El papa pide hacer más por inmigrantes que inundan Italia
Roma, AP
El papa Francisco se unió el sábado al gobierno italiano para presionar a la Unión Europea para que haga más para ayudar al país con el creciente número de personas desesperadas rescatadas en el Mar Mediterráneo mientras viajan peligrosamente en barcos de traficantes humanos para huir de la guerra, la persecución o la pobreza.
Mientras el papa hacía su llamamiento, flanqueado por el presidente italiano Sergio Mattarella, cientos de inmigrantes daban sus primeros pasos en tierra en los puertos de Sicilia después de ser rescatados en los últimos días por buques mercantes y los guardacostas italianos.
Los pueblos sicilianos se estaban quedando sin lugar para albergar a los recién llegados, entre ellos más de 10.000 en la semana que terminó el sábado.
El gobierno de Italia recibió un fuerte impulso del papa —que goza de gran autoridad moral, una amplia popularidad y es conocido por su preocupación profunda por los asuntos sociales— en su cabildeo para pedirle a Bruselas y los países del norte de la UE que hagan más por ayudar. Desde inicios de 2014, Italia ha rescatado en el mar a cerca de 200.000 personas.
"Quiero expresar mi gratitud por el compromiso que Italia está haciendo al dar la bienvenida a los muchos inmigrantes que, arriesgando su vida, piden refugio", dijo Francisco al jefe de Estado italiano.
"Es evidente que las proporciones del fenómeno requieren una participación mucho mayor", agregó.
"No debemos cansarnos jamás de apelar por un mayor compromiso a nivel europeo e internacional", dijo Francisco.
Italia ha dicho que seguirá rescatando migrantes abandonados en el mar por traficantes humanos, pero exigió que la Unión Europea aumente su ayuda para darles alojamiento y rescatarlos.
Dado que la mayoría de los migrantes quieren reunirse con familiares o miembros de su comunidad en el norte de Europa, los gobiernos italianos han presionado para que esos países hagan más, sobre todo recibiendo a los migrantes mientras se examinan sus solicitudes de asilo o su estatuto de refugiados.
"Desde hace algún tiempo, Italia ha pedido a la Unión Europea una intervención decisiva para detener esta pérdida continua de vidas humanas en el Mediterráneo, cuna de nuestra civilización", dijo Mattarella.
El comisario de la Unión Europea para la migración, Dimitris Avramopoulos, ha dicho que presentará una nueva política en mayo. Mientras tanto, también ha hecho un llamamiento a los estados miembros para que ayuden a lidiar con la crisis.
Algunos de los 90 inmigrantes que pisaron el sábado los muelles de Palermo estaban demasiado débiles para ponerse de pie. La mayoría provienen de Somalia. Un buque mercante que recibió su llamada de socorro los rescató. Luego fueron trasladados a un buque de la Guardia Costera italiana.
También el sábado, un barco de la marina italiana llegó al puerto siciliano de Mesina con más de 450 migrantes, entre ellos 50 menores de edad, procedentes de Etiopía, Eritrea y Siria. La Policía bajó de la nave a dos presuntos traficantes de migrantes después de arrestarlos a bordo.
El papa Francisco se unió el sábado al gobierno italiano para presionar a la Unión Europea para que haga más para ayudar al país con el creciente número de personas desesperadas rescatadas en el Mar Mediterráneo mientras viajan peligrosamente en barcos de traficantes humanos para huir de la guerra, la persecución o la pobreza.
Mientras el papa hacía su llamamiento, flanqueado por el presidente italiano Sergio Mattarella, cientos de inmigrantes daban sus primeros pasos en tierra en los puertos de Sicilia después de ser rescatados en los últimos días por buques mercantes y los guardacostas italianos.
Los pueblos sicilianos se estaban quedando sin lugar para albergar a los recién llegados, entre ellos más de 10.000 en la semana que terminó el sábado.
El gobierno de Italia recibió un fuerte impulso del papa —que goza de gran autoridad moral, una amplia popularidad y es conocido por su preocupación profunda por los asuntos sociales— en su cabildeo para pedirle a Bruselas y los países del norte de la UE que hagan más por ayudar. Desde inicios de 2014, Italia ha rescatado en el mar a cerca de 200.000 personas.
"Quiero expresar mi gratitud por el compromiso que Italia está haciendo al dar la bienvenida a los muchos inmigrantes que, arriesgando su vida, piden refugio", dijo Francisco al jefe de Estado italiano.
"Es evidente que las proporciones del fenómeno requieren una participación mucho mayor", agregó.
"No debemos cansarnos jamás de apelar por un mayor compromiso a nivel europeo e internacional", dijo Francisco.
Italia ha dicho que seguirá rescatando migrantes abandonados en el mar por traficantes humanos, pero exigió que la Unión Europea aumente su ayuda para darles alojamiento y rescatarlos.
Dado que la mayoría de los migrantes quieren reunirse con familiares o miembros de su comunidad en el norte de Europa, los gobiernos italianos han presionado para que esos países hagan más, sobre todo recibiendo a los migrantes mientras se examinan sus solicitudes de asilo o su estatuto de refugiados.
"Desde hace algún tiempo, Italia ha pedido a la Unión Europea una intervención decisiva para detener esta pérdida continua de vidas humanas en el Mediterráneo, cuna de nuestra civilización", dijo Mattarella.
El comisario de la Unión Europea para la migración, Dimitris Avramopoulos, ha dicho que presentará una nueva política en mayo. Mientras tanto, también ha hecho un llamamiento a los estados miembros para que ayuden a lidiar con la crisis.
Algunos de los 90 inmigrantes que pisaron el sábado los muelles de Palermo estaban demasiado débiles para ponerse de pie. La mayoría provienen de Somalia. Un buque mercante que recibió su llamada de socorro los rescató. Luego fueron trasladados a un buque de la Guardia Costera italiana.
También el sábado, un barco de la marina italiana llegó al puerto siciliano de Mesina con más de 450 migrantes, entre ellos 50 menores de edad, procedentes de Etiopía, Eritrea y Siria. La Policía bajó de la nave a dos presuntos traficantes de migrantes después de arrestarlos a bordo.