Los separatistas prorrusos denuncian una escalada de violencia en Donetsk pese al alto al fuego

Spartak, EP
El barrio de Spartak, en el norte Donetsk ha registrado este lunes ataques en los que se han empleado ametralladoras pesadas y fuego de artillería ligera. Según denuncian los rebeldes prorrusos, no ha habido un apaciguamiento en las hostilidades desde el alto al fuego del pasado mes de febrero en la zona del disputado aeropuerto de Donetsk.


Esta parte de la ciudad más grande del este de Ucrania, es una de las zonas donde los combates no han cesado pese al pacto internacional auspiciado por Rusia, Francia y Alemania que se firmó en Minsk. El alto el fuego se respeta en general en el resto de la región, pero no en Spartak.

"Ni un solo día ha sido tranquilo desde el pacto (...) uno de nuestros hombres ha muerto hoy y en total hemos perdido nueve efectivos desde el acuerdo del alto al fuego", asegura uno de los rebeldes en la zona, al que identifican como 'el georgiano'.

El rebelde separatista lidera a 120 miembros del batallón Vostok en Spartak, una zona donde la mayoría de las viviendas e infraestructuras han sido destruidas durante los meses de combates por el control del aeropuerto de Donetsk, cercano a este barrio. La base aérea ha sido completamente destruida, pero sus ruinas se encuentran en una zona controlada por los separatistas prorrusos.

Mientras la gran mayoría de la población local ha abandonado la zona, varias decenas de residentes aguantan en Spartak porque no quieren abandonar sus viviendas y sus pertenencias o simplemente porque no tienen un lugar en el que refugiarse.

"Llevamos un año de guerra aquí. Estamos acostumbrados a ello, pese a que no deberíamos acostumbrarnos a estas cosas. Tenemos un sótano en el que nos refugiamos cuando los combates se intensifican", declara Yelena, una vecina de 61 años de edad que vive junto a su hija, de 14 años, quien no ha asistido a la escuela desde el pasado mes de mayo.

Ambas partes del conflicto se han acusado mutuamente de violar el pacto de Minsk. Así, este lunes los disparos han provenido de ambos lados del frente en Spartak.

El Gobierno de Kiev, apoyado por las potencias occidentales, han acusado a Moscú de promover la rebelión separatista en Ucrania y de facilitar financiación y armamento y desplegar tropas rusas en la región.

Las autoridades rusas niega su participación directa en el conflicto, que ha causado más de 6.000 víctimas mortales desde el pasado mes de abril, mientras que los rebeldes aseguran que solo abren fuego cuando son atacados por las fuerzas ucranianas y han amenazado con extender su territorios ante el nulo respeto al alto al fuego.

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