El Sevilla se impone en el intercambio de golpes en Riazor

A Coruña, As
Depor y Sevilla disputaron un duelo vibrante en el que la pegada de un estelar Vitolo acabó con las esperanzas coruñesas. El canario participó en los cuatro goles de su equipo (hizo un doblete) que sirvieron para poner fin a una racha de tres derrotas seguidas fuera de casa y dejar a los de Víctor Fernández muy tocados tras cuatro partidos seguidos sin ganar.


La importancia del partido quedó patente desde antes de su inicio, con los dos equipos en un corro buscando unión y concentración. Y en cuanto empezó a rodar el balón, a buscar al rival. El primero en avisar fue Bacca, cuando sólo iban cuatro minutos. Uno más tardó Lucas Pérez en rematar algo alto ante la salida de Sergio Rico.

El dominio parecía más del Sevilla, con Banega encontrando espacios entre líneas y moviendo al equipo. Los ataques más peligrosos llegaban desde la banda derecha, los del Depor, por la izquierda. El intercambio de golpes continuó y de nuevo Lucas Pérez, en un gran movimiento, llegó solo ante Sergio Rico, pero remató fuera. Víctor se desesperaba con el gafe de los suyos con el gol.

El alivio llegó poco después, cuando un buen robo en la media llegó a Cavaleiro, que tocó de primeras para que Oriol Riera rematase raso y abriese el marcador. Era el primer gol del delantero catalán, al que le costó 602 minutos acabar con su sequía.

Pero los de Emery sólo tardaron cinco minutos en igualar el choque. En este caso Bacca fue el asistente y Vitolo el rematador. Otra jugada eléctrica, otro buen gol.

La paz llegó hasta el descanso, porque el inicio del segundo tiempo fue de nuevo intenso, con un Depor desmelenado en busca del segundo gol. Pero el que golpeó fue el Sevilla. De nuevo Vitolo, de nuevo en el corazón de área, aunque esta vez a pase de Aleix Vidal.

El gol descompuso al Depor, que buscó el empate pero a cambio dejó unos espacios que el Sevilla no perdonó tras los intentos de unos activos Lucas y Oriol. El 1-3 llegó en un grueso penalti de Insua sobre Vitolo con polémica, ya que Juanfran estaba tirado en el suelo tras recibir un balonazo en la cara. Sea como fuere, Gameiro no perdonó.

El tramo final fue una locura. Mil contras claras del Sevilla, gol de Oriol Riera para la esperanza local y nueva sentencia de Vitolo con la colaboración de Sidnei. El 3-4 de Lucas con el partido acabado maquilló el resultado.

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