Grecia da señales de que ofrecerá concesiones en reuniones cruciales con acreedores
Atenas, Reuters
Grecia sugirió el jueves que ofrecerá las mayores concesiones a la fecha para llegar a un acuerdo con sus acreedores, al inicio de una reunión clave que podría darle acceso al esperado financiamiento de la zona euro, si bien intentó convencer a sus votantes de izquierda de que seguirá rechazando la austeridad.
El Gobierno del primer ministro Alexis Tsipras, que lleva tres meses en el poder, está bajo una creciente presión en su país y en el exterior para alcanzar un acuerdo con los acreedores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea a fin de evitar la bancarrota.
Una nueva encuesta mostró que el 75 por ciento de los griegos piensan que Atenas debe alcanzar un acuerdo a cualquier costo para permanecer en el área del euro.
El equipo de negociadores griego, que fue reforzado esta semana, comenzó sus reuniones con representantes del denominado Grupo de Bruselas -que representa a la zona euro, el FMI y el Banco Central Europeo (BCE)- para discutir las reformas que promulgará Grecia con rapidez para recibir fondos de su rescate.
Está previsto que las discusiones prosigan hasta el domingo, durante el fin de semana largo por el 1 de mayo. Un funcionario griego dijo que Tsipras estaba dispuesto a sumarse a la discusión para presionar por avances si es necesario.
En una señal de la gravedad de la situación, las partes acordaron no ofrecer declaraciones, dijo un funcionario de la zona euro.
Grecia quiere un acuerdo interino para la próxima semana, con la esperanza de que permita al BCE suavizar las restricciones a la liquidez antes que su cumpla el plazo del 12 de mayo para pagar 750 millones de euros al FMI. Atenas ha sugerido que tendrá problemas para poder pagar la cuota.
Antes de eso, debe pagarle 200 millones de dólares al FMI para el 6 de mayo, aunque eso no parece ser tan problemático.
En tanto, el titular del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, dijo que Europa está preparada para cualquier resultado que pueda producirse en el proceso de negociación.
El jefe del grupo de ministros de Finanzas de la zona euro fue consultado sobre si existía un "plan B" en caso de que Grecia se vea forzada a salir de la zona euro o si incumple el pago de sus deudas.
"La pregunta es si (...) la zona euro está preparada para eventualidades; la respuesta a eso es 'sí'", señaló.
Elegido tras prometer poner fin a la austeridad y a un impopular programa de rescate del FMI y la UE, hasta el momento Tsipras se ha negado a cruzar las denominadas "líneas rojas" -pensiones, reforma laboral y ventas de activos estatales- que son vitales en la agenda de su partido izquierdista.
VENTAS DE ACTIVOS ESTATALES
Tras una reunión de altos funcionarios griegos el miércoles, un miembro del Gobierno afirmó que Atenas está dispuesta a vender su participación mayoritaria en sus dos mayores puertos y hacer concesiones en el impuesto al valor agregado y algunos puntos de la reforma de pensiones, en la señal más clara de que está preparado para ceder y llegar a un acuerdo.
"El Gobierno griego está dispuesto a alcanzar una solución honesta que desbloquee la ayuda financiera de sus socios y ponga fin a la asfixia económica que han causado los rescates", dijo el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, que fue apartado de las conversaciones esta semana para aplacar a los acreedores, a la emisora de radio Sto Kokkino.
Sin embargo, la oficina de Tsipras descartó el jueves cualquier paso atrás, intentando calmar a la línea dura dentro de su partido Syriza, al tiempo que busca satisfacer a los acreedores de Grecia antes de que se vacíen sus arcas.
"El Gobierno se está ateniendo a sus líneas rojas", afirmó un asesor del primer ministro a cambio de respetar su anonimato. "El Gobierno no tiene el mandato popular para sellar un acuerdo que cruce las líneas rojas y no lo hará".
El paso atrás llegó después de que un alto funcionario de la zona euro implicado en las conversaciones dijera que para garantizar un acuerdo, Grecia tendría que hacer concesiones sustanciales en al menos uno de tres asuntos en disputa: las pensiones, el mercado laboral y los impuestos.
