S&P rebaja la nota de Grecia por las dudas sobre el acuerdo con la troika
La agencia degrada la deuda helena un escalón, de B a B-, dentro del bono basura
Agencias
Madrid, El País
La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) ha decidido rebajar en un escalón la clasificación de la deuda de Grecia, de "B" a "B-", dentro del bono basura, debido a los problemas de liquidez que afectan a la economía helena y a sus bancos, así como por las incertidumbres sobre la posibilidad de que alcance o no un acuerdo con la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI). La deuda griega ya se encontraba en el escalón de bono basura desde abril de 2010. El BCE ha decidido esta semana dejar de aceptarla, obligando al Gobierno de Alexis Tsipras a negociar a contrarreloj.
"La rebaja refleja nuestra opinión de que las limitaciones de liquidez que están lastrando a los bancos griegos y a la economía del país han recudido el tiempo necesario para que el nuevo Gobierno alcance un acuerdo sobre un programa de financiación con sus acreedores oficiales; los Estados miembros de la UE, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), el BCE y el FMI", explica la agencia en un comunicado.
En este sentido, S&P considera que, aunque el recién elegido Gobierno griego lleva menos de dos semanas en el poder, las limitadas reservas de efectivo y los cercanos vencimientos de la deuda en manos de acreedores preferentes limitan su flexibilidad en la negociación.
La agencia advierte de que si las negociaciones de Grecia con sus acreedores se alargan demasiado, la estabilidad financiera podría sufrir más presiones por la fuga de depósitos. En el peor de los escenarios, dice S&P, ello derivaría en la imposición de controles de capital y la pérdida de acceso a la financiación de último recurso, lo que podría expulsar a Grecia del euro.
S&P apunta también que la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de dejar de aceptar como garantía la deuda de Grecia en sus operaciones de liquidez añade incertidumbre a la provisión de liquidez de los bancos griegos, lo que podría agravar esa fuga de depósitos, hundir la inversión y debilitar el cumplimiento de las reglas fiscales, aspectos que ya están deteriorando el perfil fiscal y económico del país.
Por otro lado, la agencia ha decidido mantener el rating de Grecia en revisión para una posible nueva rebaja, proceso que tiene previsto resolver cuando publique su próxima actualización de la calificación de la deuda helena el próximo 13 de marzo. En esa fecha, Standard & Poor's podría confirmar el rating de Grecia si considera que las negociaciones con sus acreedores culminarán en un acuerdo con suficiente financiación para que pueda cumplir con sus obligaciones.
Por el contrario, podría rebajarlo si ve más probable un canje desordenado de la deuda comercial griega porque se ha reducido la ayuda, la necesidad de endeudamiento se ha deteriorado más de lo previsto o su financiación externa está en una situación de mayor presión.
Agencias
Madrid, El País
La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) ha decidido rebajar en un escalón la clasificación de la deuda de Grecia, de "B" a "B-", dentro del bono basura, debido a los problemas de liquidez que afectan a la economía helena y a sus bancos, así como por las incertidumbres sobre la posibilidad de que alcance o no un acuerdo con la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI). La deuda griega ya se encontraba en el escalón de bono basura desde abril de 2010. El BCE ha decidido esta semana dejar de aceptarla, obligando al Gobierno de Alexis Tsipras a negociar a contrarreloj.
"La rebaja refleja nuestra opinión de que las limitaciones de liquidez que están lastrando a los bancos griegos y a la economía del país han recudido el tiempo necesario para que el nuevo Gobierno alcance un acuerdo sobre un programa de financiación con sus acreedores oficiales; los Estados miembros de la UE, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), el BCE y el FMI", explica la agencia en un comunicado.
En este sentido, S&P considera que, aunque el recién elegido Gobierno griego lleva menos de dos semanas en el poder, las limitadas reservas de efectivo y los cercanos vencimientos de la deuda en manos de acreedores preferentes limitan su flexibilidad en la negociación.
La agencia advierte de que si las negociaciones de Grecia con sus acreedores se alargan demasiado, la estabilidad financiera podría sufrir más presiones por la fuga de depósitos. En el peor de los escenarios, dice S&P, ello derivaría en la imposición de controles de capital y la pérdida de acceso a la financiación de último recurso, lo que podría expulsar a Grecia del euro.
S&P apunta también que la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de dejar de aceptar como garantía la deuda de Grecia en sus operaciones de liquidez añade incertidumbre a la provisión de liquidez de los bancos griegos, lo que podría agravar esa fuga de depósitos, hundir la inversión y debilitar el cumplimiento de las reglas fiscales, aspectos que ya están deteriorando el perfil fiscal y económico del país.
Por otro lado, la agencia ha decidido mantener el rating de Grecia en revisión para una posible nueva rebaja, proceso que tiene previsto resolver cuando publique su próxima actualización de la calificación de la deuda helena el próximo 13 de marzo. En esa fecha, Standard & Poor's podría confirmar el rating de Grecia si considera que las negociaciones con sus acreedores culminarán en un acuerdo con suficiente financiación para que pueda cumplir con sus obligaciones.
Por el contrario, podría rebajarlo si ve más probable un canje desordenado de la deuda comercial griega porque se ha reducido la ayuda, la necesidad de endeudamiento se ha deteriorado más de lo previsto o su financiación externa está en una situación de mayor presión.