Superbowl: La leyenda de Tom Brady impide la dinastía de Seattle
La gran final será recordada como una de las mejores. El último minuto fue cardiaco, una intercepción de Butler para New England certificó su triunfo a pocos segundos del final.
As
Los New England Patriots son nuevos campeones de la NFL tras una de las mejores finales que se recuerdan, si no la mejor. La franquicia ganó el cuarto título de su historia, y en todas con su imparable tándem entrenador-quarterback: Belichick y Tom Brady. El duo ya hacía historia como el único en alcanzar seis Super Bowls, pero ahora se convierte en el primero en ganar tantas finales.
Tom Brady igualó al ídolo de su infancia Joe Montana (y Terry Bradshaw) como únicos quarterbacks con cuatro anillos de campeón. Y batió dos récords históricos: ser el QB con más pases de touchdown de la historia en Super Bowls (13) y ser el que más pases completa en una gran final (37). Fue nombrado MVP de la final con 37 de 50 pases completados, 328 yardas y 4 touchdowns (pese a dos intercepciones).
La final estuvo igualada hasta el descanso, cuando Seattle hundió la moral de New England logrando un inesperado touchdown en apenas 26 segundos que igualaba el partido. El duelo estaba en 14-14 al empezar la segunda parte y, en el tercer cuarto, los Seahawks se escaparon a 10 puntos gracias a un touchdown de pase a Baldwin que parecía sellar el destino de esta final... New England estaba totalmente hundido y no daba síntomas de poder recuperarse.
Pero en el fútbol americano todo puede pasar y el desenlace del partido fue de la más espectacular película Hollywood. Los comentaristas de la NBC, el canal que retransmitió el partido en EE UU, mencionaban una y otra vez lo difícil que estaba la situación para los Patriots. Pero el héroe herido, Brady, fue arañando poco a poco a la tocada pero feroz defensa de Seattle... Touchdown para Gronkowski... Touchdown para Edelman... Y así, New England se puso por delante en el marcador, 28-24.
Seattle, sin embargo, tenía dos minutos, tres tiempos muertos y toda la confianza del mundo de poder conseguir un touchdown y su segunda Super Bowl consecutiva... Ya tiró de épica hace dos semanas en Green Bay y el destino parecía favorecerle.
Y todo apuntaba a que la Super Bowl iba a tener un nombre propio: Jermaine Kearse. Un pase largo de Russell Wilson encontró a su receptor a poca distancia del ‘end zone’... El balón botó tres veces y parecía estar muerto. En el directo parecía ser que en el suelo, pero Kearse nunca se rindió y logró, para incredulidad del público, atrapar el balón. “El ‘catch de la década’, decían los comentaristas...
Seattle tenía el control del partido y segundos de sobra para marcar. Se encontraba a menos de dos yardas de repetir título y tenía a Marshawn Lynch, el corredor y mejor arma de la NFL para distancias cortas... Pero su entrenador, Pete Carroll, decidió ir a por el pase y sellar el minuto más loco de la historia de las grandes finales de la Super Bowl... Justo cuando los aficionados de los Patriots lloraban por ver la derrota como inminente, apareció Malcolm Butler, un rookie que fue obviado en el Draft de 2014... El cornerback de los Patriots logró interceptar un pase corto de Wilson y poner fin a la Super Bowl más épica.
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Los New England Patriots son nuevos campeones de la NFL tras una de las mejores finales que se recuerdan, si no la mejor. La franquicia ganó el cuarto título de su historia, y en todas con su imparable tándem entrenador-quarterback: Belichick y Tom Brady. El duo ya hacía historia como el único en alcanzar seis Super Bowls, pero ahora se convierte en el primero en ganar tantas finales.
Tom Brady igualó al ídolo de su infancia Joe Montana (y Terry Bradshaw) como únicos quarterbacks con cuatro anillos de campeón. Y batió dos récords históricos: ser el QB con más pases de touchdown de la historia en Super Bowls (13) y ser el que más pases completa en una gran final (37). Fue nombrado MVP de la final con 37 de 50 pases completados, 328 yardas y 4 touchdowns (pese a dos intercepciones).
La final estuvo igualada hasta el descanso, cuando Seattle hundió la moral de New England logrando un inesperado touchdown en apenas 26 segundos que igualaba el partido. El duelo estaba en 14-14 al empezar la segunda parte y, en el tercer cuarto, los Seahawks se escaparon a 10 puntos gracias a un touchdown de pase a Baldwin que parecía sellar el destino de esta final... New England estaba totalmente hundido y no daba síntomas de poder recuperarse.
Pero en el fútbol americano todo puede pasar y el desenlace del partido fue de la más espectacular película Hollywood. Los comentaristas de la NBC, el canal que retransmitió el partido en EE UU, mencionaban una y otra vez lo difícil que estaba la situación para los Patriots. Pero el héroe herido, Brady, fue arañando poco a poco a la tocada pero feroz defensa de Seattle... Touchdown para Gronkowski... Touchdown para Edelman... Y así, New England se puso por delante en el marcador, 28-24.
Seattle, sin embargo, tenía dos minutos, tres tiempos muertos y toda la confianza del mundo de poder conseguir un touchdown y su segunda Super Bowl consecutiva... Ya tiró de épica hace dos semanas en Green Bay y el destino parecía favorecerle.
Y todo apuntaba a que la Super Bowl iba a tener un nombre propio: Jermaine Kearse. Un pase largo de Russell Wilson encontró a su receptor a poca distancia del ‘end zone’... El balón botó tres veces y parecía estar muerto. En el directo parecía ser que en el suelo, pero Kearse nunca se rindió y logró, para incredulidad del público, atrapar el balón. “El ‘catch de la década’, decían los comentaristas...
Seattle tenía el control del partido y segundos de sobra para marcar. Se encontraba a menos de dos yardas de repetir título y tenía a Marshawn Lynch, el corredor y mejor arma de la NFL para distancias cortas... Pero su entrenador, Pete Carroll, decidió ir a por el pase y sellar el minuto más loco de la historia de las grandes finales de la Super Bowl... Justo cuando los aficionados de los Patriots lloraban por ver la derrota como inminente, apareció Malcolm Butler, un rookie que fue obviado en el Draft de 2014... El cornerback de los Patriots logró interceptar un pase corto de Wilson y poner fin a la Super Bowl más épica.