Grecia sugirió el jueves que ofrecerá las mayores concesiones a la fecha para llegar a un acuerdo con sus acreedores, al inicio de una reunión clave que podría darle acceso al esperado financiamiento de la zona euro, si bien intentó convencer a sus votantes de izquierda de que seguirá rechazando la austeridad.
El Gobierno del primer ministro Alexis Tsipras, que lleva tres meses en el poder, está bajo una creciente presión en su país y en el exterior para alcanzar un acuerdo con los acreedores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea a fin de evitar la bancarrota.
Una nueva encuesta mostró que el 75 por ciento de los griegos piensan que Atenas debe alcanzar un acuerdo a cualquier costo para permanecer en el área del euro.
El equipo de negociadores griego, que fue reforzado esta semana, comenzó sus reuniones con representantes del denominado Grupo de Bruselas -que representa a la zona euro, el FMI y el Banco Central Europeo (BCE)- para discutir las reformas que promulgará Grecia con rapidez para recibir fondos de su rescate.
Está previsto que las discusiones prosigan hasta el domingo, durante el fin de semana largo por el 1 de mayo. Un funcionario griego dijo que Tsipras estaba dispuesto a sumarse a la discusión para presionar por avances si es necesario.
En una señal de la gravedad de la situación, las partes acordaron no ofrecer declaraciones, dijo un funcionario de la zona euro.
Grecia quiere un acuerdo interino para la próxima semana, con la esperanza de que permita al BCE suavizar las restricciones a la liquidez antes que su cumpla el plazo del 12 de mayo para pagar 750 millones de euros al FMI. Atenas ha sugerido que tendrá problemas para poder pagar la cuota.
Antes de eso, debe pagarle 200 millones de dólares al FMI para el 6 de mayo, aunque eso no parece ser tan problemático.
En tanto, el titular del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, dijo que Europa está preparada para cualquier resultado que pueda producirse en el proceso de negociación.
El jefe del grupo de ministros de Finanzas de la zona euro fue consultado sobre si existía un "plan B" en caso de que Grecia se vea forzada a salir de la zona euro o si incumple el pago de sus deudas.
"La pregunta es si (...) la zona euro está preparada para eventualidades; la respuesta a eso es 'sí'", señaló.
Elegido tras prometer poner fin a la austeridad y a un impopular programa de rescate del FMI y la UE, hasta el momento Tsipras se ha negado a cruzar las denominadas "líneas rojas" -pensiones, reforma laboral y ventas de activos estatales- que son vitales en la agenda de su partido izquierdista.
VENTAS DE ACTIVOS ESTATALES
Tras una reunión de altos funcionarios griegos el miércoles, un miembro del Gobierno afirmó que Atenas está dispuesta a vender su participación mayoritaria en sus dos mayores puertos y hacer concesiones en el impuesto al valor agregado y algunos puntos de la reforma de pensiones, en la señal más clara de que está preparado para ceder y llegar a un acuerdo.
"El Gobierno griego está dispuesto a alcanzar una solución honesta que desbloquee la ayuda financiera de sus socios y ponga fin a la asfixia económica que han causado los rescates", dijo el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, que fue apartado de las conversaciones esta semana para aplacar a los acreedores, a la emisora de radio Sto Kokkino.
Sin embargo, la oficina de Tsipras descartó el jueves cualquier paso atrás, intentando calmar a la línea dura dentro de su partido Syriza, al tiempo que busca satisfacer a los acreedores de Grecia antes de que se vacíen sus arcas.
"El Gobierno se está ateniendo a sus líneas rojas", afirmó un asesor del primer ministro a cambio de respetar su anonimato. "El Gobierno no tiene el mandato popular para sellar un acuerdo que cruce las líneas rojas y no lo hará".
El paso atrás llegó después de que un alto funcionario de la zona euro implicado en las conversaciones dijera que para garantizar un acuerdo, Grecia tendría que hacer concesiones sustanciales en al menos uno de tres asuntos en disputa: las pensiones, el mercado laboral y los impuestos.