Hong Kong arresta a 33 en protesta contra compradores chinos
Hong Kong, AP
La policía de Hong Kong arrestó el domingo a 33 personas debido a riñas ocurridas durante una protesta en una localidad fronteriza, en el ejemplo más reciente de la exacerbación de las tensiones por el aumento de la llegada de compradores de China continental a la ciudad.
Policías provistos de bastones rociaron pimienta contra la muchedumbre cuando la manifestación se salió de control debido a las reyertas entre los inconformes y numerosos residentes opuestos a la protesta que se burlaban de quienes participaban en la movilización.
La policía dijo que entre los detenidos figura un chico de 13 años.
Centenares de personas salieron para protestar en la más reciente movilización contra los compradores de la China continental, a los que responsabilizan de distorsionar la economía local con sus voraces hábitos de compras.
Los inconformes marcharon por el distrito suburbano de Yuen Long, cerca de la frontera con China continental, en un vecindario donde hay decenas de farmacias que venden una fórmula para bebés a fin de cubrir la demanda de los compradores continentales.
Los temores en China continental sobre las deficiencias de seguridad en la elaboración de alimentos han convertido la fórmula para bebés en una mercancía de alta demanda entre las personas del continente que visitan Hong Kong, que goza de la reputación de tener artículos de marca auténticos y de alta calidad.
Los manifestantes se quejan de que ante las grandes compras que hacen los chinos del continente los alquileres se han disparado para las tiendas minoristas y esta situación ha obligado el cierre de pequeños comercios.
"La gente está muy furiosa por los contrabandistas chinos porque no nos gusta que causen alzas, que todo se encarezca, provocan mucho caos y eso no nos beneficia", dijo el manifestante Kelvin Lee, miembro de Hong Kong Indígena, una de las dos agrupaciones que organizó la protesta.
Añadió que los residentes de las localidades suburbanas están hartos de los congestionamientos de tránsito y pilas de basura que generan los compradores provenientes de China continental. El año pasado, 47,3 millones de personas de China continental visitaron Hong Kong, una región administrativa especial de 7,3 millones de habitantes.
Muchos comerciantes optaron por bajar las persianas de sus establecimientos antes de la protesta y en las calles se podía ver a pocos visitantes de China continental que eran blanco de las quejas de los habitantes locales.
"Ellos han provocado que todos tengan que cerrar sus tiendas y no puedan hacer negocio. La gente tiene que pagar alquiler", dijo Choi Wai-leung, de 61 años.
En lo que va de año, localidades próximas a Hong Kong han registrado al menos dos protestas por este tipo de comercio, incluyendo una el mes pasado dentro de un centro comercial.
Cosméticos, medicinas y artículos de lujo son otras compras populares para clientes de China, ya que son más baratos por la ausencia de impuestos sobre las ventas en Hong Kong.
Los compradores a menudo trabajan para redes oscuras que organizan la reventa de las mercancías al otro lado de la frontera a fin de obtener un beneficio en lo que se conoce como comercio paralelo.
La policía de Hong Kong arrestó el domingo a 33 personas debido a riñas ocurridas durante una protesta en una localidad fronteriza, en el ejemplo más reciente de la exacerbación de las tensiones por el aumento de la llegada de compradores de China continental a la ciudad.
Policías provistos de bastones rociaron pimienta contra la muchedumbre cuando la manifestación se salió de control debido a las reyertas entre los inconformes y numerosos residentes opuestos a la protesta que se burlaban de quienes participaban en la movilización.
La policía dijo que entre los detenidos figura un chico de 13 años.
Centenares de personas salieron para protestar en la más reciente movilización contra los compradores de la China continental, a los que responsabilizan de distorsionar la economía local con sus voraces hábitos de compras.
Los inconformes marcharon por el distrito suburbano de Yuen Long, cerca de la frontera con China continental, en un vecindario donde hay decenas de farmacias que venden una fórmula para bebés a fin de cubrir la demanda de los compradores continentales.
Los temores en China continental sobre las deficiencias de seguridad en la elaboración de alimentos han convertido la fórmula para bebés en una mercancía de alta demanda entre las personas del continente que visitan Hong Kong, que goza de la reputación de tener artículos de marca auténticos y de alta calidad.
Los manifestantes se quejan de que ante las grandes compras que hacen los chinos del continente los alquileres se han disparado para las tiendas minoristas y esta situación ha obligado el cierre de pequeños comercios.
"La gente está muy furiosa por los contrabandistas chinos porque no nos gusta que causen alzas, que todo se encarezca, provocan mucho caos y eso no nos beneficia", dijo el manifestante Kelvin Lee, miembro de Hong Kong Indígena, una de las dos agrupaciones que organizó la protesta.
Añadió que los residentes de las localidades suburbanas están hartos de los congestionamientos de tránsito y pilas de basura que generan los compradores provenientes de China continental. El año pasado, 47,3 millones de personas de China continental visitaron Hong Kong, una región administrativa especial de 7,3 millones de habitantes.
Muchos comerciantes optaron por bajar las persianas de sus establecimientos antes de la protesta y en las calles se podía ver a pocos visitantes de China continental que eran blanco de las quejas de los habitantes locales.
"Ellos han provocado que todos tengan que cerrar sus tiendas y no puedan hacer negocio. La gente tiene que pagar alquiler", dijo Choi Wai-leung, de 61 años.
En lo que va de año, localidades próximas a Hong Kong han registrado al menos dos protestas por este tipo de comercio, incluyendo una el mes pasado dentro de un centro comercial.
Cosméticos, medicinas y artículos de lujo son otras compras populares para clientes de China, ya que son más baratos por la ausencia de impuestos sobre las ventas en Hong Kong.
Los compradores a menudo trabajan para redes oscuras que organizan la reventa de las mercancías al otro lado de la frontera a fin de obtener un beneficio en lo que se conoce como comercio paralelo.