Líderes de la UE restablecerán operaciones de rescate luego de tragedia de inmigrantes
Bruselas, Reuters
Los líderes de la Unión Europea que el año pasado decidieron suspender el rescate de inmigrantes que intentan cruzar el mar Mediterráneo revertirán su decisión el jueves, en una cumbre convocada con premura después de que cerca de 2.000 personas murieron en altamar.
La indignación pública por las muertes alcanzó su mayor nivel esta semana después de que hasta 900 inmigrantes murieron el domingo cuando su embarcación se hundió mientras navegaba hacia Europa desde Libia.
La tragedia elevó el total de fallecidos al intentar la travesía a 1.800 en lo que va del año, lo que se compara con los menos de 100 que habían muerto antes de fines de abril del año pasado, cuando una cantidad similar de personas trataron de cruzar el Mediterráneo.
Italia terminó la misión que salvó la vida de más de 100.000 inmigrantes el año pasado, debido a que otros países de la Unión Europea se rehusaron a pagar los gastos. Fue reemplazada por un programa más pequeño del bloque cuya atención se centra en vigilar las fronteras.
La temporada en que la mayor cantidad de personas intenta realizar el viaje, durante el final de la primavera y el verano boreal, apenas ha comenzado y miles de organizaciones internacionales estiman que decenas de miles de inmigrantes africanos y asiáticos podrían arriesgarse a embarcarse cada mes.
El año pasado, la cifra de muertos llegó a los 3.200.
En Bruselas, los líderes probablemente acordarán duplicar el financiamiento y equipamiento disponible de las dos misiones de vigilancia fronteriza de la Unión Europea en el Mediterráneo, dijo un diplomático de alto rango del bloque.
El área de operaciones probablemente también se ampliará más cerca de las costas del norte África, no sólo aguas cercanas a la Unión Europea. Una vez que patrullen en el área, la ley marítima obliga a las embarcaciones a rescatar a personas en problemas.
"El jueves, nuestra máxima prioridad será evitar que más gente muera en el mar", dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en su carta de invitación a los líderes.
Los líderes de la Unión Europea que el año pasado decidieron suspender el rescate de inmigrantes que intentan cruzar el mar Mediterráneo revertirán su decisión el jueves, en una cumbre convocada con premura después de que cerca de 2.000 personas murieron en altamar.
La indignación pública por las muertes alcanzó su mayor nivel esta semana después de que hasta 900 inmigrantes murieron el domingo cuando su embarcación se hundió mientras navegaba hacia Europa desde Libia.
La tragedia elevó el total de fallecidos al intentar la travesía a 1.800 en lo que va del año, lo que se compara con los menos de 100 que habían muerto antes de fines de abril del año pasado, cuando una cantidad similar de personas trataron de cruzar el Mediterráneo.
Italia terminó la misión que salvó la vida de más de 100.000 inmigrantes el año pasado, debido a que otros países de la Unión Europea se rehusaron a pagar los gastos. Fue reemplazada por un programa más pequeño del bloque cuya atención se centra en vigilar las fronteras.
La temporada en que la mayor cantidad de personas intenta realizar el viaje, durante el final de la primavera y el verano boreal, apenas ha comenzado y miles de organizaciones internacionales estiman que decenas de miles de inmigrantes africanos y asiáticos podrían arriesgarse a embarcarse cada mes.
El año pasado, la cifra de muertos llegó a los 3.200.
En Bruselas, los líderes probablemente acordarán duplicar el financiamiento y equipamiento disponible de las dos misiones de vigilancia fronteriza de la Unión Europea en el Mediterráneo, dijo un diplomático de alto rango del bloque.
El área de operaciones probablemente también se ampliará más cerca de las costas del norte África, no sólo aguas cercanas a la Unión Europea. Una vez que patrullen en el área, la ley marítima obliga a las embarcaciones a rescatar a personas en problemas.
"El jueves, nuestra máxima prioridad será evitar que más gente muera en el mar", dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en su carta de invitación a los líderes.