Embajador de Argentina en La Paz es denunciado por actos irregulares
La Paz, ANF
Según el diario "Clarín" de la capital argentina, Ariel Basteiro, embajador de ese país en Bolivia, estaría cometiendo una serie de actos administrativos irregulares. El periódico señala que Basteiro estaría solicitando a la Cancillería boliviana la extensión de visas y fanquicias diplomáticias a personas que si bien pertenecen al cuerpo diplomático, ya habrían cesado en sus tareas.
La denuncia dada a conocer en Buenos Aires, involucra a Basteiro como jefe de misión, pero también a su consejera Alejandra Elena di Vico, porque ella es quien terminaba firmando los papeles.
"Clarín" informó que tiene la certidumbre que de estos asuntos no son de conocimiento del canciller Héctor Timerman. En la oficina de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores no quisieron dar opinión ante la consulta de "Clarín. Lo que falta confirmar es si Basteiro pidió autorización a Buenos Aires para realizar esas gestiones.
"Clarín" confirmó al menos una de las irregularidades señaladas. Es la que involucra al ex agregado aeronáutico en la sede diplomática argentina en La Paz, Comodoro Edgardo Gustavo Sigler, quien debía dejar su cargo y trasladarse de regreso a Buenos Aires el 27 de octubre de 2014, junto a otros tres militares. Sin embargo, el 20 de octubre de 2014, De Vico y Basteiro solicitaron mediante nota dirigida a la cancillería boliviana, la ampliación de funciones y privilegios, cuando ya se le había vencido su estancia.
De los varios documentos y facturas de compra que exhibe "Clarín", surge una segunda irregularidad que tiene que ver con las gestiones de Basteiro para que el ex agregado Sigler pudiera tener una franquicia diplomática, lo que implica liberación de impuestos, para una camioneta Nissan que costó US$ 24.789. El problema es que Sigler ya tenía otra franquicia previa para su vehículo Citröen comprado en la Argentina, que entró a Bolivia con placa de cortesía por pedido del embajador argentino. La ley prohíbe la doble franquicia.
Los jefes de misión tienen la obligación de controlar todo lo referido a franquicias diplomáticas, según un apartado del reglamento para las representaciones diplomáticas en el exterior. El artículo 115° establece la preeminencia de las leyes locales, y en Bolivia sólo se permite tener una franquicia.
Según el diario "Clarín" de la capital argentina, Ariel Basteiro, embajador de ese país en Bolivia, estaría cometiendo una serie de actos administrativos irregulares. El periódico señala que Basteiro estaría solicitando a la Cancillería boliviana la extensión de visas y fanquicias diplomáticias a personas que si bien pertenecen al cuerpo diplomático, ya habrían cesado en sus tareas.
La denuncia dada a conocer en Buenos Aires, involucra a Basteiro como jefe de misión, pero también a su consejera Alejandra Elena di Vico, porque ella es quien terminaba firmando los papeles.
"Clarín" informó que tiene la certidumbre que de estos asuntos no son de conocimiento del canciller Héctor Timerman. En la oficina de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores no quisieron dar opinión ante la consulta de "Clarín. Lo que falta confirmar es si Basteiro pidió autorización a Buenos Aires para realizar esas gestiones.
"Clarín" confirmó al menos una de las irregularidades señaladas. Es la que involucra al ex agregado aeronáutico en la sede diplomática argentina en La Paz, Comodoro Edgardo Gustavo Sigler, quien debía dejar su cargo y trasladarse de regreso a Buenos Aires el 27 de octubre de 2014, junto a otros tres militares. Sin embargo, el 20 de octubre de 2014, De Vico y Basteiro solicitaron mediante nota dirigida a la cancillería boliviana, la ampliación de funciones y privilegios, cuando ya se le había vencido su estancia.
De los varios documentos y facturas de compra que exhibe "Clarín", surge una segunda irregularidad que tiene que ver con las gestiones de Basteiro para que el ex agregado Sigler pudiera tener una franquicia diplomática, lo que implica liberación de impuestos, para una camioneta Nissan que costó US$ 24.789. El problema es que Sigler ya tenía otra franquicia previa para su vehículo Citröen comprado en la Argentina, que entró a Bolivia con placa de cortesía por pedido del embajador argentino. La ley prohíbe la doble franquicia.
Los jefes de misión tienen la obligación de controlar todo lo referido a franquicias diplomáticas, según un apartado del reglamento para las representaciones diplomáticas en el exterior. El artículo 115° establece la preeminencia de las leyes locales, y en Bolivia sólo se permite tener una franquicia.