Ciclón en Vanuatu causa 24 muertes, dice la ONU
Wellington, AP
El ciclón que azotó la nación archipiélago de Vanuatu causó la muerte de 24 personas y obligó a 3.300 a dejar sus hogares, confirmó el lunes la Organización de los Naciones Unidas.
Las comunicaciones por radio y teléfono hacia al exterior de la isla no se ha restablecido a dos días de que el país sufriera el embate de lo que el presidente llamó "monstruosa tormenta", informó la Oficina para la Coordinación de Acciones Humanitarias de la ONU.
Agregó que 3.300 personas se encuentran en 37 centros de refugio en la isla principal del archipiélago, Efate y en las provincias de Torba y Penama. "Se han distribuido raciones básicas de emergencia a los evacuados, en las que hay agua, arroz, pescado o carne enlatada, café, té, azúcar, bizcochos y otros artículos", añadió el informe.
Aeronaves militares de Nueva Caledonia, Australia y Nueva Zelanda han llevado a cabo análisis aéreos del desastre. El informe más reciente se dio a conocer cuando el presidente de Vanuatu volaba de regreso al país, que repetidamente había hecho advertencias sobre los efectos devastadores que ha provocado el cambio climático al aumentar el nivel del mar.
Visiblemente agotado y con los ojos enrojecidos por no dormir, Baldwin Lonsdale dijo en una entrevista con The Associated Press el lunes que el paso del ciclón Pam destruyó o dañó 90% de los inmuebles en la capital, Port Vila.
"Este fue un ciclón muy devastador en Vanuatu. Lo describiría como un monstruo, un monstruo. Asestó un revés al gobierno y al pueblo de Vanuatu. Todo desarrollo alcanzado se ha reducido a cero", apuntó.
Los cortes en las comunicaciones le impidieron incluso ponerse en contacto con su familia. "No sabemos si nuestras familias están bien o no. Como el líder de la nación, todo mi corazón está con la gente, con el país", explicó el presidente.
Funcionarios en Vanuatu todavía no habían podido contactar con las islas periféricas y estaban tratando de determinar el alcance de la devastación generada por el ciclón, que barrió el país el sábado por la mañana con vientos de hasta 270 kilómetros (168 millas) por hora.
Fuera de la capital, Port Vila, había puentes caídos que impedían viajar en coche incluso por la isla principal, Efate.
Paolo Malatu, coordinador de la Oficina Nacional de Gestión de Desastres de Vanuatu, dijo que se había enviado cada avión y helicóptero disponible a las islas periféricas más afectadas.
"El año en viviendas e infraestructuras es grave", dijo Malatu. "La prioridad en este momento es que la gente tenga agua, comida y refugio".
El aeropuerto Port Vila ha reanudado su actividad, lo que permite la llegada de vuelos con materiales de asistencia. Lonsdale dijo que se necesitan una serie de artículos, desde lonas a contenedores de agua, pasando por artículos médicos y herramientas de construcción.
El hospital de la ciudad estaba lleno de pacientes y algunas camas fueron colocadas en las afueras debido al temor de que el edificio ya no sea seguro.
"Las salas han sido evacuadas debido al daño estructural del edificio", dijo el doctor Richard Leona al canal 7 de Televisión Australiana. "Nos urge la llegada de ayuda. Necesitamos una dotación de emergencia de medicinas y también colocar un hospital portátil para atender a la ola de pacientes que recibimos".
En Port Vila, barcos destrizados cubrían el puerto y montones de artículos del hogar yacían empapados y enredados entre ramas de árboles en los lugares donde antes se levantaban las viviendas a los que pertenecían.
Muchos de los residentes de la ciudad pasaron el lunes retirando árboles caídos y limpiando lo que quedó de sus casas. Los que se quedaron sin ella suelen alojarse con familiares cuyas viviendas resistieron a Pam, o duermen en albergues temporales levantados por organizaciones humanitarias, dijo la portavoz de UNICEF Alice Clements.
El acceso a comida y agua es una preocupación urgente, dijo Clements desde Port Vila. Gran parte del suministro de agua de la ciudad se ha contaminado, por lo que muchos residentes la hierven antes de beberla. El hospital está desbordado por el número de pacientes y no puede tratar a todos los que necesitan ayuda.
Mediante vuelos de reconocimiento se avistaron algunas comunidades totalmente destruidas, dijo el jefe de la Sociedad de la Cruz Roja de Vanuatu, Hannington Alatoa.
Algunos vuelos comerciales han retomado sus rutas, aunque sus servicios son limitados. Georgina Roberts, alta comisionada de Nueva Zelanda para Vanuatu, dijo que dos aviones de la fuerza aérea del país llegarán el lunes para repatriar a unos 100 turistas neozelandeses.
La periodista neozelandesa Frances Cook y su marido viajaron a Vanuatu para su luna de miel dos días antes paso del ciclón. Dijo que sabía que se acercaba la tormenta pero que pensó que no sería tan mala como señalaban las predicciones.
"Ha sido emocionante", bromeó.
En lugar de lanzarse en tirolesa por la selva y observar volcanes en activo, Cook ha estado informando a su país sobre la devastadora situación. Muchos turistas estaban desesperados por salir del país y algunos temían incluso por su seguridad, añadió.
"Es un lugar ideal y la gente es muy agradable", dijo. "Es bastante decepcionante ver que sucede esto".
Vanuatu tiene 267.000 habitantes repartidos en 65 islas. Unas 47.000 personas viven la capital. UNICEF estima que entre los afectados por el ciclón hay 54.000 niños.
