El Madrid cumple su parte
Victoria de trámite del Real Madrid ante un flojo Eibar. Sin Kroos, James, Bale y Benzema, los blancos se aferraron a una delantera de emergencia para sacar adelante el partido ante la escuadra armera, que apenas opuso resisntencia en Chamartín.
Santiago Siguero, Marca
El Real Madrid solventó sin aspavientos su compromiso ante el Eibar. Un equipo con muchas ausencias se impuso sin apuros a un Eibar que se mostró absolutamente inofensivo en el Bernabéu. Marcaron Cristiano, Chicharito y Jesé para dejar los tres puntos en casa y tratar de enviar presión al Barcelona en el Pizjuán.
Tarde plácida en el Bernabéu. Buen tiempo, buen horario y un rival ante el que no se notaron las ausencias de los blancos, que hubieran sido notables en muchos otros casos. Pero la de Chamartín no es la guerra del Eibar, que apenas disparó en Madrid. Fue menos armero que nunca el equipo de Garitano.
Lógicamente, la diferencia de plantillas tuvo mucho que ver en el desenlace de un partido que duró hasta que Cristiano embocó un libre directo, el primero desde la orgía de Champions en Múnich. Su mérito fue dirigir el disparo entre los tres palos, porque Irureta se la comió. Con todo, el meta azulgrana estuvo notable, evitando que su equipo se llevara un buen saco. Sin ir más lejos, apenas unos minutos después tocó los remates de Ramos e Isco que se estrellaron en el larguero y en los dos palos.
El gol dio paso a los mejores minutos del Madrid, que volvió a bailar al son de Modric. El madridismo vive pendiente de la salud del pequeño genio croata. Cualquier gesto extraño dispara las alarmas. Ancelotti le dio una hora. Pareció incluso mucho, porque a los 30' el partido ya estaba resuelto. Chicharito, que se mostró voluntarioso y peleón, cabeceó a la red un buen centro de Arbeloa, la quinta asistencia del lateral en Liga. A punto estuvo de repetir en el segundo tiempo, pero esa vez el mexicano pifió el remate.
El primer tiempo sirvió para que el Madrid siga recuperando autoestima. Dominó sin problemas (a un rival aculado en un 5-3-2, todo hay que decirlo) y generó un buen puñado de ocasiones, suficientes como para lograr un marcador más sonado. La banda izquierda volvió a ser el principal surtidor del juego ofensivo blanco, con un Marcelo que sigue de dulce. Le sale todo.
En el segundo tiempo hubo sesteo generalizado. Ancelotti empezó a rotar piezas sensibles pensando en la Champions (Ramos, Marcelo, el ya citado Modric) y el ritmo del juego decayó notablemente. Sólo hubo un latigazo, pero lo dio el jugador que más lo necesitaba. Jesé, el no habitual que menos estaba aportando, protagonizó una acción marca de la casa para hacer el 3-0: arrancada potente y venenoso disparo cruzado. Un buen gol, que sin duda servirá para elevar la moral del canario. Sus compañeros lo celebraron con júbilo, señal de la fe que se le tiene en el vestuario. Como fe hay en la Liga. Va en el ADN del club: cuanto más difícil el reto, más ilusión en el empeño.
Santiago Siguero, Marca
El Real Madrid solventó sin aspavientos su compromiso ante el Eibar. Un equipo con muchas ausencias se impuso sin apuros a un Eibar que se mostró absolutamente inofensivo en el Bernabéu. Marcaron Cristiano, Chicharito y Jesé para dejar los tres puntos en casa y tratar de enviar presión al Barcelona en el Pizjuán.
Tarde plácida en el Bernabéu. Buen tiempo, buen horario y un rival ante el que no se notaron las ausencias de los blancos, que hubieran sido notables en muchos otros casos. Pero la de Chamartín no es la guerra del Eibar, que apenas disparó en Madrid. Fue menos armero que nunca el equipo de Garitano.
Lógicamente, la diferencia de plantillas tuvo mucho que ver en el desenlace de un partido que duró hasta que Cristiano embocó un libre directo, el primero desde la orgía de Champions en Múnich. Su mérito fue dirigir el disparo entre los tres palos, porque Irureta se la comió. Con todo, el meta azulgrana estuvo notable, evitando que su equipo se llevara un buen saco. Sin ir más lejos, apenas unos minutos después tocó los remates de Ramos e Isco que se estrellaron en el larguero y en los dos palos.
El gol dio paso a los mejores minutos del Madrid, que volvió a bailar al son de Modric. El madridismo vive pendiente de la salud del pequeño genio croata. Cualquier gesto extraño dispara las alarmas. Ancelotti le dio una hora. Pareció incluso mucho, porque a los 30' el partido ya estaba resuelto. Chicharito, que se mostró voluntarioso y peleón, cabeceó a la red un buen centro de Arbeloa, la quinta asistencia del lateral en Liga. A punto estuvo de repetir en el segundo tiempo, pero esa vez el mexicano pifió el remate.
El primer tiempo sirvió para que el Madrid siga recuperando autoestima. Dominó sin problemas (a un rival aculado en un 5-3-2, todo hay que decirlo) y generó un buen puñado de ocasiones, suficientes como para lograr un marcador más sonado. La banda izquierda volvió a ser el principal surtidor del juego ofensivo blanco, con un Marcelo que sigue de dulce. Le sale todo.
En el segundo tiempo hubo sesteo generalizado. Ancelotti empezó a rotar piezas sensibles pensando en la Champions (Ramos, Marcelo, el ya citado Modric) y el ritmo del juego decayó notablemente. Sólo hubo un latigazo, pero lo dio el jugador que más lo necesitaba. Jesé, el no habitual que menos estaba aportando, protagonizó una acción marca de la casa para hacer el 3-0: arrancada potente y venenoso disparo cruzado. Un buen gol, que sin duda servirá para elevar la moral del canario. Sus compañeros lo celebraron con júbilo, señal de la fe que se le tiene en el vestuario. Como fe hay en la Liga. Va en el ADN del club: cuanto más difícil el reto, más ilusión en el empeño.
