Tabaré Vázquez asume en Uruguay la presidencia relevando a Mujica
El nuevo mandatario aspira a que el país dé el salto definitivo al desarrollo y la modernización sobre la base del actual crecimiento
Magdalena Martínez
Montevideo, El País
Tabaré Vázquez ya es el presidente de la República de Uruguay; en una jornada de solemnidad antigua en Montevideo sus primeras palabras fueron para reconocer que “la vida me dio una segunda oportunidad” y celebrar “30 años ininterrumpidos de democracia”.
Vázquez, líder de la coalición izquierdista Frente Amplio, repite mandato tras convertirse en el 2005 en el primer presidente progresista de la historia de Uruguay. Sucede al ex guerrillero tupamaro José Mujica, cuya popularidad quedó patente durante las seis horas de ceremonia de investidura, a la que asistieron seis presidentes latinoamericanos, el rey Juan Carlos y delegaciones de todo el mundo.
En su primer discurso ante el Parlamento, Tabaré (cómo lo llaman los uruguayos) multiplicó las alusiones al prócer del independentismo nacional, José Gervasio Artigas, aquel que pidió a los uruguayos que fueran “tan ilustrados como valientes”. Fue un discurso solemne y aburrido, todo un cambio de estilo después de cinco años de escuchar las declaraciones y frases contundentes de Mujica.
La principal ambición de Vázquez, médico especialista en cáncer de 75 años, es implementar políticas para que Uruguay dé el gran salto al desarrollo. Uruguay atraviesa un periodo de bonanza económica con diez años de crecimiento con cifras superiores al 5%, una fuerte reducción de la pobreza y un desempleo que ronda el 6%. Sobre esta base trabaja desde hace varios meses el gabinete de transición del nuevo presidente, quien este mismo domingo se dirigirá a la población para anunciar los ejes de su nuevo Gobierno. Ejecutivo y eficaz, Tabaré quiere descentralizar el país, construir un Gobierno electrónico, lanzar la construcción de las grandes infraestructuras y crear una comisión que aclare el paradero de los desaparecidos de la dictadura (1973-1985).
Lejos de retirarse, José Mujica ocupará un escaño en el Senado y tendrá un gran peso en las decisiones de la próxima legislatura. En las últimas elecciones su partido dentro del Frente Amplio, el MPP (Movimiento de Participación Popular) obtuvo la mayor votación de la coalición y por ello será el líder de un importante grupo parlamentario. Mujica también seguirá siendo una baza internacional para el país rioplantense, rodeado de dos gigantes como Argentina y Brasil. Actualmente, el ministro de Exteriores saliente, Luis Almagro, es el candidato favorito para convertirse en Secretario General de la OEA. Además, Uruguay aspira a convertirse en miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Magdalena Martínez
Montevideo, El País
Tabaré Vázquez ya es el presidente de la República de Uruguay; en una jornada de solemnidad antigua en Montevideo sus primeras palabras fueron para reconocer que “la vida me dio una segunda oportunidad” y celebrar “30 años ininterrumpidos de democracia”.
Vázquez, líder de la coalición izquierdista Frente Amplio, repite mandato tras convertirse en el 2005 en el primer presidente progresista de la historia de Uruguay. Sucede al ex guerrillero tupamaro José Mujica, cuya popularidad quedó patente durante las seis horas de ceremonia de investidura, a la que asistieron seis presidentes latinoamericanos, el rey Juan Carlos y delegaciones de todo el mundo.
En su primer discurso ante el Parlamento, Tabaré (cómo lo llaman los uruguayos) multiplicó las alusiones al prócer del independentismo nacional, José Gervasio Artigas, aquel que pidió a los uruguayos que fueran “tan ilustrados como valientes”. Fue un discurso solemne y aburrido, todo un cambio de estilo después de cinco años de escuchar las declaraciones y frases contundentes de Mujica.
La principal ambición de Vázquez, médico especialista en cáncer de 75 años, es implementar políticas para que Uruguay dé el gran salto al desarrollo. Uruguay atraviesa un periodo de bonanza económica con diez años de crecimiento con cifras superiores al 5%, una fuerte reducción de la pobreza y un desempleo que ronda el 6%. Sobre esta base trabaja desde hace varios meses el gabinete de transición del nuevo presidente, quien este mismo domingo se dirigirá a la población para anunciar los ejes de su nuevo Gobierno. Ejecutivo y eficaz, Tabaré quiere descentralizar el país, construir un Gobierno electrónico, lanzar la construcción de las grandes infraestructuras y crear una comisión que aclare el paradero de los desaparecidos de la dictadura (1973-1985).
Lejos de retirarse, José Mujica ocupará un escaño en el Senado y tendrá un gran peso en las decisiones de la próxima legislatura. En las últimas elecciones su partido dentro del Frente Amplio, el MPP (Movimiento de Participación Popular) obtuvo la mayor votación de la coalición y por ello será el líder de un importante grupo parlamentario. Mujica también seguirá siendo una baza internacional para el país rioplantense, rodeado de dos gigantes como Argentina y Brasil. Actualmente, el ministro de Exteriores saliente, Luis Almagro, es el candidato favorito para convertirse en Secretario General de la OEA. Además, Uruguay aspira a convertirse en miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.