Dos autos bomba impactan bases rebeldes en Siria
Beirut, AP
Un par de autos bomba dirigidos a dos bases rebeldes al norte de la ciudad siria de Alepo estallaron el martes, lo que dejó decenas de muertos y heridos, informaron activistas.
Los ataques estuvieron enfocados en los complejos que pertenecen a grupos islámicos de oposición en zonas rurales al norte de Alepo, una región estratégica por su proximidad con Turquía. Por mucho tiempo fue un bastión de los rebeldes sirios, pero ahora es un punto de conflicto desde que el grupo Estado Islámico se adentró en la zona hace varios meses.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, indicó que el primer estallido ocurrió en el pueblo de Marea, donde dejó al menos siete muertos, incluidos dos líderes rebeldes, e hirió a decenas más. Una segunda explosión en la zona de Hur Kilis provocó 40 víctimas entre muertos y heridos, agregó, aunque no tenía cifras exactas.
El Centro de Medios de Alepo, otro grupo activista, señaló que la cifra de víctimas mortales en la primera explosión era de 12 y que había 15 heridos. En el segundo ataque en Hur Kilis reportó al menos 30 víctimas.
Por el momento no fue posible explicar la discrepancia en las cifras, pero las diferencias en el número de víctimas son comunes en medio del caos generado tras ataques en Siria.
Ningún grupo se adjudicó la responsabilidad de las explosiones, pero se sospecha del Estado Islámico, que suele hacer ese tipo de ofensivas.
En otros sucesos el martes, el ejército libanés informó que mató a tres milicianos e hirió a otros cuatro en una incursión cerca de la frontera con Siria.
La redada en las colinas de Mjairme se basó en información de que "grupos terroristas" realizaban preparativos logísticos para iniciar operaciones de combate en la zona, indicó el ejército libanés en un comunicado.
Añadió que el ataque formó parte de sus "operaciones militares preventivas" para erradicar a las milicias e impedir que agredan bases militares y a civiles en la zona.
El ejército libanés ha registrado varios choques con milicianos del grupo Estado Islámico y el Frente Nusra radicados en la endeble frontera siria.
El año pasado milicianos de ambos grupos atacaron en conjunto el pueblo fronterizo libanés de Arsal y capturaron a más de 20 soldados. Desde entonces han matado a cuatro de ellos.
Un par de autos bomba dirigidos a dos bases rebeldes al norte de la ciudad siria de Alepo estallaron el martes, lo que dejó decenas de muertos y heridos, informaron activistas.
Los ataques estuvieron enfocados en los complejos que pertenecen a grupos islámicos de oposición en zonas rurales al norte de Alepo, una región estratégica por su proximidad con Turquía. Por mucho tiempo fue un bastión de los rebeldes sirios, pero ahora es un punto de conflicto desde que el grupo Estado Islámico se adentró en la zona hace varios meses.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, indicó que el primer estallido ocurrió en el pueblo de Marea, donde dejó al menos siete muertos, incluidos dos líderes rebeldes, e hirió a decenas más. Una segunda explosión en la zona de Hur Kilis provocó 40 víctimas entre muertos y heridos, agregó, aunque no tenía cifras exactas.
El Centro de Medios de Alepo, otro grupo activista, señaló que la cifra de víctimas mortales en la primera explosión era de 12 y que había 15 heridos. En el segundo ataque en Hur Kilis reportó al menos 30 víctimas.
Por el momento no fue posible explicar la discrepancia en las cifras, pero las diferencias en el número de víctimas son comunes en medio del caos generado tras ataques en Siria.
Ningún grupo se adjudicó la responsabilidad de las explosiones, pero se sospecha del Estado Islámico, que suele hacer ese tipo de ofensivas.
En otros sucesos el martes, el ejército libanés informó que mató a tres milicianos e hirió a otros cuatro en una incursión cerca de la frontera con Siria.
La redada en las colinas de Mjairme se basó en información de que "grupos terroristas" realizaban preparativos logísticos para iniciar operaciones de combate en la zona, indicó el ejército libanés en un comunicado.
Añadió que el ataque formó parte de sus "operaciones militares preventivas" para erradicar a las milicias e impedir que agredan bases militares y a civiles en la zona.
El ejército libanés ha registrado varios choques con milicianos del grupo Estado Islámico y el Frente Nusra radicados en la endeble frontera siria.
El año pasado milicianos de ambos grupos atacaron en conjunto el pueblo fronterizo libanés de Arsal y capturaron a más de 20 soldados. Desde entonces han matado a cuatro de ellos.