ANÁLISIS / Apple quiere ser exclusivo
Este experto analiza la novedad de la firma y defiende que la tecnología no parece ser precisamente lo fundamental en este lanzamiento
Jaime García Cantero, El País
El lanzamiento el lunes de Apple Watch confirma la estrategia de la compañía, convencida de que su futuro pasa por la exclusividad de su marca, el continente asiático y, por qué no, el enorme mercado del lujo. Veamos algunas de las direcciones estratégicas que confirmaba el gigante de la manzana en la presentación en San Francisco de su nuevo dispositivo:
A Apple la tecnología no le importa (y, al parecer, a sus clientes tampoco). Como decía hace años Nicholas Carr en su famoso artículo que luego fue libro, la tecnología no importa o, al menos, es evidente que no es lo fundamental en este lanzamiento. El más claro ejemplo es que tecnológicamente los tres Apple Watch son exactamente iguales, no hay ninguna diferencia en capacidades, funcionalidades, prestaciones o capacidades; da igual si usted se gasta 400 u 11.000 euros, podrá hacer lo mismo con su Apple Watch que, además, es más o menos lo mismo que puede hacer con cualquiera de sus competidores con precios en torno a los 250 euros. Pero es que hace mucho tiempo que Apple es consciente de que este no es un tema de tecnología, que el comprador de sus productos no compra un teléfono, ni un reproductor de música ni ahora un reloj; compra moda, compra marca y compra (o compraba) exclusividad y eso, sin duda, se lo va a dar con creces el nuevo dispositivo de la casa. Por eso muchos analistas y geeks seguirán haciendo exámenes técnicos y comparando funcionalidades del Apple Watch frente a su competencia y, por supuesto, no entenderán nada, porque esto no va de tecnología...
El mercado asiático es hoy es el objetivo fundamental de la compañía. No hay más que ver el Apple Watch de oro y los nuevos colores del MacBook (ese dorado sospechosamente excesivo) para entender cuál es hoy el mercado objetivo de la compañía de Cupertino, que vende ya más iPhones en China que en los mismísimos EE UU. Tres de los nueve países en los que se comercializará inicialmente Apple Watch son asiáticos, y la compañía ya ha confirmado la disponibilidad del Apple Watch Edition (el reloj que cuesta 11.000 euros) en conocidas tiendas de estos países, así como en algunas de las exclusivas tiendas europeas que menos venden a europeos.
Apple entra en el mercado del lujo. Como consecuencia de lo anterior parece obvio que la competencia de Apple en este entorno no es Motorola, Samsung o LG sino Cartier, Rolex y cualquier marca de lujo, haga o no relojes. Poner en el mercado un smartwatch que, en realidad, es un carísimo accesorio del iPhone -porque es incapaz de funcionar sin este- con un precio entre 400 y 11.000 dólares, cuando la media del mercado ronda un precio de 250 euros no es competir en ese, según dicen, creciente mercado, si no inventarse uno nuevo o entrar con todo el armamento en ese lucrativo mercado del lujo que mueve ingentes cantidades. No sé si Apple dominará el mercado de los relojes inteligentes , pero sí creo que puede jugar un papel relevante en el mucho mayor mercado del lujo.
Jaime García Cantero, El País
El lanzamiento el lunes de Apple Watch confirma la estrategia de la compañía, convencida de que su futuro pasa por la exclusividad de su marca, el continente asiático y, por qué no, el enorme mercado del lujo. Veamos algunas de las direcciones estratégicas que confirmaba el gigante de la manzana en la presentación en San Francisco de su nuevo dispositivo:
A Apple la tecnología no le importa (y, al parecer, a sus clientes tampoco). Como decía hace años Nicholas Carr en su famoso artículo que luego fue libro, la tecnología no importa o, al menos, es evidente que no es lo fundamental en este lanzamiento. El más claro ejemplo es que tecnológicamente los tres Apple Watch son exactamente iguales, no hay ninguna diferencia en capacidades, funcionalidades, prestaciones o capacidades; da igual si usted se gasta 400 u 11.000 euros, podrá hacer lo mismo con su Apple Watch que, además, es más o menos lo mismo que puede hacer con cualquiera de sus competidores con precios en torno a los 250 euros. Pero es que hace mucho tiempo que Apple es consciente de que este no es un tema de tecnología, que el comprador de sus productos no compra un teléfono, ni un reproductor de música ni ahora un reloj; compra moda, compra marca y compra (o compraba) exclusividad y eso, sin duda, se lo va a dar con creces el nuevo dispositivo de la casa. Por eso muchos analistas y geeks seguirán haciendo exámenes técnicos y comparando funcionalidades del Apple Watch frente a su competencia y, por supuesto, no entenderán nada, porque esto no va de tecnología...
El mercado asiático es hoy es el objetivo fundamental de la compañía. No hay más que ver el Apple Watch de oro y los nuevos colores del MacBook (ese dorado sospechosamente excesivo) para entender cuál es hoy el mercado objetivo de la compañía de Cupertino, que vende ya más iPhones en China que en los mismísimos EE UU. Tres de los nueve países en los que se comercializará inicialmente Apple Watch son asiáticos, y la compañía ya ha confirmado la disponibilidad del Apple Watch Edition (el reloj que cuesta 11.000 euros) en conocidas tiendas de estos países, así como en algunas de las exclusivas tiendas europeas que menos venden a europeos.
Apple entra en el mercado del lujo. Como consecuencia de lo anterior parece obvio que la competencia de Apple en este entorno no es Motorola, Samsung o LG sino Cartier, Rolex y cualquier marca de lujo, haga o no relojes. Poner en el mercado un smartwatch que, en realidad, es un carísimo accesorio del iPhone -porque es incapaz de funcionar sin este- con un precio entre 400 y 11.000 dólares, cuando la media del mercado ronda un precio de 250 euros no es competir en ese, según dicen, creciente mercado, si no inventarse uno nuevo o entrar con todo el armamento en ese lucrativo mercado del lujo que mueve ingentes cantidades. No sé si Apple dominará el mercado de los relojes inteligentes , pero sí creo que puede jugar un papel relevante en el mucho mayor mercado del lujo.