Piatti y Parejo toman Cornellà y meten al Valencia en Champions
Barcelona, As
Solo seis picos de actividad tuvo el encefalograma plano en que se convirtió el Espanyol-Valencia, cuarto asalto entre ambos equipos de esta temporada y sin duda el más anodino. Tres de esos instantes se correspondieron con los goles de Piatti, Parejo y Sergio García, que valieron el triunfo de los ché, su retorno a las plazas de Champions, y la derrota no demasiado dolorosa, por tampoco merecida, para un Espanyol que piensa ya en la semifinal de Copa, el miércoles en Bilbao.
La diferencia entre los contrincantes estuvo, única y exclusivamente, en la efectividad, puesto que el Espanyol marró inexplicablemente dos ocasiones tan claras como los propios goles del Valencia. En el primer tiempo fue Caicedo quien se topó con Diego Alves después de superar a hasta tres rivales dentro del área, en una acción individual soberbia salvo en la culminación. Lo mismo sucedió a diez minutos del final, cuando Gayà salvó en la misma línea de gol un remate de Stuani, tras una notable combinación entre Lucas Vázquez y Sergio García. El capitán perico sí resolvió en el 89’ tras anticiparse a Mustafi y ganarle a la carrera, pero ya era demasiado tarde.
La ineficacia del Espanyol contrastó con la puntería del Valencia, lo que le valió los tres puntos. Solo Rodrigo, que chutó al palo en la primera parte, falló. Piatti hizo el 0-1 tras un balón robado por Rodrigo, quien abrió a la izquierda para que Gayà —omnipresente— le lanzase un pase de la muerte, y Parejo sentenció con una falta directa, ajustada al poste, que encima contó con una pizca de fortuna, al rebotar en Pau antes de entrar.
En definitiva, siendo dos estilos de fútbol generosos los de Espanyol y Valencia, en esta ocasión ambos equipos desplegaron su avaricia, de modo que ganó quien aprovechó sus exiguas ocasiones. Fueron sin duda los ché.
Solo seis picos de actividad tuvo el encefalograma plano en que se convirtió el Espanyol-Valencia, cuarto asalto entre ambos equipos de esta temporada y sin duda el más anodino. Tres de esos instantes se correspondieron con los goles de Piatti, Parejo y Sergio García, que valieron el triunfo de los ché, su retorno a las plazas de Champions, y la derrota no demasiado dolorosa, por tampoco merecida, para un Espanyol que piensa ya en la semifinal de Copa, el miércoles en Bilbao.
La diferencia entre los contrincantes estuvo, única y exclusivamente, en la efectividad, puesto que el Espanyol marró inexplicablemente dos ocasiones tan claras como los propios goles del Valencia. En el primer tiempo fue Caicedo quien se topó con Diego Alves después de superar a hasta tres rivales dentro del área, en una acción individual soberbia salvo en la culminación. Lo mismo sucedió a diez minutos del final, cuando Gayà salvó en la misma línea de gol un remate de Stuani, tras una notable combinación entre Lucas Vázquez y Sergio García. El capitán perico sí resolvió en el 89’ tras anticiparse a Mustafi y ganarle a la carrera, pero ya era demasiado tarde.
La ineficacia del Espanyol contrastó con la puntería del Valencia, lo que le valió los tres puntos. Solo Rodrigo, que chutó al palo en la primera parte, falló. Piatti hizo el 0-1 tras un balón robado por Rodrigo, quien abrió a la izquierda para que Gayà —omnipresente— le lanzase un pase de la muerte, y Parejo sentenció con una falta directa, ajustada al poste, que encima contó con una pizca de fortuna, al rebotar en Pau antes de entrar.
En definitiva, siendo dos estilos de fútbol generosos los de Espanyol y Valencia, en esta ocasión ambos equipos desplegaron su avaricia, de modo que ganó quien aprovechó sus exiguas ocasiones. Fueron sin duda los ché.