Independiente ganaba de local pero Belgrano se lo dio vuelta
Independiente dejó pasar una buena chance de recuperar la confianza de sus simpatizantes al perder por 2-1 frente a un Belgrano de Córdoba que capitalizó los errores defensivos del conjunto local y se adjudicó su segunda victoria en el torneo de Primera División.
Federico Mancuello, de tiro libre a los 21 minutos del primer tiempo, había adelantado momentáneamente al conjunto de Jorge Almirón, pero 15 minutos después Emiliano Rigoni marcó el empate y Claudio Pérez, de penal, a los 30 del segundo período, selló la victoria para el elenco cordobés.
Pese a llegar invicto a este encuentro, Independiente debía saldar una cuenta pendiente: cautivar a una parcialidad roja que en su mayoría cuestiona decisiones y planteos de su entrenador, Jorge Almirón, y que se había marchado por demás descontenta después de apenas arañar un empate ante Sarmiento de Junín en el anterior partido en el Estadio Libertadores de América.
Pareció en el comienzo que el Rojo podía llegar a concretar sus planes, porque dominó a Belgrano durante la primera media hora de juego. En ese lapso, el tándem Diego Martín Rodríguez-Federico Mancuello funcionó como la usina de juego de un equipo cuya propuesta fue jugar el balón al ras, pero que no tuvo el peso ofensivo deseado porque Lucas Albertengo y el colombiano José Valencia no estuvieron del todo finos.
En ese marco, Independiente sólo creó peligro antes de abrir el marcador con un córner a los 18 minutos de Mancuello, que intentó sorprender a Juan Carlos Olave, pero se encontró con una buena reacción del arquero cordobés.
Tres minutos después, el capitán del Rojo, que venía de anotarle a Quilmes, ejecutó con precisión un tiro libre al palo del arquero, que esta vez fue vencido porque se inclinó por intentar anticipar un potencial remate por encima de la barrera.
Sin embargo, el predominio del conjunto de Almirón concluyó apenas pasada la media hora de juego, cuando Belgrano comenzó a animarse y llegó, a los 32, por intermedio de Fernando Márquez, que se quedó con el grito atragantado por la buena intervención del volante Diego Rodríguez cuando el homónimo arquero de su equipo ya estaba vencido.
El Ruso Rodríguez quedó sentido en esa acción y el juego no se reanudó sino hasta los 36, cuando Sergio Escudero metió el balón en el área con un saque lateral, Emanuel Aguilera rechazó defectuoso y Rigoni, en el centro del área penal, conectó un zurdazo de volea para decretar el empate.
El partido pudo haberse inclinado después para el lado del local, en una jugada en la que Valencia no consiguió llegar a empujar la pelota debajo del arco, y para el lado de la visita, nuevamente por intermedio de Rigoni, y luego de Guillermo Farré.
En el segundo episodio el local no repitió nada de lo bueno que había realizado en la primera parte y Belgrano comenzó a desarrollar el juego que más le gusta: esperar y salir de contra.
Y fue así que se desniveló la balanza en su favor ante un conjunto local carente de ideas ofensivas, cuando a los 29 un error compartido entre Aguilera y Gustavo Toledo dejó de cara al arquero anfitrión al ingresado Lucas Parodi, quien fue derribado según la consideración del árbitro Diego Ceballos.
Claudio Pérez ejecutó el penal con firmeza y convicción, clavó la pelota en el ángulo superior derecho de un Rodríguez que voló hacia el otro palo y puso en ventaja a Belgrano, que resistió luego el intento de atropellada de Independiente y se llevó un gran triunfo para Córdoba.