Ex presidente de Yemen desafía bombardeos, crisis humanitaria aumenta en país

Aldén, Reuters
El ex presidente yemení Ali Abdullah Saleh dijo el viernes que no abandonará el país, minimizando reportes de los medios del Golfo Pérsico de que buscaba una salida segura mientras aviones de combate de Arabia Saudita bombardean a tropas leales al político y a sus aliados houthis.


Naciones Unidas, en tanto, dijo que unas 150.000 personas fueron desplazadas de sus hogares por tres semanas de ataques aéreos y combates terrestres, y más de 750 murieron.

Muchas escuelas, hospitales y mezquitas resultaron dañadas o destruidas en el conflicto, dijo la ONU.

Una coalición encabezada por Arabia comenzó su ofensiva aérea el 25 de marzo después de que los rebeldes houthi, que controlan la mayor parte del país, sitiaran la ciudad portuaria de Adén, en el sur, lo que obligó al presidente Abd-Rabbu Mansour a huir hacia Riad.

Los houthi, un movimiento chií musulmán del norte de Yemen, formaron una alianza de conveniencia con Saleh, quien se cree está planeando su regreso al tumultuoso escenario político yemení.

Pero fuentes militares dijeron que algunas unidades del Ejército leales a Saleh desertaron y ahora apoyan a Hadi.

El canal saudita Arabiya TV, citando a un funcionario del Golfo, dijo que representantes de Saleh habían visitado capitales árabes e insinuaron una iniciativa para que él y su familia abandonen el país.

Saleh se burló del reporte.

"No soy del tipo que va buscando un lugar para vivir en Jeddah, París o Europa. Mi país es mi lugar de nacimiento. No ha nacido aún ni nacerá la persona que pueda decirle a Ali Abdullah Saleh 'abandona tu país'", escribió el ex presidente en su página de Facebook.

Pese a haber sido obligado a renunciar en el 2012 bajo un plan de transición mediado por el Golfo tras protestas contra sus 22 años de Gobierno, Saleh obtuvo inmunidad del acuerdo y continúa siendo un poderoso agente político.

PEDIDO DE ONU POR FONDOS

Pese a que se origina por rivalidades locales, el conflicto es el frente más nuevo en una guerra sectaria estratégica entre Arabia Saudita, gobernada por suníes, e Irán, de mayoría chií, que también se extiende a Irak y Siria.

Irán instó esta semana a conseguir un cese al fuego y un diálogo pero el pedido cayó en oídos sordos.

El viernes en Ginebra, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCAH) dijo que unas 150.000 personas fueron desplazadas, 50 por ciento más que la estimación previa del organismo. Las instalaciones de salud reportaron 767 muertes desde el 19 de marzo al 13 de abril, casi con seguridad una cifra menor a la real, agregó.

"Miles de familias huyeron de sus hogares como resultado de los combates y los ataques aéreos. Las familias están luchando para acceder a servicios de salud, agua, alimentos y combustible, requisitos básicos para su supervivencia", dijo el coordinador humanitario para Yemen, Johannes Van Der Klaauw, en un comunicado.

Los enfrentamientos han destruido, dañado o interrumpido al menos cinco hospitales, 15 escuelas, los tres principales aeropuertos de Yemen, dos puentes, dos fábricas y cuatro mezquitas, así como mercados, plantas de energía e instalaciones de agua y servicios sanitario, dijo OCAH.

Naciones Unidas hizo un llamamiento por 274 millones de dólares para cubrir las necesidades humanitarias de Yemen en los próximos tres meses.

La industria petrolera está observando el conflicto con preocupación ya que Yemen se ubica en rutas de transporte marítimo y en el estrecho pasaje de Bab el-Mandeb, por el que se envían casi 4 millones de barriles de crudo por día a los mercados internacionales.

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