Nigeria o cómo Boko Haram no es el único problema acuciante del país

AFP
Se retrasan 6 semanas los comicios por la "falta de seguridad", mientras que los nigerianos temen las maniobras del presidente para perpetuarse en el poder.


La violencia y la desinformación se han convertido en dos palabras habituales cuando hay que analizar la situación que vive Nigeria. Se trata de un país que tiene más de 165 millones de habitantes y que desde hace años sufre la represión llevada a cabo por Boko Haram, un grupo terrorista que pretende implantar la sharia (el código de conducta islámico) en el país. Pero este no es la única tarea pendiente: la falta de libertades del Gobierno, la censura y las polémicas maniobras del presidente también son motivo de duda.

Los problemas son tan agudos que la Comisión Electoral ha decidido retrasar la fecha en la que se van a celebrar las elecciones; del 14 de febrero en el que estaban previstas al 28 de marzo. Seis semanas en las que el presidente Goodluck Jonathan espera afrontar la situación y encontrar soluciones, una auténtica quimera teniendo en cuenta hasta qué punto han empeorado las cosas.

Y es que Boko Haram ha conseguido en los últimos años –y ante la indiferencia del Gobierno- convertirse en un enemigo muy poderoso con una gran influencia en el norte y noreste del país. De hecho, en el estado de Borno el Ejército ni siquiera se atreve a entrar y es imposible conocer a ciencia cierta qué está pasando, tal y como asegura el último informe de Reporteros sin Fronteras sobre la situación de Nigeria.

Así, es casi imposible llegar a conocer el número de muertos por culpa de la violencia del grupo, aunque el prestigioso politólogo Ian Bremmer estimaba que en el 2014 habían sido asesinadas 7.711 personas, bastantes más que en los cinco años anteriores. Esta espiral de violencia ha continuado en 2015 con más de 3.000 víctimas solo en el mes de enero.


En estas circunstancias hay millones de personas que no pueden ejercer su derecho al voto en los comicios, por eso la Comisión decidió retrasar la fecha. Pero con un Ejército superado, con regiones del país que no responden al control gubernamental y con el dominio de Boko Haram creciendo año a año parece muy complicado que en apenas 6 semanas se pueda lograr un cambio significativo.

La controvertida actuación de Jonathan

Evidentemente hay preocupación por Boko Haram, pero también por la forma de actuar de Jonathan. Y es que hay muchas dudas sobre estos comicios por culpa de las maniobras del Gobierno para que se celebren las elecciones sin ningún tipo de transparencia.

Goodluck Jonathan, presidente de Nigeria (AFP)Goodluck Jonathan, presidente de Nigeria (AFP)Desde hace meses se les niega a los periodistas extranjeros el visado para poder cubrir el evento y el hecho de que solo puedan estar presentes los reporteros locales levanta suspicacias, ya que ha quedado demostrado que su independencia respecto a los poderes gubernamentales es nula. O son propiedad de los políticos o de empresarios afines.Los medios que se salen mínimamente a esta situación sufren persecuciones o ataques, poniendo de relieve la precaria libertad de información que hay.

La escasa confianza en que se produzcan unas elecciones limpias la muestran incluso los propios ciudadanos. Una encuesta realizada por Gallup hace escasas semanas mostraba que solo el 13% de los nigerianos confiaban en ellas, frente al 51% en el año 2011.

Entradas populares