Arranca software que dará con delincuentes a través de huellas
Sergio Mendoza / La Paz
En vez del uso tradicional de documentos impresos, donde los delincuentes dejaron alguna vez sus huellas digitales, la Policía Boliviana aspira desde hace ya algunos años utilizar un sistema digitalizado para encontrar al autor material de un crimen.
Consiste en una herramienta que les facilite el trabajo de encontrar a quien le pertenece una "x” huella dactilar hallada en el lugar de algún hecho delictivo.
El proyecto se pensó por lo menos desde noviembre de 2012. Se le puso el nombre de "Sistema Informático Multibiométrico Criminal”. Pasaron más de 25 meses y recién en enero de este año arrancó la primera fase para ponerlo en marcha: la carga masiva del Afis Criminal (Sistema Automatizado de Identificación Dactilar), con un primer desembolso de 7,1 millones de bolivianos. El trabajo consiste en digitalizar más de dos millones de fichas con las huellas de los delincuentes que alguna vez detuvo la Policía.
La información digitalizada de todos los prontuarios del país será almacenada en una central informática.
La idea es que si usted sufre un robo, por ejemplo, y en el lugar del hecho la Policía descubre una o varias huellas dactilares del presunto autor, se capturará la evidencia a través de un dispositivo y se la ingresará al Afis Criminal. El programa identificará todos los rasgos de la huella y con base en las características comparará en su base de datos hasta dar con el autor, algo que hoy en día todavía se hace artesanalmente, con lupa y mucha paciencia para revisar las fichas y encontrar coincidencias.
En Bolivia ya existe otro tipo de Afis, el civil. La diferencia es que éste contiene las huellas de todos los ciudadanos, obtenidas para sacar la cédula de identidad, por ejemplo; mientras que el Afis Criminal se alimenta de las muestras tomadas a sospechosos y antisociales que fueron registrados por la Policía, y también de las huellas encontradas en una escena donde ocurrió un delito.
El primer tipo compara uno a uno. El ciudadano expone su huella y el sistema niega o afirma que es quien dice ser. El segundo hace una comparación de uno contra millones, es decir de un sospechoso contra los millones de registros almacenados en el sistema hasta reconocerlo.
Además de lograr la identificación dactilar, se identificará al delincuente por el rostro, ya que el sistema tendrá las fotografías de cada uno de ellos.
Fue el ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, quien anunció que Bolivia sería el último país de la región en implementar este tipo de tecnología, algo que debió hacerse desde hace mucho tiempo, remarcó.
Mientras tanto, los técnicos de la Policía realizan la carga masiva de los prontuarios delictivos en oficinas del cuarto piso de la Dirección Nacional de Fiscalización y Recaudaciones (DNFR), en el centro de la ciudad de La Paz.
En la rendición de cuentas de su dependencia, el director de la DNFR, Óscar Soliz, explicó a Página Siete que en esta primera fase "se está recopilando la información de todo el país para que los investigadores tengan acceso a la base de datos las 24 horas del día y los siete días a la semana”.
Soliz prevé que la carga masiva finalizará en junio y en una segunda fase se distribuirá en las ciudades capitales de los nueve departamentos puntos de captura de información, es decir tecnología para registrar a los "nuevos” delincuentes en la base de datos y así dejar poco a poco de lado la tinta y la fichas impresas.
La capacitación del personal que manejará el Afis es una tarea pendiente. Pero Soliz advierte que no se debe imitar a instituciones extranjeras, como el FBI, que si bien tienen un elevado nivel investigativo y tecnológico, operan en una realidad diferente a la boliviana. "Esto debemos adecuarlo a nuestra idiosincrasia. No podemos compararnos con el FBI. Debemos ir paso a paso, por eso priorizaremos la capacitación”.
El Afis Criminal boliviano será desarrollado conforme a las normas de la Interpol, que reúne a 190 países. "Podremos intercambiar información con valor biométrico con la Interpol”, destacó Soliz, y de esta manera se pueda acceder a una base de datos de huellas dactilares mucho más amplia de lo que se pensaba.
Tres nuevos proyectos para el futuro del sistema
Una vez consolidado el Afis Criminal, se prevé este año continuar con etapas más ambiciosas en lo que es el conjunto del Sistema Informático Multibiométrico Criminal.
Son tres fases. La primera consiste en el reconocimiento del iris mediante un aparato infrarrojo para digitalizar la imagen y aislar sus características, que son individuales e irrepetibles.
La segunda etapa es el reconocimiento de voz. El concepto es el mismo que el de la identificación dactilar o del iris, pues se almacena en una base de datos las voces grabadas de sospechosos y delincuentes. Se utiliza en casos en los que se tiene la grabación de la voz de un criminal, pero no se lo conoce, en una llamada telefónica, por ejemplo.
Por último, la Policía Boliviana aspira también a desarrollar un banco de datos genético criminal. En el que estén almacenados los ADN de todos los delincuentes para hacer comparaciones.
Todos estos proyectos forman parte de la biometría, el estudio de métodos automáticos para el reconocimiento de personas.
Otras experiencias
Chile En enero de 2005, el vecino país Chile ya contaba con un Afis Criminal, en el que almacenaron a 270 mil personas que alguna vez fueron presentadas ante tribunales.
Argentina En marzo de 2011, en Argentina se creó el Sistema Federal de Identificación Biométrica para la Seguridad, con un Afis Criminal de última generación.
EEUU El FBI comenzó a utilizar un sistema informático de identificación de huellas dactilares en 1999.
