Griezmann despega al Atlético


A Coruña, As
Dos hachazos de Griezmann sirvieron al Atlético para liquidar a un Deportivo que seguirá una jornada más en posiciones de descenso. El Atleti aprovechó la derrota del Valencia para abrir brecha en su lucha por la tercera plaza.


Arrancó el partido de la mejor manera posible para hacer bueno el 4-5-1 que dispuso Simeone. El golazo acrobático de Griezmann, con una chilena que se preparó él solito ante la inoperancia y parsimonia de la defensa del Depor, puso en ventaja a los rojiblancos y a partir de ahí se preveía un partido plácido. Es Griezmann un delantero que conjuga goles de ratón de área con golazos de futbolista caro. Un minuto antes de su chilena, en el tres, había rematado un córner con otra tijera de ardilla de área que casi bate a Fabricio. Su segundo gol en el minuto 21 fue un latigazo con la zurda impresionante. El tanto llegó tras otro saque de banda estratosférico de Gámez, que se comió Sidnei, como hace una semana lo hizo Kameni, y el francés remató con toda la tranquilidad del mundo.

Se especulaba en A Coruña que Víctor Sánchez del Amo metería un trivote y el nuevo entrenador del Depor decidió disponer un 4-4-2. Este nuevo sistema casi no le dio profundidad y Oriol Riera y Toché apenas recibieron balones. Es lógico que Víctor intente imponer su estilo, pero a esta altura de temporada, con el descenso acechando, casi nunca funcionan los cambios de entrenadores. El Depor venía jugando el clásico 4-2-3-1 de Víctor Fernández y el cambió de sistema de Víctor tardarán en asimilarlo los jugadores.

Tenía el partido el Atlético controlado y llegó la expulsión de Simeone. Pareció exceso de celo de Fernández Borbalán, el árbitro que le expulsó en la Supercopa tras sus collejas al cuarto árbitro. Dio la sensación de que el árbitro andaluz le tenía tomada la matrícula, pero su expulsión llama la atención por producirse con el partido controlado y verle otra vez en un palco recuerdan aquellas collejas, que enfadaron mucho a la zona noble del Calderón, y su sanción de ocho partidos.

Tomó las riendas Germán Burgos y siguió el guión del Cholo, no en vano el Mono no se limita a preparar las jugadas de estrategia (ha añadido a su catálago de corners decisivos esos letales saques de banda) y también prepara la táctica con el primer entrenador y está con la cabeza fría en los momentos culmen de los partidos para poner calma y dar luz al Cholo, como debe ser el trabajo en equipo. Burgos sacó a Raúl Jiménez por Arda siguiendo la previsión del Cholo. Y rápidamente puso a Torres por Griezmann.

Cuando elige un 4-1-4-1, el Cholo hace para controlar totalmente el ritmo y para evitar correcalles. Como el Depor no tiene una buena salida de balón, le da la pelota y cierra todo el centro del campo. Y domina el balón parado y confía en hacer posesiones más largas que cuando saca a dos puntas claros. El plan le salió perfecto en la primera mitad.
Cuando puso juntos a Raúl Jiménez y Torres arriba, el Atlético pudo cerrar el partido con una jugada pocas veces vista. Fabricio paró cuatro remates seguidos de Raúl Jiménez, Torres, Raúl García y otra vez el mexicano. Aquella cuádruple ocasión fue respondida por el jugadón y el buen remate de Oriol Riera.

Con ese gol, el Depor acortó distancias y dio emoción al final del partido. El encuentro entró en el correcalles que quería evitar el Cholo con el 4-5-1 y estuvo tan cerca el empate como el tercer gol. Ese final mejoró algo la imagen del Depor, pero sigue tercero por la cola.

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