Un clásico complicado dejó como saldo el empate 1-1

La Paz, Erbol
El clásico paceño jugado la tarde de este domingo tuvo de todo: Un empate a uno en las cifras, dos expulsados (Tenorio y Soliz); una jugada en la que el juez Juan Nelio García expulsó a Vaca y por colaboración del cuarto integrante del cuerpo arbitral siguió en la cancha; Tenorio había tocado el balón con la mano, aparentemente; jugadores y cuerpo técnico de ambos equipos entrando al terreno de juego; pero, lo que más dudas dejó es por qué el fútbol, en gran parte del encuentro, estuvo ausente.


Callejón, a los 11 minutos, abrió el marcador como producto de un error de Castro, que quiso gambetear a dos adversarios en zona ofensiva y perdió el balón, que finalmente terminó en el arco del Tigre Sobre el final del cotejo, Ramallo, a los 82 minutos, puso el uno a uno, con un buen cabezazo, que terminó siendo el marcador final del partido.

En medio de las dos acciones más emotivas del encuentro, el fútbol fue más bien amarrete de parte de ambos planteles, quizá un poco más de parte de los celestes, quienes decidieron manejar el cotejo desde lo defensivo, al extremo que Tenorio confirmó que se trata de un buen marcador central.

La acción más llamativa del partido se produjo en una jugada en la cual Tenorio fue contra la marca de Centurión y la salida de Vaca, que culminó con el ecuatoriano, imagen inicial, tocando el esférico. El árbitro, sin embargo, le mostró la roja al arquero del Tigre, lo que provocó la reacción de los jugadores y la banca de los atigrados. La intervención del cuarto juez, Paolo Gemio, hizo cambiar la decisión de García, quien le mostró la amarilla a Tenorio y de forma posterior la roja. Vaca se quedó en la cancha.

El tanto de The Strongest fue protestado por los celestes por el fair play. Gutiérrez estaba tendido en el suelo y pedía asistencia médica, el juez no paró el partido y el gol del empate llegó en la acción posterior. Los atigrados dijeron que en esa jugada el árbitro estuvo bien, porque los celestes buscaban simplemente hacer tiempo, como lo habían hecho en más de cinco oportunidades, antes del tanto de la igualdad.

Fue un clásico con muchas complicaciones y poco fútbol: los goles anotados, pelotas en los palos, algunas jugadas con cierta emoción, alcanzaron para que el clásico responda, cuando menos en lo mínimo, a la expectativa creada por el público.

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