Tsipras promete que Grecia cumplirá su palabra en medio de pugna con Alemania
París, Reuters
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, intentó garantizar el jueves a sus socios de la zona euro que Grecia cumplirá el acuerdo de rescate ampliado con sus acreedores internacionales, pese a un enfrentamiento dialéctico entre Atenas y Berlín.
Tsipras aprovechó una visita a la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en París para defender una reestructuración de largo plazo de la deuda griega, al tiempo que prometió implementar las reformas acordadas.
"No hay motivo para preocuparse (...) Incluso si no hay un desembolso a tiempo de un tramo (del rescate), Grecia cumplirá con sus obligaciones", dijo a los periodistas.
"Estamos aquí con el fin de que la OCDE ponga su sello en las reformas que el Gobierno griego quiere impulsar, y creo que este sello en nuestro pasaporte será muy importante para construir confianza mutua con nuestros prestamistas", agregó.
Sus suaves palabras contrastaron con el tono de recriminación entre Grecia y Alemania por la austeridad, las relaciones entre sus ministros de Finanzas y las exigencias de reparaciones por la ocupación nazi del país heleno durante la Segunda Guerra Mundial.
Grecia presentó una protesta formal ante el Ministerio de Relaciones Exteriores germano acusando al ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, de haber insultado a su par griego, Yanis Varoufakis, erosionando más una relación que ya estaba complicada por la dura postura de Berlín ante la crisis griega.
Schaeuble negó haber llamado a Varoufakis "tontamente ingenuo", como informaron algunos medios griegos, asegurando a Reuters que era una "tontería" decir que le insultó.
El portavoz de la cancillería griega, Constantinos Koutras, dijo a Reuters que la queja está más relacionada con el tono general de las declaraciones de Schaeuble, poniendo en duda los datos presentados por Grecia y su voluntad de cumplir sus compromisos.
Al recordar una reunión privada con Varoufakis esta semana, Schaeuble dijo a los periodistas el martes en Bruselas: "Me dijo: 'Los medios son terribles'. Así que yo le contesté: 'Sí, pero la primera impresión que usted nos dio es que era mucho más fuerte en comunicación que en la sustancia. ¡Ese debe haber sido un error'".
Cuando los periodistas empezaron a reír, Schaeuble siguió: "¡Paren sus risas tontas! Así que le dije que la idea de que de repente era ingenuo sobre la comunicación era totalmente nueva para mí. Pero uno nunca deja de aprender".
Alemania ha adoptado la línea más dura para insistir en que Grecia no reciba más dinero del rescate hasta que ponga en marcha las reformas acordadas por el anterior Gobierno conservador, y reciba un informe positivo de la "troika" formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
El partido Syriza de Tsipras, de izquierda radical, fue elegido en enero con una plataforma para acabar con el rescate, la austeridad y la cooperación con la "troika".
Pero el mes pasado se vio obligado a pedir una ampliación de cuatro meses del rescate financiero para evitar la bancarrota y el colapso de los bancos griegos.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, intentó garantizar el jueves a sus socios de la zona euro que Grecia cumplirá el acuerdo de rescate ampliado con sus acreedores internacionales, pese a un enfrentamiento dialéctico entre Atenas y Berlín.
Tsipras aprovechó una visita a la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en París para defender una reestructuración de largo plazo de la deuda griega, al tiempo que prometió implementar las reformas acordadas.
"No hay motivo para preocuparse (...) Incluso si no hay un desembolso a tiempo de un tramo (del rescate), Grecia cumplirá con sus obligaciones", dijo a los periodistas.
"Estamos aquí con el fin de que la OCDE ponga su sello en las reformas que el Gobierno griego quiere impulsar, y creo que este sello en nuestro pasaporte será muy importante para construir confianza mutua con nuestros prestamistas", agregó.
Sus suaves palabras contrastaron con el tono de recriminación entre Grecia y Alemania por la austeridad, las relaciones entre sus ministros de Finanzas y las exigencias de reparaciones por la ocupación nazi del país heleno durante la Segunda Guerra Mundial.
Grecia presentó una protesta formal ante el Ministerio de Relaciones Exteriores germano acusando al ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, de haber insultado a su par griego, Yanis Varoufakis, erosionando más una relación que ya estaba complicada por la dura postura de Berlín ante la crisis griega.
Schaeuble negó haber llamado a Varoufakis "tontamente ingenuo", como informaron algunos medios griegos, asegurando a Reuters que era una "tontería" decir que le insultó.
El portavoz de la cancillería griega, Constantinos Koutras, dijo a Reuters que la queja está más relacionada con el tono general de las declaraciones de Schaeuble, poniendo en duda los datos presentados por Grecia y su voluntad de cumplir sus compromisos.
Al recordar una reunión privada con Varoufakis esta semana, Schaeuble dijo a los periodistas el martes en Bruselas: "Me dijo: 'Los medios son terribles'. Así que yo le contesté: 'Sí, pero la primera impresión que usted nos dio es que era mucho más fuerte en comunicación que en la sustancia. ¡Ese debe haber sido un error'".
Cuando los periodistas empezaron a reír, Schaeuble siguió: "¡Paren sus risas tontas! Así que le dije que la idea de que de repente era ingenuo sobre la comunicación era totalmente nueva para mí. Pero uno nunca deja de aprender".
Alemania ha adoptado la línea más dura para insistir en que Grecia no reciba más dinero del rescate hasta que ponga en marcha las reformas acordadas por el anterior Gobierno conservador, y reciba un informe positivo de la "troika" formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
El partido Syriza de Tsipras, de izquierda radical, fue elegido en enero con una plataforma para acabar con el rescate, la austeridad y la cooperación con la "troika".
Pero el mes pasado se vio obligado a pedir una ampliación de cuatro meses del rescate financiero para evitar la bancarrota y el colapso de los bancos griegos.