La crisis institucional del Milán amenaza a Filippo Inzaghi
El momento de crisis que sufre el fútbol italiano se refleja en las dificultades de sus últimos equipos capaces de ganar una Champions League: Inter y Milán siguen sin levantar cabeza y los triunfos de la década pasada parecen cada vez más un recuerdo. Sin embargo, si los nerazzurri por lo menos están disputando la Europa League, el equipo rossonero está viviendo su primera temporada sin competiciones continentales en 15 años.
Una humillación enorme para un conjunto que presume de un palmarés infinito. A pesar de la ausencia de citas internacionales, el Milán marcha 10ª y alcanzar una clasificación europea de momento parece una utopía. En las últimas 11 jornadas, de hecho, apenas conquistó 10 puntos: el último fracaso llegó el lunes en Florencia, donde por fin mostró un nivel de juego aceptable, pero sufrió en los 10 minutos finales una letal remontada firmada por el español Joaquín.
Inzaghi. Una situación muy complicada que tampoco pudo arreglar el mercado de enero. La famosa sagacidad de Galliani hizo llegar jugadores como Cerci, Destro, Bocchetti, Paletta, Antonelli y Suso, aunque los problemas del equipo no estaban sólo en su plantilla. La poca experiencia en el banquillo de Filippo Inzaghi está pasando factura, el equipo sufre en defensa (a pesar de muchas buenas actuaciones de Diego López) y aún no tiene una clara identidad de juego, situación que también causó dificultades a Fernando Torres.
La posición del técnico es cada vez menos sólida y si el sábado ante el Cagliari no llegará una victoria su destitución podría hacerse realidad: en su lugar actuaría ad interim Cristian Brocchi, actual entrenador del equipo Primavera, aunque Galliani preferiría evitar esta deshonra a su SuperPippo. Habrá que trabajar mucho y rápido, con él o sin él: el Milán no puede conformarse con los fracasos de las últimas temporadas. Su historia le impone volver a lo grande.
Berlusconi negocia con un tailandés
Para la temporada que viene muchos rumores conducen a Montella de la Fiorentina y Sarri, que con su Empoli es una de las sorpresas de esta Serie A. Las novedades, además, también podrían revolucionar la directiva: según varios medios Berlusconi estaría dispuesto a vender una cuota del club al tailandés Bee Taechaubol para hacer más competitivo su proyecto, que incluiría la creación de un nuevo estadio.
