La guerrilla de las FARC mata a 10 militares en medio de la tregua

Santos levanta la orden de suspender los bombardeos a campamentos de la guerrilla

Elizabeth Reyes L.
Bogotá, El País
Diez militares colombianos fueron asesinados y otros 20 han resultado heridos, algunos de gravedad, en un ataque de la guerrilla de las FARC a militares en el departamento de Cauca, al suroeste del país, según la versión del Ejército. El ataque, cuyo balance se había elevado anteriormente a 11 muertos, supone una violación de la tregua unilateral e indefinida que la guerrilla declaró el pasado 20 de diciembre. Así lo ha dicho el presidente Juan Manuel Santos, quien decidió levantar la orden de suspender los bombardeos a campamentos de las FARC que se venía cumpliendo desde el 10 de marzo.


El atentado se produjo en la madrugada del miércoles en zona rural de Buenos Aires y fue llevado a cabo por guerrilleros de la columna móvil conocida como Miller Perdomo, en una región donde históricamente ha estado la guerrilla y es estratégica porque une el sur del país con la costa del Pacífico. Los militares adelantaban operaciones de control cuando fueron atacados con explosivos y armas de fuego, según el reporte oficial.

Para la guerrilla, en cambio, fue una acción defensiva. Así lo dijo desde Cuba, el jefe guerrillero Pastor Alape, integrante del equipo negociador, quien pidió nuevamente, un cese bilateral al fuego que pare asesinatos de soldados y también de sus militantes. Alape eludió responder si fue un ataque de sus hombres, pero lo calificó como el resultado de la "incoherencia" del Gobierno "de ordenar operativos contra una guerrilla que está en tregua". También señaló que llevan casi cuatro meses huyéndole a los combates y que a pesar de eso, su tregua continúa.

Dos organizaciones civiles que monitorean el conflicto tienen diferentes versiones. El Centro de Recursos para Análisis del Conflicto, CERAC, asegura que los militares entraron al cañón del río Naya no para atacar a la guerrilla sino para hacer una labor de control. "No era una operación defensiva de las FARC. También utilizaron explosivos artesanales y minas antipersona", dice su director, Jorge Restrepo. Por su parte, la Fundación Paz y Reconciliación sostiene que los militares habrían entrado en un campo minado y luego se dio un combate, lo que sería una acción defensiva de las FARC. "Lo ocurrido en el Cauca demuestra lo difícil que es verificar lo que ocurrió y la complejidad de un cese unilateral", dice Ariel Ávila, uno de sus analistas.

Para esclarecer lo que ocurrió, el presidente Juan Manuel Santos viajó a Cali, la ciudad más cercana y su conclusión es que las FARC sí violaron la tregua, que fue un "ataque deliberado y no fortuito", por lo que ordenó perseguir a los autores del crimen de los militares. "Que les quede claro a las FARC que no me voy a dejar presionar por hechos infames como este para tomar una decisión de cese al fuego bilateral", dijo, ante la insistencia de la guerrilla.

Este ataque también representa un duro golpe a la confianza de los colombianos en el proceso de paz, que inició en noviembre de 2012. "Con esto las FARC minan parte del apoyo que habían logrado. La reducción sustancial de la violencia por el cese al fuego unilateral se sentía en todo el país y se puede perder ahora muy fácilmente", dijo el director de CERAC. Se suma, según Ávila, que el ataque le da argumentos a la oposición. "Esto es lamentable y rechazable, pero no se pueden echar al traste seis meses del desescalamiento del conflicto, sin embargo, va a haber mucha presión política y social", agrega.

Este ataque se produce cuando tanto el Gobierno y las FARC decidieron bajar la intensidad del conflicto, uno de los mayores reclamos de los colombianos. De hecho, al anuncio de la tregua unilateral que hizo la guerrilla en diciembre, se suma un acuerdo mutuo para empezar a limpiar de minas antipersona los territorios más afectados. También, el anuncio de Santos, de suspender los bombardeos a los campamentos guerrilleros, que por ahora se cancela.

Los opositores al proceso de paz aprovecharon para pedir, precisamente, el levantamiento de la suspensión de los bombardeos. El Centro Democrático (oposición) condenó el asesinato de los soldados y tildó a Santos como "rehén" de las negociaciones. Por su parte, la exsenadora liberal, Piedad Córdoba, cercana al proceso, llamó a la calma y advirtió que "la salida a esta crisis no es intensificar la guerra, es avanzar con resolución hacia la paz".

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