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El ciclón que azotó la nación archipiélago de Vanuatu causó la muerte de 24 personas y obligó a 3.300 a dejar sus hogares, confirmó el lunes la Organización de los Naciones Unidas.
Las comunicaciones por radio y teléfono hacia al exterior de la isla no se ha restablecido a dos días de que el país sufriera el embate de lo que el presidente llamó "monstruosa tormenta", informó la Oficina para la Coordinación de Acciones Humanitarias de la ONU.
Agregó que 3.300 personas se encuentran en 37 centros de refugio en la isla principal del archipiélago, Efate y en las provincias de Torba y Penama. "Se han distribuido raciones básicas de emergencia a los evacuados, en las que hay agua, arroz, pescado o carne enlatada, café, té, azúcar, bizcochos y otros artículos", añadió el informe.
Aeronaves militares de Nueva Caledonia, Australia y Nueva Zelanda han llevado a cabo análisis aéreos del desastre. El informe más reciente se dio a conocer cuando el presidente de Vanuatu volaba de regreso al país, que repetidamente había hecho advertencias sobre los efectos devastadores que ha provocado el cambio climático al aumentar el nivel del mar.
Visiblemente agotado y con los ojos enrojecidos por no dormir, Baldwin Lonsdale dijo en una entrevista con The Associated Press el lunes que el paso del ciclón Pam destruyó o dañó 90% de los inmuebles en la capital, Port Vila.
"Este fue un ciclón muy devastador en Vanuatu. Lo describiría como un monstruo, un monstruo. Asestó un revés al gobierno y al pueblo de Vanuatu. Todo desarrollo alcanzado se ha reducido a cero", apuntó.
Los cortes en las comunicaciones le impidieron incluso ponerse en contacto con su familia. "No sabemos si nuestras familias están bien o no. Como el líder de la nación, todo mi corazón está con la gente, con el país", explicó el presidente.
Funcionarios en Vanuatu todavía no habían podido contactar con las islas periféricas y estaban tratando de determinar el alcance de la devastación generada por el ciclón, que barrió el país el sábado por la mañana con vientos de hasta 270 kilómetros (168 millas) por hora.
Fuera de la capital, Port Vila, había puentes caídos que impedían viajar en coche incluso por la isla principal, Efate.
Paolo Malatu, coordinador de la Oficina Nacional de Gestión de Desastres de Vanuatu, dijo que se había enviado cada avión y helicóptero disponible a las islas periféricas más afectadas.
"El año en viviendas e infraestructuras es grave", dijo Malatu. "La prioridad en este momento es que la gente tenga agua, comida y refugio".
El aeropuerto Port Vila ha reanudado su actividad, lo que permite la llegada de vuelos con materiales de asistencia. Lonsdale dijo que se necesitan una serie de artículos, desde lonas a contenedores de agua, pasando por artículos médicos y herramientas de construcción.
El hospital de la ciudad estaba lleno de pacientes y algunas camas fueron colocadas en las afueras debido al temor de que el edificio ya no sea seguro.
"Las salas han sido evacuadas debido al daño estructural del edificio", dijo el doctor Richard Leona al canal 7 de Televisión Australiana. "Nos urge la llegada de ayuda. Necesitamos una dotación de emergencia de medicinas y también colocar un hospital portátil para atender a la ola de pacientes que recibimos".
En Port Vila, barcos destrizados cubrían el puerto y montones de artículos del hogar yacían empapados y enredados entre ramas de árboles en los lugares donde antes se levantaban las viviendas a los que pertenecían.
Muchos de los residentes de la ciudad pasaron el lunes retirando árboles caídos y limpiando lo que quedó de sus casas. Los que se quedaron sin ella suelen alojarse con familiares cuyas viviendas resistieron a Pam, o duermen en albergues temporales levantados por organizaciones humanitarias, dijo la portavoz de UNICEF Alice Clements.
El acceso a comida y agua es una preocupación urgente, dijo Clements desde Port Vila. Gran parte del suministro de agua de la ciudad se ha contaminado, por lo que muchos residentes la hierven antes de beberla. El hospital está desbordado por el número de pacientes y no puede tratar a todos los que necesitan ayuda.
Mediante vuelos de reconocimiento se avistaron algunas comunidades totalmente destruidas, dijo el jefe de la Sociedad de la Cruz Roja de Vanuatu, Hannington Alatoa.
Algunos vuelos comerciales han retomado sus rutas, aunque sus servicios son limitados. Georgina Roberts, alta comisionada de Nueva Zelanda para Vanuatu, dijo que dos aviones de la fuerza aérea del país llegarán el lunes para repatriar a unos 100 turistas neozelandeses.
La periodista neozelandesa Frances Cook y su marido viajaron a Vanuatu para su luna de miel dos días antes paso del ciclón. Dijo que sabía que se acercaba la tormenta pero que pensó que no sería tan mala como señalaban las predicciones.
"Ha sido emocionante", bromeó.
En lugar de lanzarse en tirolesa por la selva y observar volcanes en activo, Cook ha estado informando a su país sobre la devastadora situación. Muchos turistas estaban desesperados por salir del país y algunos temían incluso por su seguridad, añadió.
"Es un lugar ideal y la gente es muy agradable", dijo. "Es bastante decepcionante ver que sucede esto".
Vanuatu tiene 267.000 habitantes repartidos en 65 islas. Unas 47.000 personas viven la capital. UNICEF estima que entre los afectados por el ciclón hay 54.000 niños.
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