Más yemeníes son desplazados al empeorar el conflicto
Saná, AP
Más y más yemeníes están viéndose obligados a abandonar sus casas debido a los enfrentamientos en las calles y los ataques aéreos, denunció el martes la ONU, al tiempo que el conflicto obligó a detener la producción de gas natural licuado en la empobrecida nación de la península arábiga.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios señaló que los cálculos muestran que más de 121.000 personas han sido desplazadas dentro de Yemen desde que la coalición encabezada por Arabia Saudí inició el 26 de marzo una campaña de ataques aéreos contra rebeldes chiíes. Casi la mitad de esa cifra de desplazados se encuentra en el noroeste del país.
"Socios humanitarios están proporcionando asistencia, incluida agua y servicios de salud y sanitarios, pero la respuesta está restringida por la elevada inseguridad continua debido a ataques aéreos y enfrentamientos en tierra", dijo el vocero Jens Laerke.
Las cifras fueron reveladas en momentos en que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución que establece un embargo de armas sobre los líderes de los rebeldes chiíes, conocidos como hutíes, y sobre sus aliados cruciales, ordenándoles poner fin a la violencia y regresar a las negociaciones impulsadas por el organismo internacional.
Una fuerza conjunta de rebeldes chiíes y elementos de seguridad leales al ex presidente yemení Alí Abdalá Salé se ha apoderado de grandes partes del país, incluida la capital, Saná, y está avanzando sobre la ciudad portuaria de Adén, donde tropas leales al gobierno reconocido internacionalmente pasan apuros para contenerla en enfrentamientos en las calles.
Más temprano el martes, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán pidió un plan de paz que incluya ayuda humanitaria, diálogo y la formación de un gobierno yemení de base amplia, sin precondiciones sobre quién gobernaría Yemen antes de que inicien las negociaciones entre las diferentes facciones de la nación. En declaraciones en Madrid, el ministro Javad Zarif no hizo mención a las aseveraciones de Arabia Saudí de que Teherán ha estado proporcionándole apoyo militar a los hutíes, algo que rechazan tanto Irán como los rebeldes.
En Yemen continúan los enfrentamientos en tierra, donde fuerzas tribales leales al gobierno reconocido internacionalmente avanzan sobre una base militar controlada por partidarios de Salé afuera de la ciudad de Marib, en el centro del país. La caída de la base despejaría el camino rumbo a la capital, en poder de los rebeldes.
En una sesión informativa de prensa en Riad, capital de Arabia Saudí, el general brigadier Ahmed Asiri, vocero de la coalición, confirmó que la base ha sido blanco de ataques. Además recibió con agrado la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, y dijo que para "lograr la paz en Yemen" se requiere presión diplomática y militar.
Por otro lado, la compañía de gas natural de Yemen, cuyo principal accionista es la empresa francesa Total SA, dijo que la violencia la obligó a cerrar su planta en la provincia petrolera de Shabwa, en el centro del país, donde los rebeldes tomaron la semana pasada la capital, Ataq, después de resistir ataques aéreos de la coalición e intensos enfrentamientos con tribus rivales.
Yemen está sufriendo interrupciones en el suministro de electricidad, y Saná no tiene ese servicio desde el domingo, por lo que el cierre de la planta probablemente agravará la situación.
En otros sucesos el martes, un avión cargado con 76 toneladas métricas de suministros médicos llegó a Saná, informó el UNICEF en un comunicado.
La oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados indicó también que los refugiados siguen llegando a Yibutí y Somalia desde Yemen. Un total de 1.260 personas han arribado en bote a ambos países durante las últimas dos semanas.
Más y más yemeníes están viéndose obligados a abandonar sus casas debido a los enfrentamientos en las calles y los ataques aéreos, denunció el martes la ONU, al tiempo que el conflicto obligó a detener la producción de gas natural licuado en la empobrecida nación de la península arábiga.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios señaló que los cálculos muestran que más de 121.000 personas han sido desplazadas dentro de Yemen desde que la coalición encabezada por Arabia Saudí inició el 26 de marzo una campaña de ataques aéreos contra rebeldes chiíes. Casi la mitad de esa cifra de desplazados se encuentra en el noroeste del país.
"Socios humanitarios están proporcionando asistencia, incluida agua y servicios de salud y sanitarios, pero la respuesta está restringida por la elevada inseguridad continua debido a ataques aéreos y enfrentamientos en tierra", dijo el vocero Jens Laerke.
Las cifras fueron reveladas en momentos en que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución que establece un embargo de armas sobre los líderes de los rebeldes chiíes, conocidos como hutíes, y sobre sus aliados cruciales, ordenándoles poner fin a la violencia y regresar a las negociaciones impulsadas por el organismo internacional.
Una fuerza conjunta de rebeldes chiíes y elementos de seguridad leales al ex presidente yemení Alí Abdalá Salé se ha apoderado de grandes partes del país, incluida la capital, Saná, y está avanzando sobre la ciudad portuaria de Adén, donde tropas leales al gobierno reconocido internacionalmente pasan apuros para contenerla en enfrentamientos en las calles.
Más temprano el martes, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán pidió un plan de paz que incluya ayuda humanitaria, diálogo y la formación de un gobierno yemení de base amplia, sin precondiciones sobre quién gobernaría Yemen antes de que inicien las negociaciones entre las diferentes facciones de la nación. En declaraciones en Madrid, el ministro Javad Zarif no hizo mención a las aseveraciones de Arabia Saudí de que Teherán ha estado proporcionándole apoyo militar a los hutíes, algo que rechazan tanto Irán como los rebeldes.
En Yemen continúan los enfrentamientos en tierra, donde fuerzas tribales leales al gobierno reconocido internacionalmente avanzan sobre una base militar controlada por partidarios de Salé afuera de la ciudad de Marib, en el centro del país. La caída de la base despejaría el camino rumbo a la capital, en poder de los rebeldes.
En una sesión informativa de prensa en Riad, capital de Arabia Saudí, el general brigadier Ahmed Asiri, vocero de la coalición, confirmó que la base ha sido blanco de ataques. Además recibió con agrado la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, y dijo que para "lograr la paz en Yemen" se requiere presión diplomática y militar.
Por otro lado, la compañía de gas natural de Yemen, cuyo principal accionista es la empresa francesa Total SA, dijo que la violencia la obligó a cerrar su planta en la provincia petrolera de Shabwa, en el centro del país, donde los rebeldes tomaron la semana pasada la capital, Ataq, después de resistir ataques aéreos de la coalición e intensos enfrentamientos con tribus rivales.
Yemen está sufriendo interrupciones en el suministro de electricidad, y Saná no tiene ese servicio desde el domingo, por lo que el cierre de la planta probablemente agravará la situación.
En otros sucesos el martes, un avión cargado con 76 toneladas métricas de suministros médicos llegó a Saná, informó el UNICEF en un comunicado.
La oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados indicó también que los refugiados siguen llegando a Yibutí y Somalia desde Yemen. Un total de 1.260 personas han arribado en bote a ambos países durante las últimas dos semanas.