La nave ‘Dawn’ llega esta semana al planeta enano Ceres

La sonda de la NASA estuvo ya en órbita del asteroide Vesta

Alicia Rivera
Madrid, El País
La sonda espacial Dawn, de la NASA, prepara su llegada al planeta enano Ceres, un cuerpo de 950 kilómetros de diámetro (frente a los 12.742 kilómetros de la Tierra) que perteneciente al cinturón de asteroides que hay entre Marte y Júpiter. Será el próximo viernes, según el plan previsto, cuando la sonda automática se ponga en órbita de este objeto del Sistema Solar, para estudiarlo de cerca durante un año. La Dawn, que partió de la Tierra en septiembre de 2007, exploró durante 14 meses (desde julio de 2011 hasta septiembre de 2012) el gran asteroide Vesta, de 525 kilómetros de diámetro, antes de encaminarse hacia Ceres. Será la primera nave que habrá estado en órbita de dos cuerpos del Sistema Solar, recalca la agencia espacial estadounidense.


“Tanto Vesta como Ceres iban a ser planetas, pero su desarrollo fue interrumpido por la influencia gravitatoria de Júpiter, así que estos dos cuerpos son como fósiles del amanecer del Sistema Solar y dan pistas sobre sus orígenes”, ha explicado Carol Raymond, científica de la misión en el Jet Propulsion Laboratory (JPL, en California).

Pero son dos objetos celestes bien diferentes. Mientras Vesta es un cuerpo rocoso y muy seco, se estima que el 25% de la masa de Ceres es agua. “Son muestras de los bloques de construcción que acabaron formando Venus, la Tierra y Marte; se considera que objetos como Vesta han contribuido de modo significativo a la formación del núcleo de nuestro planeta y otros como Ceres pudieron aportar el agua”, continúa Raymond.

El objetivo de la misión es caracterizar los procesos y condiciones que se han dado en la historia de estos dos objetos, de los más grandes del Cinturón de Asteroides.

La misión de la NASA, con un coste de unos 400 millones de euros, cuenta con la participación de instituciones y empresas de Alemania y de Italia. La sonda, de 1.240 kilos en el lanzamiento, lleva varios instrumentos científicos (dos cámaras, un espectrómetro de infrarrojo y visible para detectar minerales y otro de rayos gamma y neutrones para determinar la composición superficial). De su propulsión se encarga un motor iónico, con dos grandes paneles solares (de casi 20 metros de longitud total).

El plan para la Dawn, que no esta diseñada para descender a la superficie de estos objetos celestes, es que realice observaciones y toma de datos alrededor de Ceres, en órbita a diferentes alturas, con la máxima aproximación (375 kilómetros de altura sobre la superficie), prevista para el próximo noviembre.

En las últimas semanas, la nave espacial ha estado fotografiando Ceres, cada vez más de cerca y las imágenes más recientes muestran numerosos cráteres y raros puntos brillantes en su superficie que los científicos sospechan que dan pistas sobre cómo este planeta enano, el primer objeto que se descubrió en el cinturón de Asteroides, se formó y cómo ha ido cambiando su superficie. Los investigadores quieren centrarse en esos rasgos poco corrientes de Ceres y cómo cambian porque pueden sugerir una cierta actividad geológica allí.

Dentro de aproximadamente un año, acabará la misión Dawn y la nave se quedará, inactiva, como satélite de Ceres en una órbita muy estable, explica la NASA

“El estudio de Ceres nos permite hacer investigación histórica en el espacio, abriendo una ventana al primer capítulo de la evolución de nuestro Sistema Solar”, ha comentado Jim Green , director de la División de Ciencia Planetaria de la NASA.

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