La garra de Blooming apareció en el Tahuichi
Santa Cruz, El Deber
Blooming consiguió una victoria clave anoche en el Tahuichi. Le ganó por 2-1 a The Strongest y sumó 22 puntos afianzándose en la quinta posición de la tabla. La victoria celeste fue trabajada, se corrió mucho y no se mezquinó nada sobre todo cuando el equipo se vio disminuido tras la expulsión del zaguero central Federico Pereyra.
Los celestes frenan además a un Tigre que venía arrollando, que se descuidó en la primera etapa y que su rival le asestó dos golpes letales, primero con un cabezazo de Pereyra (16’) tras tiro de esquina de Minadevino y luego con un penal marcado por Pablo Salinas (32’) luego de que Danel Vaca le cometiera un claro penal.
En esa etapa, Blooming comenzó bien, con Bargas inquietando por el frente y con permanentes arremetidas por derecha de Miguel Hurtado y Joselito Vaca que tuvieron a mal traer a Miguel Quiroga. El susto que dio Rodrigo Ramallo, al inicio, quedó en anécdota. Eso sí, a los 36’ el panorama cambió tras la expulsión a Pereyra.
El defensor salió mal, Escobar se la robó y él tuvo que derribarlo cuando el 10 se encaminaba hacia la portería de Hugo Suárez. A partir de ahí fue otro duelo, porque Erwin Sánchez tuvo que recomponer la última línea enviando a la cancha a Carlos Tordoya y sacando a Cristhian Arano. Se resignaba a un hombre de llegada.
El Tigre creció y el cabezazo de Chumacero y las arremetidas de Pablo Escobar y Ramallo así lo ratificaron. Pero la pelota no entró, hasta el descanso la academia logró mantener el cero. En el complemento Platiní dio un aviso de entrada sacando a Salinas y colocando otro hombre de marca: Helmut Gutiérrez. La idea, mantener la ventaja.
El nuevo planteamiento obligó a quedar arriba a Joselito Vaca junto con Hugo Bargas, eso sí, respaldado por izquierda con Martín Minadevino. El partido creció en emociones porque Blooming no se rindió y a través del mismo Minadevino originó un tiro libre que el travesaño devolvió. El Tigre respondió con gol anulado a Escobar.
Néstor Craviotto, el técnico atigrado, optó por jugársela introduciendo en cancha a los delanteros Luis Hernán Melgar y Bernardo Cuesta, quienes se unieron al mismo Escobar y a Ramallo. Con ellos se logró tener mayor peso arriba pero el descuento no lo convirtió un delantero, sino un volante ya que Chumacero aprovechó un enredo en el área celeste para rematar y la pelota acabó engañando a Suárez (chocó en Tordoya) y acabó entrando (1-2). El gol, no hizo otra cosa que encender el duelo.
La preocupación era evidente y Platiní respondió enviando a Leonardo Vaca arriba intentando explotar su velocidad y la apuesta por poco dio resultado ya que el delantero fue el que desechó las opciones más claras del local. El duelo subió de tono cuando a los 38’ Daniel Vaca derribó a Leonardo Vaca y la roja no se dejó esperar. En el arco, de emergencia, tuvo que atajar Fernando Marteli.
Era matar o morir para el Tigre y una inmejorable oportunidad para la academia que pese a intentar a través de Minadevino, no consiguió el gol tranquilizador. Al final fue triunfo celeste en un partido frenético que acabó con dos rojas. La academia suma 22 puntos y se entusiasma, no tanto con sus posibilidades, sino con su juego. Anoche hubo actitud y vértigo, clave para frenar a uno de los serios candidatos.
Blooming consiguió una victoria clave anoche en el Tahuichi. Le ganó por 2-1 a The Strongest y sumó 22 puntos afianzándose en la quinta posición de la tabla. La victoria celeste fue trabajada, se corrió mucho y no se mezquinó nada sobre todo cuando el equipo se vio disminuido tras la expulsión del zaguero central Federico Pereyra.
Los celestes frenan además a un Tigre que venía arrollando, que se descuidó en la primera etapa y que su rival le asestó dos golpes letales, primero con un cabezazo de Pereyra (16’) tras tiro de esquina de Minadevino y luego con un penal marcado por Pablo Salinas (32’) luego de que Danel Vaca le cometiera un claro penal.
En esa etapa, Blooming comenzó bien, con Bargas inquietando por el frente y con permanentes arremetidas por derecha de Miguel Hurtado y Joselito Vaca que tuvieron a mal traer a Miguel Quiroga. El susto que dio Rodrigo Ramallo, al inicio, quedó en anécdota. Eso sí, a los 36’ el panorama cambió tras la expulsión a Pereyra.
El defensor salió mal, Escobar se la robó y él tuvo que derribarlo cuando el 10 se encaminaba hacia la portería de Hugo Suárez. A partir de ahí fue otro duelo, porque Erwin Sánchez tuvo que recomponer la última línea enviando a la cancha a Carlos Tordoya y sacando a Cristhian Arano. Se resignaba a un hombre de llegada.
El Tigre creció y el cabezazo de Chumacero y las arremetidas de Pablo Escobar y Ramallo así lo ratificaron. Pero la pelota no entró, hasta el descanso la academia logró mantener el cero. En el complemento Platiní dio un aviso de entrada sacando a Salinas y colocando otro hombre de marca: Helmut Gutiérrez. La idea, mantener la ventaja.
El nuevo planteamiento obligó a quedar arriba a Joselito Vaca junto con Hugo Bargas, eso sí, respaldado por izquierda con Martín Minadevino. El partido creció en emociones porque Blooming no se rindió y a través del mismo Minadevino originó un tiro libre que el travesaño devolvió. El Tigre respondió con gol anulado a Escobar.
Néstor Craviotto, el técnico atigrado, optó por jugársela introduciendo en cancha a los delanteros Luis Hernán Melgar y Bernardo Cuesta, quienes se unieron al mismo Escobar y a Ramallo. Con ellos se logró tener mayor peso arriba pero el descuento no lo convirtió un delantero, sino un volante ya que Chumacero aprovechó un enredo en el área celeste para rematar y la pelota acabó engañando a Suárez (chocó en Tordoya) y acabó entrando (1-2). El gol, no hizo otra cosa que encender el duelo.
La preocupación era evidente y Platiní respondió enviando a Leonardo Vaca arriba intentando explotar su velocidad y la apuesta por poco dio resultado ya que el delantero fue el que desechó las opciones más claras del local. El duelo subió de tono cuando a los 38’ Daniel Vaca derribó a Leonardo Vaca y la roja no se dejó esperar. En el arco, de emergencia, tuvo que atajar Fernando Marteli.
Era matar o morir para el Tigre y una inmejorable oportunidad para la academia que pese a intentar a través de Minadevino, no consiguió el gol tranquilizador. Al final fue triunfo celeste en un partido frenético que acabó con dos rojas. La academia suma 22 puntos y se entusiasma, no tanto con sus posibilidades, sino con su juego. Anoche hubo actitud y vértigo, clave para frenar a uno de los serios candidatos.