Boca aprovechó una ráfaga y liquidó a Estudiantes de La Plata
Boca Juniors venció por 3-0 a Estudiantes de La Plata en un partido que se le había presentado con complicaciones y que se destrabó de repente.
En La Bombonera, y por la séptima fecha del campeonato de Primera División, dos goles en dos minutos, entre los 38 y los 40 de la etapa inicial, marcados por Cristian Erbes y Daniel Osvaldo, dejaron prácticamente definido el juego y la goleada la selló, ya en el segundo período, Franco Cristaldo, con Estudiantes disminuido por las expulsiones del uruguayo Matías Aguirregaray y Carlos Auzqui.
Un sólido medio juego, con muy buenas producciones de Erbes y Pablo Pérez, fue la base de sustentación de Boca, que contó también con positivas prestaciones de Osvaldo y Marco Torsiglieri, pero que por sobre todo no ofreció puntos débiles.
El equipo de Rodolfo Arruabarrena comenzó ejerciendo presión en campo del adversario, haciendo ancha la cancha y procurando imponer superioridad sobre las bandas, pero le llevó tiempo hallar resolución en los últimos metros.
Estudiantes esperó y empezó a encontrar posibilidades con Ezequiel Cerutti, muy activo, buscando espacio a espaldas de los defensores, en particular por la zona de Nicolás Colazo.
Fue al equipo platense que le correspondió la primera oportunidad, muy clara, en el minuto 16 y con su fórmula favorita: aparición de Cerutti por derecha, centro, perfecto anticipo del uruguayo Diego Vera en el primer palo y el cabezazo que fue a dar al palo derecho, con Guillermo Sara vencido.
Boca replicó de inmediato, a los 19, después de un centro de Gino Peruzzi y un rebote, con una rara pirueta de Andrés Chávez, incómodo, para meter un zurdazo que se fue cerca de un ángulo.
A continuación, sobre los 20, centro de Colazo, toque de Pablo Pérez y nuevo remate de Chávez, por izquierda, desde cerca, que se desvió y terminó en tiro de esquina.
El partido se enredó luego de las rencillas entre Osvaldo y Leandro Desábato, que terminaron en amonestaciones para ambos, y en el siguiente segmento Boca tenía más la pelota sin riesgo para Hilario Navarro, pero cuando el juego estaba en punto muerto, de la nada, aparecieron dos goles sucesivos.
En el primero, después de un bonito caño de Osvaldo a Desábato, Erbes, desde fuera del área, levemente volcado sobre la izquierda, sacó un derechazo espléndido que hizo pasar la pelota por encima de Navarro y levantó la red.
Dos minutos más tarde, acción combinada por la derecha, toque corto de Federico Carrizo para la llegada de Osvaldo y seco remate que dejó sin posibilidades al arquero.
El descanso no le bastó a Estudiantes para reponerse de los golpes recibidos y el control de juego por parte de Boca, desde el principio del segundo capítulo, fue absoluto.
A los 18 se fue expulsado Aguirregaray, quien recibió su segunda amonestación por cortar con infracción un contraataque que comandaba Erbes y, cuatro minutos más tarde, Auzqui se ganó la tarjeta roja, directa, por un golpe a Carrizo, en evidente demostración de impotencia.
El tercer y último tanto llegó en el minuto 33: lo gestó Leandro Marín (ingresado poco antes), quien tiró una pared con Carrizo, recibió la devolución y ejecutó el centro hacia atrás. Lo definió Cristaldo, otro de los que entraron de refresco, de frente al arco.
De habérselo propuesto, Boca pudo haber establecido una diferencia mayor, pero, satisfecho, se dedicó a hacer circular el balón frente a un oponente que sólo deseaba la finalización del cotejo.