcalde Iguala, considerado autor intelectual.
Algunos de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos en el sur de México solicitaron el martes ayuda al presunto líder de un cártel de las drogas para conocer qué pasó con sus hijos, en un acto que dicen responde a la desesperación de no tener certeza sobre el paradero, pese a la hipótesis oficial de que fueron asesinados por sicarios del narcotráfico.
"Le pedimos de favor ayudarnos a dar con el paradero de nuestros hijos", señalaron en un mensaje dirigido a Santiago Mazari Hernández, uno de los supuestos líderes del cártel de Los Rojos, y escrito en dos pancartas que fueron colocadas en las inmediaciones de Iguala, donde desaparecieron los estudiantes el 26 de septiembre del año pasado.
Mazari es el supuesto autor de mantas colocadas en febrero en otra localidad en las que se deslindaba de la desaparición, culpaba al gobierno y se decía dispuesto a hablar con los padres para contarles lo que él sabía.
Los alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecieron luego de ser detenidos por policías municipales de Iguala, en el estado de Guerrero. La autoridad federal concluyó que los 43 fueron entregados a sicarios del grupo de Guerreros Unidos, una organización rival de Los Rojos, que los habrían asesinado y quemado en un basurero para luego lanzar sus restos calcinados a un río para borrar evidencias. "La idea es que si este señor adonde quiera que esté... que nos ayude si sabe algo", dijo Emiliano Navarrete, uno de los padres, a periodistas en el lugar donde se colocó la pancarta.
Algunos medios habían reproducido hace unos meses presuntas declaraciones de sicarios que señalaban que Mazari habría pagado para que se infiltraran miembros de Los Rojos entre los alumnos de Ayotzinapa, aunque la autoridad ha dicho que no tiene elementos que confirmen eso.
La petición de ayuda, sin embargo, no parece ser una acción coordinada de todos los padres.
Melitón Ortega, padre de unos de los estudiantes y quien en los últimos actos públicos ha aparecido como vocero, dijo a The Associated Press que la acción del martes en Iguala fue principalmente repartir volantes entre la gente para pedir les proporcione cualquier información sobre sus hijos y que la pancarta era más una acción de algunos padres que surge de su desesperación.
Añadió que la intención era hacer "una invitación a la gente, que si conoce algo respecto a los estudiantes, ir a aportar información. Eso es lo que se hizo el día de hoy, más que pedirle apoyo a los grupos delincuenciales".
Interrogado sobre lo que habría motivado a algunos padres a colocar la pancarta en que solicitan apoyo, Ortega respondió: "Eso viene por la desesperación misma de los compañeros".
La desaparición de los 43 estudiantes se ha convertido en un emblema de los abusos de autoridad en México y ha generado críticas dentro y fuera del país por la tardanza de las autoridades federales para indagar el caso.
Sin embargo, el gobierno federal ha defendido su actuación y las investigaciones que han resultado en la detención de 104 personas hasta ahora, incluidos 64 policías municipales y 40 presuntos miembros de Guerreros Unidos. Entre los arrestados también está el alcalde Iguala, considerado autor intelectual.