El Santiago Bernabéu no entiende los cambios de Carlo Ancelotti
Madrid, Goal.com
Grotesco patinazo del Real Madrid este domingo ante el Villarreal. Y no porque el Real Madrid no se pueda dejar puntos ante el cuadro amarillo, que es siempre garante de buen juego y resultados, sino por las formas en las que llegó este empate en el Santiago Bernabéu. Con un Real Madrid excesivamente tibio cuando se supone que había encontrado su pico de chispa, y encima podía despeñar al Atlético definitivamente de la carrera por la Liga. Y porque el Villarreal venía de jugar partidos muy duros, con poco descanso, y Marcelino había dispuesto un once pleno de suplentes en Concha Espina. Lo que termina por dejar el poso de que esos dos puntos no se le debían haber escapado nunca al equipo blanco en idénticas circunstancias.
Dicho lo cual, es más que merecido el punto que ha ganado el Villarreal en su visita a la capital, con un Sergio Asenjo extraordinario y un Luciano Vietto espectacular. Magnífico futuro el que le espera al menudo atacante amarillo. Saltó al césped con tres cuartos de partido ya disputados y revolucionó a su equipo. Todo lo contrario de lo que sucedió en el bando merengue, con las entradas de Asier Illarramendi, Jesé Rodríguez y Chicharito Hernández. En lo que terminó por resultar un capítulo más del extraño vodevil en el que se está convirtiendo esta temporada la política de rotaciones y sustituciones en el Real Madrid, como ya analizó Goal esta misma semana.
Carlo Ancelotti no anduvo acertado en Elche, dando muy pocos minutos a los suplentes cuando el partido estaba ganado, y deja la sensación de que quiso compensar ante el Villarreal, dando más cuerda a los jugadores de banquillo. Claro que en un caso el Real Madrid ganaba 0-2, y en el otro, el electrónico reflejaba un 1-1. No se entiende muy bien, lógicamente. Aunque luego el técnico pidiera disculpas en rueda de prensa, alegando que buscaba el equilibrio del equipo en el centro del campo. Pero claro, semejante vaivén acabó por desconcertar al aficionado que poblaba el Santiago Bernabéu, que no dudó en dedicarle una sonora pitada al técnico merengue.
Como dijo el propio Ancelotti en la rueda de prensa de este sábado, es "imposible" acertar con la crítica, pues ésta llega tanto si rotas mucho [en referencia supuestamente al Barcelona], como si rotas poco, que es su caso. Y no deja de ser irónico que el comentario generalizado en el coliseo blanco a las 21:00 de la noche fuera que siempre salen los mismos, cuando apenas dos horas después era que los cambios habían capado la reacción merengue.
La clave, seguramente, esté en que el nivel de los suplentes del Real Madrid sigue siendo muy inferior a la de los titulares. Y esta plaga de lesiones de jugadores fijos en el once inicial ha acentuado más si cabe ese abismo que existe entre los jugadores que entraron hoy al campo, y aquellos que dejaron su lugar sobre el césped. Difícil misión tiene ahí Ancelotti, por tanto. "Imposible" que llueva a gusto de todos, como bien dijo el sábado. Aunque no es menos cierto que quizás no fuera el mejor momento para alimentar esa 'lluvia' sobre según qué jugadores.
Grotesco patinazo del Real Madrid este domingo ante el Villarreal. Y no porque el Real Madrid no se pueda dejar puntos ante el cuadro amarillo, que es siempre garante de buen juego y resultados, sino por las formas en las que llegó este empate en el Santiago Bernabéu. Con un Real Madrid excesivamente tibio cuando se supone que había encontrado su pico de chispa, y encima podía despeñar al Atlético definitivamente de la carrera por la Liga. Y porque el Villarreal venía de jugar partidos muy duros, con poco descanso, y Marcelino había dispuesto un once pleno de suplentes en Concha Espina. Lo que termina por dejar el poso de que esos dos puntos no se le debían haber escapado nunca al equipo blanco en idénticas circunstancias.
Dicho lo cual, es más que merecido el punto que ha ganado el Villarreal en su visita a la capital, con un Sergio Asenjo extraordinario y un Luciano Vietto espectacular. Magnífico futuro el que le espera al menudo atacante amarillo. Saltó al césped con tres cuartos de partido ya disputados y revolucionó a su equipo. Todo lo contrario de lo que sucedió en el bando merengue, con las entradas de Asier Illarramendi, Jesé Rodríguez y Chicharito Hernández. En lo que terminó por resultar un capítulo más del extraño vodevil en el que se está convirtiendo esta temporada la política de rotaciones y sustituciones en el Real Madrid, como ya analizó Goal esta misma semana.
Carlo Ancelotti no anduvo acertado en Elche, dando muy pocos minutos a los suplentes cuando el partido estaba ganado, y deja la sensación de que quiso compensar ante el Villarreal, dando más cuerda a los jugadores de banquillo. Claro que en un caso el Real Madrid ganaba 0-2, y en el otro, el electrónico reflejaba un 1-1. No se entiende muy bien, lógicamente. Aunque luego el técnico pidiera disculpas en rueda de prensa, alegando que buscaba el equilibrio del equipo en el centro del campo. Pero claro, semejante vaivén acabó por desconcertar al aficionado que poblaba el Santiago Bernabéu, que no dudó en dedicarle una sonora pitada al técnico merengue.
Como dijo el propio Ancelotti en la rueda de prensa de este sábado, es "imposible" acertar con la crítica, pues ésta llega tanto si rotas mucho [en referencia supuestamente al Barcelona], como si rotas poco, que es su caso. Y no deja de ser irónico que el comentario generalizado en el coliseo blanco a las 21:00 de la noche fuera que siempre salen los mismos, cuando apenas dos horas después era que los cambios habían capado la reacción merengue.
La clave, seguramente, esté en que el nivel de los suplentes del Real Madrid sigue siendo muy inferior a la de los titulares. Y esta plaga de lesiones de jugadores fijos en el once inicial ha acentuado más si cabe ese abismo que existe entre los jugadores que entraron hoy al campo, y aquellos que dejaron su lugar sobre el césped. Difícil misión tiene ahí Ancelotti, por tanto. "Imposible" que llueva a gusto de todos, como bien dijo el sábado. Aunque no es menos cierto que quizás no fuera el mejor momento para alimentar esa 'lluvia' sobre según qué jugadores.