El Chelsea arranca un punto del Emirates y ya saborea el título
Londres, As
El gafe de Arsene Wenger contra José Mourinho continúa. El Arsenal retrasó una jornada más el alirón del Chelsea (aún necesita 5 puntos para ser campeón matemático) con un 0-0 en el derbi de Londres pero el técnico francés sumó su 13º partido sin victoria ante el portugués (siete derrotas y seis empates). El equipo Gunner no fue capaz de plasmar en ocasiones su domino de balón y a falta de cinco jornadas se queda tercero, empatado con el Manchester City, y a 10 puntos de los Blues.
El cartel (primero contra segundo en un derbi de Londres) prometía y pese al 0-0 la puesta en escena no desentonó. Faltaron goles pero a cambio hubo intensidad, detalles de calidad en ambos bandos (Hazard y Alexis Sánchez en especial) y polémica. Mucha. El Chelsea pidió tres penaltis a favor en la primera media hora de partido antes de que el Arsenal hiciera lo propio tras una mano de Cahill dentro del área. El árbitro Michael Oliver no vio ninguno.
Así se llegó al descanso con un 0-0 justo para los dos equipos. Porque el Arsenal dominó el juego a través de la posesión pero el equipo Blue creó las mejores ocasiones al contragolpe. Con Diego Costa y Remy lesionados, Mourinho sorprendió al alinear a Oscar como falso nueve con Hazard y Willian de escoltas. El atacante brasileño creó la primera gran ocasión (y polémica) del partido al minuto 15 tras una gran asistencia de Cesc Fábregas a la espalda de los centrales. Oscar superó a Ospina por alto pero Bellerín llegó al rescate para despejar el peligro casi en la línea del área. No obstante, el Chelsea reclamó penalti (y roja) en la misma jugada pues por el camino Ospina arrolló a Oscar con un bloqueó más que fortuito. Oliver no lo vio así.
Y mientras Alexis Sánchez ponía en jaque a la defensa Blue con su tesón habitual, Fábregas emergió en el área rival en busca de otra pena máxima. Cazorla le tocó tan ligeramente que el árbitro, en vez de penalti, le mostró amarilla por piscinazo para disfrute de una hinchada que se hartó de pitar al que un día fue su héroe en su regresó al Emirates Stadium. A la media hora el Arsenal se sumó a las réplicas al colegiado después de que Cahill cortará con la mano y dentro del área un disparo de Cazorla tras una combinación exquisita entre Alexis y el velocísimo Bellerín. El árbitro interpretó involuntariedad y dejó seguir el juego. Ramires erró poco después un mano a mano ante Ospina para llegar al descanso con el 0-0 inicial.
Mourinho sacó entonces a Drogba por Oscar (lesionado) pero el guión apenas se alteró. El Arsenal siguió dominando el balón y, poco a poco, también creando las mejores ocasiones. No obstante, ninguna lo suficientemente peligrosa como para poner en cuestión la seguridad de Courtois. A falta de 15 minutos, Wenger intentó desbloquear la situación con la entrada de Welbeck por Coquelin, delantero por mediocentro defensivo. El cambio le dio más verticalidad arriba pero tampoco funcionó. El equipo Gunner se volcó sobre la meta Blue y tuvo ocasión de romper el marcador en doble ocasión de Ozil y Welbeck pero volvió a evidenciar su falta de instinto asesino y tuvo que conformarse con un punto que apenas le vale para nada. Ni acortó distancias con el liderato ni Wenger rompió su malefició ante Mourinho.
El gafe de Arsene Wenger contra José Mourinho continúa. El Arsenal retrasó una jornada más el alirón del Chelsea (aún necesita 5 puntos para ser campeón matemático) con un 0-0 en el derbi de Londres pero el técnico francés sumó su 13º partido sin victoria ante el portugués (siete derrotas y seis empates). El equipo Gunner no fue capaz de plasmar en ocasiones su domino de balón y a falta de cinco jornadas se queda tercero, empatado con el Manchester City, y a 10 puntos de los Blues.
El cartel (primero contra segundo en un derbi de Londres) prometía y pese al 0-0 la puesta en escena no desentonó. Faltaron goles pero a cambio hubo intensidad, detalles de calidad en ambos bandos (Hazard y Alexis Sánchez en especial) y polémica. Mucha. El Chelsea pidió tres penaltis a favor en la primera media hora de partido antes de que el Arsenal hiciera lo propio tras una mano de Cahill dentro del área. El árbitro Michael Oliver no vio ninguno.
Así se llegó al descanso con un 0-0 justo para los dos equipos. Porque el Arsenal dominó el juego a través de la posesión pero el equipo Blue creó las mejores ocasiones al contragolpe. Con Diego Costa y Remy lesionados, Mourinho sorprendió al alinear a Oscar como falso nueve con Hazard y Willian de escoltas. El atacante brasileño creó la primera gran ocasión (y polémica) del partido al minuto 15 tras una gran asistencia de Cesc Fábregas a la espalda de los centrales. Oscar superó a Ospina por alto pero Bellerín llegó al rescate para despejar el peligro casi en la línea del área. No obstante, el Chelsea reclamó penalti (y roja) en la misma jugada pues por el camino Ospina arrolló a Oscar con un bloqueó más que fortuito. Oliver no lo vio así.
Y mientras Alexis Sánchez ponía en jaque a la defensa Blue con su tesón habitual, Fábregas emergió en el área rival en busca de otra pena máxima. Cazorla le tocó tan ligeramente que el árbitro, en vez de penalti, le mostró amarilla por piscinazo para disfrute de una hinchada que se hartó de pitar al que un día fue su héroe en su regresó al Emirates Stadium. A la media hora el Arsenal se sumó a las réplicas al colegiado después de que Cahill cortará con la mano y dentro del área un disparo de Cazorla tras una combinación exquisita entre Alexis y el velocísimo Bellerín. El árbitro interpretó involuntariedad y dejó seguir el juego. Ramires erró poco después un mano a mano ante Ospina para llegar al descanso con el 0-0 inicial.
Mourinho sacó entonces a Drogba por Oscar (lesionado) pero el guión apenas se alteró. El Arsenal siguió dominando el balón y, poco a poco, también creando las mejores ocasiones. No obstante, ninguna lo suficientemente peligrosa como para poner en cuestión la seguridad de Courtois. A falta de 15 minutos, Wenger intentó desbloquear la situación con la entrada de Welbeck por Coquelin, delantero por mediocentro defensivo. El cambio le dio más verticalidad arriba pero tampoco funcionó. El equipo Gunner se volcó sobre la meta Blue y tuvo ocasión de romper el marcador en doble ocasión de Ozil y Welbeck pero volvió a evidenciar su falta de instinto asesino y tuvo que conformarse con un punto que apenas le vale para nada. Ni acortó distancias con el liderato ni Wenger rompió su malefició ante Mourinho.