Irán dice que el acuerdo nuclear es el principio de un nuevo mundo
El presidente iraní dice que se abre una nueva página en las relaciones internacionales
Sólo los ultraconservadores atacan de pleno el convenio
Ali Falahi
Teherán, El País
Cientos de personas han recibido este viernes en el aeropuerto de Mehrabad al jefe de la diplomacia iraní, Mohammad Javad Zarif, mientras coreaban: “Viva Zarif, Viva [el presidente] Rohaní”, entre carteles que, con ironía, daban el pésame a Israel, Arabia Saudí y Turquía por la consecución del acuerdo firmado en Lausana este jueves. Aun así, algunas de las primeras declaraciones oficiales en Teherán evidencian las diferencias entre las autoridades iraníes y las estadounidenses, lo que muestra que los tres meses que quedan hasta la firma del acuerdo final no van a ser un camino de rosas.
Hassan Rohaní, el presidente de Irán, prefirió no precipitarse y pospuso hasta la tarde del viernes sus primeras palabras públicas sobre el asunto. El presidente ha asegurado que su país respetará lo acordado si sus interlocutores cumplen su parte. "Si prometemos algo, actuamos en base a esa promesa. Eso depende, por supuesto, en que la otra parte también actúe en función de sus promesas", ha afirmado en un discurso televisado en directo. Rohaní, como el presidente de EE UU, Barack Obama, ha calificado el entendimiento alcanzado de "histórico". Rohaní ha destacado que las grandes potencias han aceptado que Irán enriquezca uranio en su propio territorio, algo que, ha dicho, antes consideraban una amenaza para la región. "Una nueva cooperación tanto en el sector nuclear como en otros sectores comenzará con el mundo" el día que entren en efecto las medidas, ha dicho.
El ministro Zarif, a su regreso al país el jueves, destacó los logros de Teherán: “Todas las sanciones serán eliminadas y no [sólo] suspendidas”, como estipula el principio de acuerdo. El titular de Exteriores mantuvo que “Irán va a mantener en activo todos los centros nucleares en el marco del acuerdo y no se habla del cierre de ninguno de ellos”. Ali Akbar Salehi, jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, que acompañaba a Zarif en Lausana, aseguró por su parte que el pacto alcanzado en Lausana “garantizará un futuro claro y prometedor” para su país.
Allaoddin Boruyerdí, jefe de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento, también dio bienvenida al acuerdo de Lausana y lo calificó de “una victoria para el pueblo iraní”. Sin embargo, su colega Nozar Shafiei, miembro de la misma comisión, se muestra más escéptico al respecto: “El comunicado contiene puntos positivos sobre la actividad nuclear de Irán, pero todavía hay detalles ambiguos en los mecanismos del levantamiento de las sanciones". Shafiei asegura también que "las declaraciones de Obama contienen puntos preocupantes". “El presidente de EEUU acusa a Irán de actividades terroristas, lo que puede ser una nueva excusa para poner otras sanciones", dijo.
El imán de la plegaria de viernes, Ayatolah Mohammad Emami Kashani, agradeció su trabajo al equipo negociador, mientras calificaba el pacto de “marco general” para el acuerdo final. ”El mecanismo del levantamiento de las sanciones es un punto muy importante que se debe aclarar en el acuerdo final”, dijo Kashani citado por la agencia FARS .
Las mayores críticas al pacto llegaron de las filas ultraconservadoras. Hossein Shariatmadari, director del diario Keyhan, afirmó:” Es un acuerdo en dos fases y lo llaman comunicado para cambiarle de nombre (...) este pacto es como cambiar un caballo ensillado por unas riendas rotas”.
Numerosos analistas conservadores han cuestionado el éxito del equipo negociador y han apuntado las diferencias entre en las declaraciones de las autoridades estadounidenses y las iraníes, en especial en referencia al comunicado de la Secretaría de Estado de EEUU y las declaraciones de John Kerry sobre el levantamiento “gradual” de las sanciones, lo que obligó a Zarif a publicar algunos pasajes del acuerdo de Lausana en su cuenta de Twitter como una respuesta a estas críticas: “EE UU dejará la aplicación de todas las sanciones económicas y financieras secundarias relacionadas con tecnologías nucleares. ¿Es esto gradual?”. En respuesta al comunicado de la Secretaría de Estado escribe: “Las soluciones son buenas para todos, tal y como están. No hay necesidad de transformarlas usando fichas técnicas tan temprano”.
De momento, los iraníes prefieren ser optimistas sobre el resultado final de las negociaciones en junio y confiar en los mensajes prometedores de su Ministro de Exteriores, pero el silencio de muchas de las autoridades y analistas al respecto significa que se necesitan unos días más para volver a los detalles del pacto y tener una visión más realista.
