Doblarán zona de búsqueda de vuelo 370 si no hallan el avión

Kuala Lumpur, AP
La zona de búsqueda del desaparecido vuelo 370 en el océano Índico se ampliará en otros 60.000 kilómetros cuadrados (23.000 millas cuadradas) en caso de que no se encuentre el avión en mayo, dijeron el jueves autoridades malasias.


El ministro de Transporte, Liow Tiong Lai, dijo a periodistas que Malasia, Australia y China, que encabezan la operación para dar con el Boeing 777 que desapareció el 8 de marzo del año pasado, están "comprometidos con la búsqueda".

Hasta el momento se ha rastreado el 61% de la zona de búsqueda frente a la costa oeste de Australia, dijo el ministro malasio a periodistas tras una reunión con sus homólogos de los otros dos países. El resto de la zona se revisará antes de finales de mayo, agregó.

"Si la aeronave no se encuentra en estos 60.000 kilómetros cuadrados, colectivamente decidimos ampliar la búsqueda a otros 60.000 kilómetros cuadrados dentro de la zona de más probabilidades", apuntó.

La noticia despeja algo de incertidumbre sobre el futuro de la búsqueda, ya que nunca quedó claro qué ocurriría si no se encuentra el avión. También será un consuelo para los familiares de las víctimas, que se aferran a la esperanza de recuperar los cuerpos.

En conjunto, las dos zonas cubrirían el 95% del trayecto de vuelo del avión, que desapareció cuando volaba entre Kuala Lumpur y Beijing con 239 personas a bordo, agregó el ministro. La aeronave desapareció del radar e investigadores descubrieron más tarde que el aparato había realizado una serie de giros y voló en dirección completamente opuesta al punto al que se dirigía antes de estrellarse en el océano Índico.

"Creemos en que estamos buscando en la zona adecuada", dijo el vice primer ministro australiano y ministro de Transporte, Warren Truss, en la conferencia de prensa junto a Liow. "Creemos que tenemos el mejor equipo de búsqueda (...) si el avión está en la zona lo encontraremos".

Malasia y Australia seguirán asumiendo el coste de la operación de búsqueda en la próxima fase, dijo el ministro australiano. Ni él ni sus homólogos precisaron el importe exacto de toda la operación.

"Australia y Malasia han estado compartiendo el coste y seguirán haciéndolo", dijo. "Creemos que podremos financiarlo si es necesario."

En la primera fase, los dos países invirtieron, a partes iguales, un total de 120 millones de dólares australianos (93,6 millones de dólares), y Liow dijo que se estima que la siguiente fase pueda costar 50 millones de dólares australianos (39 millones de dólares). El coste sería menor porque los equipos ya se han comprado.

Los dos ministros dijeron que esperan que la segunda fase de la operación se desarrolle en lo que queda de año. Sin embargo, es probable que los trabajos se vean alterados por el mal tiempo dada la cercanía del invierno austral.

A finales de enero de este año, el gobierno malasio declaró formalmente que la desaparición del avión fue un accidente y que todos los que iban a bordo estaban probablemente muertos. Un informe más amplio sobre el incidente no halló anomalías significativas en el vuelo, excepto porque una de las baterías de la baliza de localización de una de las cajas negras del avión había expirado más de un año antes.

Esto sigue sin explicar qué provocó que la aeronave cambiase su rumbo en un caso que se ha convertido en el mayor misterio de la industria de la aviación que sigue confundiendo a expertos e investigadores por igual. Al mismo tiempo, familiares de los fallecidos no han podido despedir a sus seres queridos y muchos siguen creyendo que podrían estar vivos, una de las múltiples teorías conspiratorias que incluyen que el jet habría sido secuestrado y aterrizó sin problemas en algún lugar.

Otra teoría especula con que el avión voló hacia el oeste de Maldivas. Truss señaló que el avión podría haber tenido combustible suficiente para llegar a Maldivas, pero que habría resultado imposible que pasara por esa zona a plena luz del día y nadie lo viera. Además, ese recorrido no correspondería con los datos de satélites y radares. "No se considera una posibilidad probable", señaló.

Por su parte, el ministro chino de Transporte, Yang Chuantang, dijo que China podría contribuir con navíos y otros activos en la próxima fase.

"Desplegaremos algunos activos físicos, incluyendo embarcaciones, para participar en la búsqueda", dijo. "No flaquearemos en nuestro compromiso para continuar la búsqueda hasta que encontremos el avión y resolvamos el misterio".

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