Decano de arquitectura de la UPSA sugiere que la misa del Papa sea en el Cambódromo


Decano de arquitectura de la UPSA sugiere que la misa del Papa sea en el CambódromoLa Paz, ANF
El aumento de la densidad poblacional, el potencial flujo de miles de católicos de otros puntos del país hacia Santa Cruz, el tipo y característica de la concentración, además de los embotellamientos que ocasionaría la misa del Papa Francisco el 9 de julio próximo sobre las vías que conectan al norte cruceño con el centro son algunos de los asuntos urgentes abordados por Víctor Hugo Limpias Ortiz, doctor en arquitectura, que además es el decano de la Facultad de esa carrera en la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA).
Limpias escribió un artículo en el diario El Deber en el que analiza la viabilidad de que la misa se celebre en la rotonda del Cristo Redentor y ya no en el Cambódromo, como se sugirió antes.

Aunque para Limpias resulta evidente que la Iglesia Católica tiene todo el derecho de decidir dónde se realizará la Santa Misa papal, señala que no se analizó abiertamente este tema y si se lo hizo a puertas cerradas, no se sopesó debidamente, “el dramático cambio de escala de la ciudad; condición estructural que establece -más allá de cualquier capricho o razonamiento diferencias significativas entre las experiencias de asistencia masiva del pasado y la prevista para julio”.

Limpias recordó en ese artículo que el hecho de que cerca de un millón de personas llegó a concentrarse el 2006 en la Avenida Monseñor Rivero y alrededores del monumento a El Cristo Redentor, en tiempos de la lucha autonómica departamental, pareciera justificar la elección del mismo lugar para este magno encuentro con el Papa Francisco. “Rápidamente, sin mayores discusiones y a pesar de las argumentaciones presentadas por autoridades de la municipalidad y el gobierno central, se dejó de lado la alternativa de efectuarlo en el Parque Urbano longitudinal conocido como “Cambódromo””, indicó.

“De nada sirvieron las comparaciones favorables a este último, y apenas se mencionó a la otra alternativa urbana plausible, sede de la anterior misa papal de 1988, el Aeroparque El Trompillo”, escribe al arquitecto, quien además señaló que la “satanización” del escenario carnavalero contribuyó al triunfo pírrico de la decisión de hacer la concentración en el Cristo, “olvidando que el carnaval se programa según el calendario cristiano como evento previo a la cuaresma y el "olvido" de que fue construido precisamente para albergar grandes concentraciones de público y que se lo ha usado principalmente para concentraciones políticas y eventos folclóricos. Esas argumentaciones contribuyeron a que triunfe el peso simbólico de la imagen escultórica de El Cristo, herencia del Congreso Eucarístico de 1961 y de los festejos por el IV Centenario de la fundación de la ciudad”.

Además el arquitecto Limpias dio un conjunto de cifras importantes para entender la situación: hace 10 años, Santa Cruz tenía medio millón de habitantes menos y el departamento otros 300 mil habitantes por debajo. Complementariamente, el potencial de visitantes hacia la ciudad en ocasión de la visita papal debe considerarse muy seriamente pues el flujo interno de pasajeros es casi tres veces superior al del 2006, como consecuencia de un incremento significativo en los vuelos internos, mejoras en las carreteras existentes y la conclusión reciente de la carretera a Brasil, en el marco de las condiciones económicas del país. Con gente llegando sin mayores problemas de todas las provincias, de varios departamentos e incluso de países vecinos, se puede esperar un público potencial muchísimo mayor que el máximo logrado durante la década pasada, estimándolo de entre 1,2 y 1,6 millones de personas.

Limpias plantea que a diferencia de los cabildos, en lo cuales la asistencia del público no presentaba presiones mayores de direccionalidad, ya que los asistentes no se esforzaban en aproximarse a la testera, en una misa concelebrada con nada menos que uno de los personajes más carismáticos del mundo, la situación es completamente diferente: habrá una presión constante de parte de todos los sectores del público para aproximarse a la testera o ver pasar al papamóvil si corre el rumor de que se acerca a cualquier sector.

Esta diferencia puede resultar explosiva, dada la cantidad de público asistente, mucho más allá de los volúmenes “controlables”. Una eventual “estampida” puede resultar trágica si el espacio continente no ofrece salidas alternativas. Cuando a esta condición particular se le agrega que la mayor amplitud tendrá a personas de mayor edad entre el público esperado, la situación se puede volver más riesgosa. "A esta misa papal vendrán mucho más niños pequeños y ancianos que a los cabildos, y no es una cuestión de miles, sino a decenas de miles y posiblemente, de centenares de miles de personas incapaces de enfrentar con solvencia y seguridad situaciones de pánico y caos en muchedumbre", escribe el autor.

Limpias compara luego el escenario elegido (El Cristo) y el descartado (Cambódromo). El primero es un escenario alimentado por tres avenidas (primer y segundo anillo que se intersectan con la Radial 1: Monseñor Rivero) desarrolladas en 700 metros y alimentado directamente por cinco calles secundarias, con un ancho promedio de calzada y veredas de 50 metros y un máximo de 80 metros. Afirma en en la rotonda 1,2 millones de personas simplemente no podrán ingresar y si fueran 1,6 millones, se puede esperar cualquier cosa, por la extremada densidad de la muchedumbre.

Por su parte, el Cambodromo es un escenario alimentado por más de tres kilómetros, con siete avenidas (cuarto, quinto, sexto, séptimo y octavo anillos y las dos avenidas paralelas) y más de 40 calles secundarias, y un ancho promedio de 200 metros.

De hecho, se trata de dos espacios muy diferentes en tamaño, uno de 5 hectáreas y otro de casi 40. Si son 1.2 millones de personas, en el Cambódromo sí se podría albergar a esa cantidad de gente, permitiendo densidades manejables, fuera del punto crítico. Limpias afirma: "No se debe olvidar que cuando se lidia con grandes concentraciones de público, la densidad del mismo (personas por metro cuadrado) es uno de los factores más riesgosos y los que mayor preocupación debe motivar, siendo lo ideal alejarse del punto crítico, que es de 4 personas por metro cuadrado".

Limpias añade que ambos escenarios (Cristo y Cambódromo) tienen razonable proximidad a hospitales y clínicas. El escenario más pequeño se encuentra a medio kilómetro del hospital central y hay una clínica privada en una de sus avenidas. El mayor está en un extremo a un kilómetro y medio de dos grandes hospitales: el Obrero (CNSS) y el Japonés, y en el otro extremo a medio kilómetro de una clínica universitaria. Si hubiera necesidad de transporte aéreo de emergencia, en el escenario más pequeño un helicóptero no tiene dónde aterrizar, mientras en el Cambódromo, ese no sería un problema.

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