Sólo los ultraconservadores atacan de pleno el convenio
Ali Falahi
Teherán, El País
Cientos de personas han recibido este viernes en el aeropuerto de Mehrabad al jefe de la diplomacia iraní, Mohammad Javad Zarif, mientras coreaban: “Viva Zarif, Viva [el presidente] Rohaní”, entre carteles que, con ironía, daban el pésame a Israel, Arabia Saudí y Turquía por la consecución del acuerdo firmado en Lausana este jueves. Aun así, algunas de las primeras declaraciones oficiales en Teherán evidencian las diferencias entre las autoridades iraníes y las estadounidenses, lo que muestra que los tres meses que quedan hasta la firma del acuerdo final no van a ser un camino de rosas.
Hassan Rohaní, el presidente de Irán, prefirió no precipitarse y pospuso hasta la tarde del viernes sus primeras palabras públicas sobre el asunto. El presidente ha asegurado que su país respetará lo acordado si sus interlocutores cumplen su parte. "Si prometemos algo, actuamos en base a esa promesa. Eso depende, por supuesto, en que la otra parte también actúe en función de sus promesas", ha afirmado en un discurso televisado en directo. Rohaní, como el presidente de EE UU, Barack Obama, ha calificado el entendimiento alcanzado de "histórico". Rohaní ha destacado que las grandes potencias han aceptado que Irán enriquezca uranio en su propio territorio, algo que, ha dicho, antes consideraban una amenaza para la región. "Una nueva cooperación tanto en el sector nuclear como en otros sectores comenzará con el mundo" el día que entren en efecto las medidas, ha dicho.
El ministro Zarif, a su regreso al país el jueves, destacó los logros de Teherán: “Todas las sanciones serán eliminadas y no [sólo] suspendidas”, como estipula el principio de acuerdo. El titular de Exteriores mantuvo que “Irán va a mantener en activo todos los centros nucleares en el marco del acuerdo y no se habla del cierre de ninguno de ellos”. Ali Akbar Salehi, jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, que acompañaba a Zarif en Lausana, aseguró por su parte que el pacto alcanzado en Lausana “garantizará un futuro claro y prometedor” para su país.
Allaoddin Boruyerdí, jefe de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento, también dio bienvenida al acuerdo de Lausana y lo calificó de “una victoria para el pueblo iraní”. Sin embargo, su colega Nozar Shafiei, miembro de la misma comisión, se muestra más escéptico al respecto: “El comunicado contiene puntos positivos sobre la actividad nuclear de Irán, pero todavía hay detalles ambiguos en los mecanismos del levantamiento de las sanciones". Shafiei asegura también que "las declaraciones de Obama contienen puntos preocupantes". “El presidente de EEUU acusa a Irán de actividades terroristas, lo que puede ser una nueva excusa para poner otras sanciones", dijo.
El imán de la plegaria de viernes, Ayatolah Mohammad Emami Kashani, agradeció su trabajo al equipo negociador, mientras calificaba el pacto de “marco general” para el acuerdo final. ”El mecanismo del levantamiento de las sanciones es un punto muy importante que se debe aclarar en el acuerdo final”, dijo Kashani citado por la agencia FARS .
Las mayores críticas al pacto llegaron de las filas ultraconservadoras. Hossein Shariatmadari, director del diario Keyhan, afirmó:” Es un acuerdo en dos fases y lo llaman comunicado para cambiarle de nombre (...) este pacto es como cambiar un caballo ensillado por unas riendas rotas”.
Numerosos analistas conservadores han cuestionado el éxito del equipo negociador y han apuntado las diferencias entre en las declaraciones de las autoridades estadounidenses y las iraníes, en especial en referencia al comunicado de la Secretaría de Estado de EEUU y las declaraciones de John Kerry sobre el levantamiento “gradual” de las sanciones, lo que obligó a Zarif a publicar algunos pasajes del acuerdo de Lausana en su cuenta de Twitter como una respuesta a estas críticas: “EE UU dejará la aplicación de todas las sanciones económicas y financieras secundarias relacionadas con tecnologías nucleares. ¿Es esto gradual?”. En respuesta al comunicado de la Secretaría de Estado escribe: “Las soluciones son buenas para todos, tal y como están. No hay necesidad de transformarlas usando fichas técnicas tan temprano”.
De momento, los iraníes prefieren ser optimistas sobre el resultado final de las negociaciones en junio y confiar en los mensajes prometedores de su Ministro de Exteriores, pero el silencio de muchas de las autoridades y analistas al respecto significa que se necesitan unos días más para volver a los detalles del pacto y tener una visión más realista.