El Atlético se creyó demasiado el discurso de Diego Simeone
Por Francisco RicoMadrid, Goal.com
El Atlético de Madrid ha caído presa de sí mismo. La prudencia exagerada de Diego Simeone a la hora de marcar los objetivos del Atlético de Madrid en la Liga BBVA han acabado con su equipo relegado a pelear por la tercera plaza y dando por buenos los empates de las dos últimas semanas ante Valencia y Sevilla.
Desde que empezara la temporada, el preparador argentino ha repetido hasta la saciedad que "su" lucha en el campeonato español era por una plaza en la UEFA Champions League y habría de disputársela con valencianos y andaluces. Las previsiones de Diego Simeone no erraron y ambos equipos son sus principales perseguidores, aunque los de Unai Emery algo descolgados tras su reciente mala racha como visitantes.
Las dos últimas semanas se antojaban claves para saber si la plantilla y el propio 'Cholo' se tragaban su discurso o si verdaderamente eran superiores a sus dos teóricos enemigos y podrían meterse como 'tapado' en la lucha que librarán el Real Madrid y el Barcelona por el título. Esas dos semanas han pasado y los colchoneros se han llevado un punto por cada una de ellas y, lo que es peor, su imagen no invita a pensar que merecieran más.
Una puesta en escena muy pobre
En Sevilla esperaban a un Atleti herido tras su derrota en la Champions con ganas de cebarse con el cansacio sevillista pero se encontraron a un equipo timorato y conformista que ni de lejos exhibió la puesta en escena que se le presupone al defensor del título en disputa. Nunca fue el equipo de Simeone un equipo vistoso, no se le pide eso, pero sí fue siempre ambicioso, que en Nervión sólo Torres pusiera en jaque a la zaga local no se entiende precisamente por "hambre de campeón".
El 'Cholo' no negocia con el esfuerzo pero sí con las conclusiones positivas de una situación dudosa. "Me pareció un partido muy vibrante. Se vieron dos equipos trabajados. Me encantó el esfuerzo de los que jugaron. Nosotros vamos partido a partido. Es un buen punto porque competimos ante un rival directo", reflexionaba tras el empate en Nervión.
Tras el tropiezo 'autojustificado', el partido ante el Valencia se planteaba como un día para reafirmarse y tomar confianza ante el Bayer Leverkusen. De inicio esa fue la actitud del Aleti, que en intensidad recordó al que ganó al Madrid en Liga y Copa. De la mano del recuperado Koke se sentía fuerte para deshacerse del Valencia. Hasta el descanso el guión se cumplió en el juego y el marcador pero tras la reanudación y tras perder al canterano por nuevas molestias, el Atleti se fue acomplejando y aculando atrás dando alas a los de Nuno para que lograran el lógico empate. "Ni Valencia ni Sevilla pudieron ganarnos", parecía felicitarse ayer.
El discurso de Simeone ha llevado al Atlético de Madrid a cotas insospechadas hace cuatro años. Ha conseguido que Gabi, Koke o Diego Costa sean futbolistas codiciados en toda Europa o que Miguel Ángel Moyá pareciera un sustituto idóneo para Thibaut Courtois pero también los ha condenado a ni siquiera optar a revalidar el título que con tanto esfuerzo consiguieron el año pasado.
