La Juventus remonta, pero jugará la final de Copa sin Morata
Turín, As
La Juventus remontó el 1-2 encajado en su estadio en el partido de ida y con un 0-3 en Florencia conquistó la final de la Copa Italiana ante una Fiorentina casi irreconocible, que se quedó otra vez a un paso del trofeo. Morata estuvo una vez más entre los mejores de los suyos, aunque la tarjeta roja que vio en los últimos minutos del choque le obligará a asistir a la final desde las gradas. Una mala noticia para Allegri, que ante los viola se quedó sin Tévez por un problema muscular y apostó en la delantera por Matri al lado del exmadridista, dejando a Llorente en el banquillo. Montella, por su parte, salió de inicio con los españoles Marcos Alonso, Borja Valero y Joaquín, con Salah y Gómez arriba.
Los bianconeri saltaron al césped conscientes que para confiar en la remontada tenían que demostrar enseguida su fuerza, casi asustando a sus contrincantes. Y así lo hicieron: en los primeros minutos del choque con gran intensidad ocuparon el área viola hasta que, en el 21', Matri abrió la lata aprovechando de un rebote. La Fiore intentó reaccionar agarrándose a la calidad de su mediocampo y a un Joaquín que sigue regalando actuaciones de gran nivel. Sin embargo, después de marcar un gol en fuera de juego con un testarazo de Mati Fernandez (anulado por Massa), los locales encajaron el segundo: tras una gran jugada de Morata el disparo del español se topó con Neto, pero Pereyra aprovechó el rechace empujando entre palos el balón del 0-2 y cerrando así la primera parte.
El golpe fue muy duro para la Fiorentina, que vio desaparecer en 40 minutos la hazaña lograda en Turin en el partido de ida. Los viola empezaron la reanudación buscando el tanto que habría puesto las tablas, pero en su mejor momento la Juve volvió a hacer daño y sentenció el partido. Un testarazo de Bonucci en el 59' valió el 0-3 tras un córner y entregó, de hecho, la clasificación a la Vecchia Signora. Tras el tanto la tensión en el césped aumentó y el árbitro fue obligado a mostrar varias tarjetas, algunas muy pesadas: Marchisio, apercibido, vio amarilla y se perderá la gran final. Un castigo que le tocará también a Morata, que fue expulsado en el 87' por una falta a Diamanti y amargó la fiesta de los bianconeri, que ante el ganador del Nápoles-Lazio de mañana intentaran conquistar la décima Copa italiana en su historia.
La Juventus remontó el 1-2 encajado en su estadio en el partido de ida y con un 0-3 en Florencia conquistó la final de la Copa Italiana ante una Fiorentina casi irreconocible, que se quedó otra vez a un paso del trofeo. Morata estuvo una vez más entre los mejores de los suyos, aunque la tarjeta roja que vio en los últimos minutos del choque le obligará a asistir a la final desde las gradas. Una mala noticia para Allegri, que ante los viola se quedó sin Tévez por un problema muscular y apostó en la delantera por Matri al lado del exmadridista, dejando a Llorente en el banquillo. Montella, por su parte, salió de inicio con los españoles Marcos Alonso, Borja Valero y Joaquín, con Salah y Gómez arriba.
Los bianconeri saltaron al césped conscientes que para confiar en la remontada tenían que demostrar enseguida su fuerza, casi asustando a sus contrincantes. Y así lo hicieron: en los primeros minutos del choque con gran intensidad ocuparon el área viola hasta que, en el 21', Matri abrió la lata aprovechando de un rebote. La Fiore intentó reaccionar agarrándose a la calidad de su mediocampo y a un Joaquín que sigue regalando actuaciones de gran nivel. Sin embargo, después de marcar un gol en fuera de juego con un testarazo de Mati Fernandez (anulado por Massa), los locales encajaron el segundo: tras una gran jugada de Morata el disparo del español se topó con Neto, pero Pereyra aprovechó el rechace empujando entre palos el balón del 0-2 y cerrando así la primera parte.
El golpe fue muy duro para la Fiorentina, que vio desaparecer en 40 minutos la hazaña lograda en Turin en el partido de ida. Los viola empezaron la reanudación buscando el tanto que habría puesto las tablas, pero en su mejor momento la Juve volvió a hacer daño y sentenció el partido. Un testarazo de Bonucci en el 59' valió el 0-3 tras un córner y entregó, de hecho, la clasificación a la Vecchia Signora. Tras el tanto la tensión en el césped aumentó y el árbitro fue obligado a mostrar varias tarjetas, algunas muy pesadas: Marchisio, apercibido, vio amarilla y se perderá la gran final. Un castigo que le tocará también a Morata, que fue expulsado en el 87' por una falta a Diamanti y amargó la fiesta de los bianconeri, que ante el ganador del Nápoles-Lazio de mañana intentaran conquistar la décima Copa italiana en su historia.