Sobrevivientes: ¿Habrá justicia tras naufragio de Concordia?
Grosseto, AP
Cualquiera que sea el veredicto en el juicio del capitán de mar italiano por el naufragio del crucero Costa Concordia y la muerte de 32 personas, los sobrevivientes y los familiares de las víctimas se preguntan si se hará justicia.
El juicio, cuyo veredicto está previsto para los próximos días, tiene un solo acusado. Francesco Schettino está acusado de causar el naufragio del 13 de enero de 2012 cuando maniobró demasiado cerca de una pequeña isla toscana y chocó contra un arrecife de granito que partió el casco, lo que permitió la irrupción del agua marina.
Schettino también está acusado de homicidio culposo y lesiones y de abandonar el crucero cuando muchos de los 4.200 pasajeros y tripulantes seguían a bordo y trataban desesperadamente de salvarse —algunos lanzándose al mar— a medida que el Concordia se hundía.
Los sobrevivientes que se tambaleaban hacia la playa de la isla Giglio, temblando de frío, quedaban atónitos al ver al capitán a salvo y en tierra "sin siquiera tener los pies mojados", dijo el fiscal Alessandro Leopizzi en su alegato final.
La compañía Costa Crociere SpA ha responsabilizado a Schettino.
El lunes Schettino asistió a los alegatos finales a pesar de tener fiebre, dijo su abogado Domenico Pepe. El marino ha dicho reiteradamente que no abandonó la nave sino que cayó al mar cuando ésta se ladeó.
En respuesta al argumento de que Schettino debería haber echado inmediatamente el ancla y ordenado el abandono del barco, Pepe dijo que de haber tomado esa medida, el Concordia se hubiera hundido rápidamente en lugar de quedar de costado sobre el lecho rocoso del mar y miles hubieran muerto.
"Como buen marino, miró adónde soplaba el viento y siguió adelante", dijo Pepe. Arguyó que Schettino aplicó el dicho de los marineros de que "el barco es el mejor bote salvavidas".
Schettino se convirtió en una suerte de villano nacional cuando salió a la luz una grabación de los intentos, tan reiterados como inútiles, de un oficial guardacostas de ordenar a Schettino que regresara al buque. También lo escuchó el panel de tres jueces encargado de dar el veredicto.
Cualquiera que sea el veredicto en el juicio del capitán de mar italiano por el naufragio del crucero Costa Concordia y la muerte de 32 personas, los sobrevivientes y los familiares de las víctimas se preguntan si se hará justicia.
El juicio, cuyo veredicto está previsto para los próximos días, tiene un solo acusado. Francesco Schettino está acusado de causar el naufragio del 13 de enero de 2012 cuando maniobró demasiado cerca de una pequeña isla toscana y chocó contra un arrecife de granito que partió el casco, lo que permitió la irrupción del agua marina.
Schettino también está acusado de homicidio culposo y lesiones y de abandonar el crucero cuando muchos de los 4.200 pasajeros y tripulantes seguían a bordo y trataban desesperadamente de salvarse —algunos lanzándose al mar— a medida que el Concordia se hundía.
Los sobrevivientes que se tambaleaban hacia la playa de la isla Giglio, temblando de frío, quedaban atónitos al ver al capitán a salvo y en tierra "sin siquiera tener los pies mojados", dijo el fiscal Alessandro Leopizzi en su alegato final.
La compañía Costa Crociere SpA ha responsabilizado a Schettino.
El lunes Schettino asistió a los alegatos finales a pesar de tener fiebre, dijo su abogado Domenico Pepe. El marino ha dicho reiteradamente que no abandonó la nave sino que cayó al mar cuando ésta se ladeó.
En respuesta al argumento de que Schettino debería haber echado inmediatamente el ancla y ordenado el abandono del barco, Pepe dijo que de haber tomado esa medida, el Concordia se hubiera hundido rápidamente en lugar de quedar de costado sobre el lecho rocoso del mar y miles hubieran muerto.
"Como buen marino, miró adónde soplaba el viento y siguió adelante", dijo Pepe. Arguyó que Schettino aplicó el dicho de los marineros de que "el barco es el mejor bote salvavidas".
Schettino se convirtió en una suerte de villano nacional cuando salió a la luz una grabación de los intentos, tan reiterados como inútiles, de un oficial guardacostas de ordenar a Schettino que regresara al buque. También lo escuchó el panel de tres jueces encargado de dar el veredicto.