Dos explosiones en iglesias de Pakistán dejan 14 muertos y 78 heridos
Lahore, Reuters
Bombas en el exterior de dos iglesias en la ciudad paquistaní de Lahore dejaron 14 personas muertas e hirieron a casi 80 durante el servicio del domingo, y los testigos dijeron que una rápida acción de un guardia de seguridad evitó muchas más muertes.
Un grupo escindido de los talibanes de Pakistán reivindicó la responsabilidad del acto.
Las explosiones tuvieron lugar en cuestión de minutos en un barrio cristiano en el este de la ciudad. La policía dijo que parecía que tenían como objetivo dos iglesias, una católica y una protestante, que están muy cerca.
Tras las explosiones, los enfurecidos residentes lincharon a dos sospechosos, dijo la policía.
"Estaba sentado en una tienda cerca de la iglesia cuando una explosión sacudió la zona. Me acerqué al lugar y vi al guardia de seguridad riñendo con un hombre que intentaba entrar en la iglesia, al no conseguirlo, se voló", dijo el testigo Amir Masih.
"Vi las partes de su cuerpo volando por los aires", dijo.
El guardia también murió, dijo. No estaba claro si la primera explosión fue desencadenada también por un suicida, agregó Masih.
Catorce personas murieron y 78 resultaron heridas, dijo Zahid Pervaiz, director provincial de salud general.
"La operación de rescate sigue en marcha y la cifra de muertos podría aumentar", sostuvo el portavoz de los servicios de rescate, Sayad Husain.
La facción talibán Yamaat-ul-Ahrar reivindicó el ataque.
Después de la explosión, los enfurecidos habitantes lincharon a dos hombres que creían sospechosos, dijo un policía. El periodista Riaz Ahmed comentó que había visto los dos cuerpos quemados en un cruce.
Los insurgentes en Pakistán han atacado a menudo a cristianos y a otras minorías religiosas en la última década. Muchos culpan al Gobierno por hacer poco para protegerlos. La policía de Pakistán tiene poca formación y financiamiento.
Lahore es la capital del Punyab, la provincia más rica y más poblada de Pakistán y el hogar político del primer ministro, Nawaz Sharif.
La ciudad es considerada en general como más pacífica que otras áreas de Pakistán, pero la violencia ha aumentado después de los intentos fallidos del Ejecutivo para mantener conversaciones de paz con los talibanes el pasado año.
Tras el fracaso de las conversaciones, los militares lanzaron una ofensiva en una remota región del noroeste de Waziristán del Norte, junto a la frontera afgana, para expulsar a los talibanes de la última gran región que controlaban.
Los militares controlan ahora las principales zonas urbanas, pero los residentes dicen que muchos insurgentes se marcharon antes de que comenzara la ofensiva y que otros siguen en zonas rurales.
Bombas en el exterior de dos iglesias en la ciudad paquistaní de Lahore dejaron 14 personas muertas e hirieron a casi 80 durante el servicio del domingo, y los testigos dijeron que una rápida acción de un guardia de seguridad evitó muchas más muertes.
Un grupo escindido de los talibanes de Pakistán reivindicó la responsabilidad del acto.
Las explosiones tuvieron lugar en cuestión de minutos en un barrio cristiano en el este de la ciudad. La policía dijo que parecía que tenían como objetivo dos iglesias, una católica y una protestante, que están muy cerca.
Tras las explosiones, los enfurecidos residentes lincharon a dos sospechosos, dijo la policía.
"Estaba sentado en una tienda cerca de la iglesia cuando una explosión sacudió la zona. Me acerqué al lugar y vi al guardia de seguridad riñendo con un hombre que intentaba entrar en la iglesia, al no conseguirlo, se voló", dijo el testigo Amir Masih.
"Vi las partes de su cuerpo volando por los aires", dijo.
El guardia también murió, dijo. No estaba claro si la primera explosión fue desencadenada también por un suicida, agregó Masih.
Catorce personas murieron y 78 resultaron heridas, dijo Zahid Pervaiz, director provincial de salud general.
"La operación de rescate sigue en marcha y la cifra de muertos podría aumentar", sostuvo el portavoz de los servicios de rescate, Sayad Husain.
La facción talibán Yamaat-ul-Ahrar reivindicó el ataque.
Después de la explosión, los enfurecidos habitantes lincharon a dos hombres que creían sospechosos, dijo un policía. El periodista Riaz Ahmed comentó que había visto los dos cuerpos quemados en un cruce.
Los insurgentes en Pakistán han atacado a menudo a cristianos y a otras minorías religiosas en la última década. Muchos culpan al Gobierno por hacer poco para protegerlos. La policía de Pakistán tiene poca formación y financiamiento.
Lahore es la capital del Punyab, la provincia más rica y más poblada de Pakistán y el hogar político del primer ministro, Nawaz Sharif.
La ciudad es considerada en general como más pacífica que otras áreas de Pakistán, pero la violencia ha aumentado después de los intentos fallidos del Ejecutivo para mantener conversaciones de paz con los talibanes el pasado año.
Tras el fracaso de las conversaciones, los militares lanzaron una ofensiva en una remota región del noroeste de Waziristán del Norte, junto a la frontera afgana, para expulsar a los talibanes de la última gran región que controlaban.
Los militares controlan ahora las principales zonas urbanas, pero los residentes dicen que muchos insurgentes se marcharon antes de que comenzara la ofensiva y que otros siguen en zonas rurales.