En vez del uso tradicional de documentos impresos, donde los delincuentes dejaron alguna vez sus huellas digitales, la Policía Boliviana aspira desde hace ya algunos años utilizar un sistema digitalizado para encontrar al autor material de un crimen.
Consiste en una herramienta que les facilite el trabajo de encontrar a quien le pertenece una "x” huella dactilar hallada en el lugar de algún hecho delictivo.
El proyecto se pensó por lo menos desde noviembre de 2012. Se le puso el nombre de "Sistema Informático Multibiométrico Criminal”. Pasaron más de 25 meses y recién en enero de este año arrancó la primera fase para ponerlo en marcha: la carga masiva del Afis Criminal (Sistema Automatizado de Identificación Dactilar), con un primer desembolso de 7,1 millones de bolivianos. El trabajo consiste en digitalizar más de dos millones de fichas con las huellas de los delincuentes que alguna vez detuvo la Policía.
La información digitalizada de todos los prontuarios del país será almacenada en una central informática.
La idea es que si usted sufre un robo, por ejemplo, y en el lugar del hecho la Policía descubre una o varias huellas dactilares del presunto autor, se capturará la evidencia a través de un dispositivo y se la ingresará al Afis Criminal. El programa identificará todos los rasgos de la huella y con base en las características comparará en su base de datos hasta dar con el autor, algo que hoy en día todavía se hace artesanalmente, con lupa y mucha paciencia para revisar las fichas y encontrar coincidencias.
En Bolivia ya existe otro tipo de Afis, el civil. La diferencia es que éste contiene las huellas de todos los ciudadanos, obtenidas para sacar la cédula de identidad, por ejemplo; mientras que el Afis Criminal se alimenta de las muestras tomadas a sospechosos y antisociales que fueron registrados por la Policía, y también de las huellas encontradas en una escena donde ocurrió un delito.
El primer tipo compara uno a uno. El ciudadano expone su huella y el sistema niega o afirma que es quien dice ser. El segundo hace una comparación de uno contra millones, es decir de un sospechoso contra los millones de registros almacenados en el sistema hasta reconocerlo.
Además de lograr la identificación dactilar, se identificará al delincuente por el rostro, ya que el sistema tendrá las fotografías de cada uno de ellos.
Fue el ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, quien anunció que Bolivia sería el último país de la región en implementar este tipo de tecnología, algo que debió hacerse desde hace mucho tiempo, remarcó.
Mientras tanto, los técnicos de la Policía realizan la carga masiva de los prontuarios delictivos en oficinas del cuarto piso de la Dirección Nacional de Fiscalización y Recaudaciones (DNFR), en el centro de la ciudad de La Paz.
En la rendición de cuentas de su dependencia, el director de la DNFR, Óscar Soliz, explicó a Página Siete que en esta primera fase "se está recopilando la información de todo el país para que los investigadores tengan acceso a la base de datos las 24 horas del día y los siete días a la semana”.
Soliz prevé que la carga masiva finalizará en junio y en una segunda fase se distribuirá en las ciudades capitales de los nueve departamentos puntos de captura de información, es decir tecnología para registrar a los "nuevos” delincuentes en la base de datos y así dejar poco a poco de lado la tinta y la fichas impresas.
La capacitación del personal que manejará el Afis es una tarea pendiente. Pero Soliz advierte que no se debe imitar a instituciones extranjeras, como el FBI, que si bien tienen un elevado nivel investigativo y tecnológico, operan en una realidad diferente a la boliviana. "Esto debemos adecuarlo a nuestra idiosincrasia. No podemos compararnos con el FBI. Debemos ir paso a paso, por eso priorizaremos la capacitación”.
El Afis Criminal boliviano será desarrollado conforme a las normas de la Interpol, que reúne a 190 países. "Podremos intercambiar información con valor biométrico con la Interpol”, destacó Soliz, y de esta manera se pueda acceder a una base de datos de huellas dactilares mucho más amplia de lo que se pensaba.
Tres nuevos proyectos para el futuro del sistema
Una vez consolidado el Afis Criminal, se prevé este año continuar con etapas más ambiciosas en lo que es el conjunto del Sistema Informático Multibiométrico Criminal.
Son tres fases. La primera consiste en el reconocimiento del iris mediante un aparato infrarrojo para digitalizar la imagen y aislar sus características, que son individuales e irrepetibles.
La segunda etapa es el reconocimiento de voz. El concepto es el mismo que el de la identificación dactilar o del iris, pues se almacena en una base de datos las voces grabadas de sospechosos y delincuentes. Se utiliza en casos en los que se tiene la grabación de la voz de un criminal, pero no se lo conoce, en una llamada telefónica, por ejemplo.
Por último, la Policía Boliviana aspira también a desarrollar un banco de datos genético criminal. En el que estén almacenados los ADN de todos los delincuentes para hacer comparaciones.
Todos estos proyectos forman parte de la biometría, el estudio de métodos automáticos para el reconocimiento de personas.
Otras experiencias
Chile En enero de 2005, el vecino país Chile ya contaba con un Afis Criminal, en el que almacenaron a 270 mil personas que alguna vez fueron presentadas ante tribunales.
Argentina En marzo de 2011, en Argentina se creó el Sistema Federal de Identificación Biométrica para la Seguridad, con un Afis Criminal de última generación.
EEUU El FBI comenzó a utilizar un sistema informático de identificación de huellas dactilares en 1999.