Confesiones de Guardiola a Audi Magazine: "Siempre pido pasión"
Munich, As
Después de haberlo ganado casi todo como jugador y como entrenador, ¿cuál es su reto pendiente? ¿Cómo se ve dentro de 20 años?
Mi reto es que dentro de unos años me siga gustando este oficio. Y te diré cómo no me veo: entrenando.
¿Cuál es la fórmula de su éxito? ¿Qué tiene Guardiola que no tengan otros entrenadores?
Mi éxito es que como jugador, jugué en uno de los mejores equipos del mundo y como entrenador he entrenado a dos de los mejores equipos del mundo y a algunos de los mejores jugadores. No creo en los conceptos 'ganador' o 'mejor' por sí mismos. Siendo yo exactamente igual de buen o mal entrenador y pensando exactamente igual lo que pienso del fútbol, si no hubiera entrenado a equipos tan buenos, no hubiera tenido tanto éxito.
¿Qué debe tener un futbolista que quiera ser entrenado por Guardiola? ¿Qué les exige siempre a sus jugadores?
Pasíón. Que les guste lo que hacen, que les guste jugar al fútbol. Y te aseguro que se nota enseguida cuando a un futbolista le gusta jugar y tiene pasión y cuando ya no la tiene. Mis futbolistas tienen que pasárselo bien en el entrenamiento, en el vestuaro y en el gimnasio. Esa es mi prioridad.
¿De qué manera se sigue motivando uno día tras día?
Lo que a mí me sigue motivando es convencer a los jugadores. Cuando me marche del Bayern, lo que me dejará satisfacción no serán los títulos ganados. [...] El máximo placer de mi profesión lo siento cuando consigo convencer a la gente con la que trabajo. Eso es lo que me ahce seguir adelante. Ningún título ni del Barça ni del Bayern es tan satisfactorio como la perspectiva de saber que quizás le ha dejado algo a un jugador o le has ayudado a ser mejor.
Quizás porque está muy acostumbrado a ganar títulos. Para el resto de equipos que no los coniguen ganar, la alegría es enorme.
Cuando yo jugaba en el Brescia no ganábamos casi nunca y te aseguro que la alegría que sentía por una victoria con el Brescia era casi comparable a la que haya podido sentir con equipos más grandes. [...] En los equipos grandes es casi una obligación, así que has de procurarte cosas paralelas que te den esa satisfacción. En mi caso es que un jugador me siga; decirle "tírate por la ventana" y que se tire sin dudar.
Ha vivido en Italia, Qatar, Estados Unidos, ahora en Alemania ¿Qué se lleva de cada sitio?
Cuando voy a un país voy a aprender y a considerar como un regalo todo lo que ese país pueda ofrecerme. [...] No voy a los países a enseñar, voy a aprender, a observar... Para hacer lo de siempre me hubiera quedado en Barcelona. Es como cuando entras en la cantera de un equipo: de bien pequeño aprendes a tener los ojos y los oídos bien abiertos y la boca bien cerrada. Es una buena filosofía.
¿Ha pensado alguna vez a qué se habría dedicado de no haber sido entrenador?
Pues mira, te diría que me hubiera gustado estudiar más... alguna carrera de letras, eso seguro. Los números no se me dan bien.
Después de haberlo ganado casi todo como jugador y como entrenador, ¿cuál es su reto pendiente? ¿Cómo se ve dentro de 20 años?
Mi reto es que dentro de unos años me siga gustando este oficio. Y te diré cómo no me veo: entrenando.
¿Cuál es la fórmula de su éxito? ¿Qué tiene Guardiola que no tengan otros entrenadores?
Mi éxito es que como jugador, jugué en uno de los mejores equipos del mundo y como entrenador he entrenado a dos de los mejores equipos del mundo y a algunos de los mejores jugadores. No creo en los conceptos 'ganador' o 'mejor' por sí mismos. Siendo yo exactamente igual de buen o mal entrenador y pensando exactamente igual lo que pienso del fútbol, si no hubiera entrenado a equipos tan buenos, no hubiera tenido tanto éxito.
¿Qué debe tener un futbolista que quiera ser entrenado por Guardiola? ¿Qué les exige siempre a sus jugadores?
Pasíón. Que les guste lo que hacen, que les guste jugar al fútbol. Y te aseguro que se nota enseguida cuando a un futbolista le gusta jugar y tiene pasión y cuando ya no la tiene. Mis futbolistas tienen que pasárselo bien en el entrenamiento, en el vestuaro y en el gimnasio. Esa es mi prioridad.
¿De qué manera se sigue motivando uno día tras día?
Lo que a mí me sigue motivando es convencer a los jugadores. Cuando me marche del Bayern, lo que me dejará satisfacción no serán los títulos ganados. [...] El máximo placer de mi profesión lo siento cuando consigo convencer a la gente con la que trabajo. Eso es lo que me ahce seguir adelante. Ningún título ni del Barça ni del Bayern es tan satisfactorio como la perspectiva de saber que quizás le ha dejado algo a un jugador o le has ayudado a ser mejor.
Quizás porque está muy acostumbrado a ganar títulos. Para el resto de equipos que no los coniguen ganar, la alegría es enorme.
Cuando yo jugaba en el Brescia no ganábamos casi nunca y te aseguro que la alegría que sentía por una victoria con el Brescia era casi comparable a la que haya podido sentir con equipos más grandes. [...] En los equipos grandes es casi una obligación, así que has de procurarte cosas paralelas que te den esa satisfacción. En mi caso es que un jugador me siga; decirle "tírate por la ventana" y que se tire sin dudar.
Ha vivido en Italia, Qatar, Estados Unidos, ahora en Alemania ¿Qué se lleva de cada sitio?
Cuando voy a un país voy a aprender y a considerar como un regalo todo lo que ese país pueda ofrecerme. [...] No voy a los países a enseñar, voy a aprender, a observar... Para hacer lo de siempre me hubiera quedado en Barcelona. Es como cuando entras en la cantera de un equipo: de bien pequeño aprendes a tener los ojos y los oídos bien abiertos y la boca bien cerrada. Es una buena filosofía.
¿Ha pensado alguna vez a qué se habría dedicado de no haber sido entrenador?
Pues mira, te diría que me hubiera gustado estudiar más... alguna carrera de letras, eso seguro. Los números no se me dan bien.