Preocupa la sequía goleadora que padece Cristiano Ronaldo
En 2015 lleva sólo tres goles en Liga, por 13 de Messi. Hace dos meses casi doblaba al argentino (25 a 13) y ahora sólo le saca dos. Antes del Mundialito promediaba 1,39 goles.
Madrid, As
Ante el Deportivo, Cristiano consumó su cuarto partido consecutivo de Liga sin ver puerta (tampoco mojó ante Espanyol, Córdoba y Atlético). Un récord negativo al que no nos tenía acostumbrado el Balón de Oro en los seis años que lleva defendiendo, a base de coraje y goles, el escudo del Madrid. Ese inesperado bajón le ha llevado a Messi, el rival con el que mantiene un duelo colosal desde el año 2009, a situarse a sólo dos goles del portugués en la lucha por el Pichichi y la Bota de Oro. Tras el hat-trick del argentino logrado ayer ante el Levante, éste se ha puesto con 26 goles. El luso sigue anclado en 28 desde su doblete al Getafe (18 de enero).
La reducción de distancias es más alarmante si valoramos que el pasado 13 de diciembre, Cristiano casi doblaba al 10 del Barça. El portugués venía de hacer un doblete en Almería y se puso con 25 goles. Messi se quedaba inédito en Getafe. Doce tantos de diferencia a favor del siete (25-13)...
Marrakech. El parón de Cristiano se evidenció a partir del Mundial de Clubes, dado que se quedó inédito en todo el torneo. No marcó ni ante el Cruz Azul ni ante el San Lorenzo de Almagro, algo que ya dejó al crack con cara de circunstancias en la ceremonia en la que Sergio Ramos recibió el Balón de Oro del Mundialito, gracias a sus dos goles...
Otro dato revelador. Hasta ese Mundial, Cristiano llevaba 32 goles con el Madrid en los 23 partidos oficiales que había jugado en lo que iba de temporada. Su mejor promedio de siempre: 1,39 por encuentro. Desde la cita de Marruecos hasta la fecha, ha jugado diez partidos y ha marcado sólo cuatro goles: 0,40. Ha bajado casi en un 70% su habitual producción goleadora.
En el club preocupa verle incómodo en el campo. Entre los problemas físicos que arrastra desde el curso pasado y su situación personal, Cristiano ha perdido la sonrisa y la puntería. Ante el Deportivo erró un gol a puerta vacía rarísimo en un killer como él. Tampoco le acompañó la fortuna en su espléndido zurdazo al larguero.
Ancelotti está tirando de su habitual flema y su carácter paternalista para transmitirle confianza. El vestuario y el italiano le necesitan. Sin los goles habituales de Cristiano, el Madrid ha dejado de apisonar a sus rivales. Mientras que el astro portugués mantuvo su idilio con el gol, el equipo fue sobre ruedas sumando exhibición tras exhibición. No hay que olvidar que llegó a firmar en la jornada 10ª el mejor arranque de la historia (17 goles), superando al mítico Lángara (Oviedo). También ha sido el más rápido en llegar a 200 goles en Liga (en 178 partidos, Messi necesitó 235...) y el primero en superar a Raúl en goles metidos fuera de casa (89 a 87). Todo eso demuestra que hay que esperarle. Cristiano es más de medio Madrid. Vuelve, crack.
Madrid, As
Ante el Deportivo, Cristiano consumó su cuarto partido consecutivo de Liga sin ver puerta (tampoco mojó ante Espanyol, Córdoba y Atlético). Un récord negativo al que no nos tenía acostumbrado el Balón de Oro en los seis años que lleva defendiendo, a base de coraje y goles, el escudo del Madrid. Ese inesperado bajón le ha llevado a Messi, el rival con el que mantiene un duelo colosal desde el año 2009, a situarse a sólo dos goles del portugués en la lucha por el Pichichi y la Bota de Oro. Tras el hat-trick del argentino logrado ayer ante el Levante, éste se ha puesto con 26 goles. El luso sigue anclado en 28 desde su doblete al Getafe (18 de enero).
La reducción de distancias es más alarmante si valoramos que el pasado 13 de diciembre, Cristiano casi doblaba al 10 del Barça. El portugués venía de hacer un doblete en Almería y se puso con 25 goles. Messi se quedaba inédito en Getafe. Doce tantos de diferencia a favor del siete (25-13)...
Marrakech. El parón de Cristiano se evidenció a partir del Mundial de Clubes, dado que se quedó inédito en todo el torneo. No marcó ni ante el Cruz Azul ni ante el San Lorenzo de Almagro, algo que ya dejó al crack con cara de circunstancias en la ceremonia en la que Sergio Ramos recibió el Balón de Oro del Mundialito, gracias a sus dos goles...
Otro dato revelador. Hasta ese Mundial, Cristiano llevaba 32 goles con el Madrid en los 23 partidos oficiales que había jugado en lo que iba de temporada. Su mejor promedio de siempre: 1,39 por encuentro. Desde la cita de Marruecos hasta la fecha, ha jugado diez partidos y ha marcado sólo cuatro goles: 0,40. Ha bajado casi en un 70% su habitual producción goleadora.
En el club preocupa verle incómodo en el campo. Entre los problemas físicos que arrastra desde el curso pasado y su situación personal, Cristiano ha perdido la sonrisa y la puntería. Ante el Deportivo erró un gol a puerta vacía rarísimo en un killer como él. Tampoco le acompañó la fortuna en su espléndido zurdazo al larguero.
Ancelotti está tirando de su habitual flema y su carácter paternalista para transmitirle confianza. El vestuario y el italiano le necesitan. Sin los goles habituales de Cristiano, el Madrid ha dejado de apisonar a sus rivales. Mientras que el astro portugués mantuvo su idilio con el gol, el equipo fue sobre ruedas sumando exhibición tras exhibición. No hay que olvidar que llegó a firmar en la jornada 10ª el mejor arranque de la historia (17 goles), superando al mítico Lángara (Oviedo). También ha sido el más rápido en llegar a 200 goles en Liga (en 178 partidos, Messi necesitó 235...) y el primero en superar a Raúl en goles metidos fuera de casa (89 a 87). Todo eso demuestra que hay que esperarle. Cristiano es más de medio Madrid. Vuelve, crack.