Gisele Bündchen dice adiós a las pasarelas

La última supermodelo se despide en la semana de la moda de São Paulo

Leticia García
Madrid, El País
“Gisele Bündchen hará el último desfile de su carrera en la semana de la moda de São Paulo”, el tuit que publicó el periódico brasileño Estadão ha corrido como la pólvora. Su despedida de las pasarelas tendrá lugar el 20 de abril, en su Brasil natal y durante la presentación de la nueva colección de Colcci, una de las marcas más importantes en la carrera de la maniquí, y con la que ha realizado múltiples campañas.


Obligada por su madre a hacer un curso de modelaje junto a sus hermanas nada más iniciar su adolescencia (una salida profesional recurrente entre las jóvenes brasileñas para escapar de la pobreza), Gisele fue descubierta por un cazatalentos a los 14 años mientras paseaba por un centro comercial. A los pocos meses firmaba por la agencia Elite, responsable del éxito de muchas de las míticas top models de los años noventa, de Cindy Crawford a Naomi Campbell. Después llegarían las portadas internacionales, las campañas publicitarias (actualmente suma más de cien) y la expectación suscitada por esa vigorosa forma de caminar sobre la pasarela que convirtió en seña de identidad. Y que la catapultó al olimpo de las modelos. Hasta el punto de llevar ocho años consecutivos ostentando el primer puesto de la clasificación de las maniquíes mejor pagadas actualmente. En 2014 se embolsó alrededor de 35 millones de euros. Teniendo en cuenta que la segunda en la lista, Doutzen Kroes, facturó seis millones, sobran los motivos para afirmar que la brasileña es la reina indiscutible de la industria.

Casada desde 2009 con el ídolo del fútbol americano Tom Brady, el suyo es, según Forbes, el matrimonio más influyente de Estados Unidos después del formado por Beyoncé y Jay- Z. También una de las poquísimas parejas de famosos en las que ella gana más que él, concretamente doce millones anuales más. Sin embargo, ahora Bündchen quiere reducir su salario para pasar más tiempo con sus dos hijos. O al menos esa es la causa a la que distintos medios achacan su retirada de las pasarelas tras 20 años de profesión. Pero el de Gisele es un adiós parcial. Se retirará de las pasarelas, pero continuará siendo el rostro de decenas de vallas y anuncios, sobre todo si estos tienen que ver con los champús de Pantene, los dentífricos de Oral B y otras marcas de gran consumo de las que es o ha sido imagen. Aunque puede resultar paradójico, son los contratos de enseñas masivas y no los de las firmas de lujo o los desfiles los que más beneficios económicos reportan.

Con ella se va la última supermodelo de los noventa. Mujeres voluptuosas que se convirtieron en celebridades de culto masivo. Con Naomi apareciendo de forma muy esporádica, Claudia dedicada a su vida familiar y Gisele retirada de los focos, el futuro es de las modelos posadolescentes, de facciones aniñadas y currículos tan efímeros como intensos.

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