Mueren 20 en un atentado contra mezquita chií en Pakistán
Peshawar, AP
Veinte personas murieron el viernes en un atentado miliciano contra una mezquita chií en Peshawar, en el noroeste de Pakistán, informaron las autoridades.
El ataque es el más reciente hecho de violencia contra una minoría religiosa que ha padecido atentados dinamiteros y asesinatos por parte de extremistas islámicos. La violencia pone de manifiesto los desafíos que enfrentan los militares y policías para controlar la seguridad después que un ataque mortífero del Talibán a una escuela provocó indignación nacional.
El ataque en Peshawar dejó más de 45 heridos, dijo Mian Mohammed Saeed, jefe de operaciones de la policía de la ciudad. El Talibán se adjudicó el ataque.
Circularon versiones contradictorias acerca del número de atacantes. Los milicianos difundieron un video en el que muestran tres atacantes, mientras el jefe de la policía provincial, Nasir Durrani, dijo que fueron cuatro o cinco.
Los pistoleros entraron en la mezquita desde un edificio contiguo en construcción, dijo. Treparon un muro para saltar al patio del templo.
Uno de los atacantes se inmoló, provocando una distracción para que los demás pudieran entrar en la mezquita, dijo Durrani. Agregó que por lo menos tres atacantes murieron, dos de ellos suicidándose y el tercero a manos de los feligreses en la mezquita.
"La gente exhibió gran valentía. Apresaron a uno de los atacantes del cuello y no pudo detonar sus explosivos, y fue muerto a tiros", agregó.
Las autoridades seguían examinando el lugar y Durrani dijo no saber qué había ocurrido con otros atacantes, si los hubo.
Algunos de los feligreses que huyeron de la mezquita reportaron que al menos algunos de los atacantes vestían uniformes de fuerzas de seguridad.
"Las plegarias estaban por concluir cuando se produjo una intensa explosión, seguida de una nube de polvo y humo. Vi en medio del humo que un hombre con uniforme de policía efectuaba disparos y después hubo otra explosión", contó uno de los heridos, Syed Javed Hasan, de 22 años, en su lecho en el hospital.
Un vocero del Talibán paquistaní, Mohamed Jurasani, dijo que el ataque fue venganza por la ejecución de uno de sus miembros en Pakistán. Es el mismo grupo que se atribuyó el ataque a la escuela, también en Peshawar, el 16 de diciembre que dejó 150 muertos, casi todos niños escolares.
La violencia horrorizó a Pakistán y provocó reclamos de combatir más eficazmente a los extremistas.
El 30 de enero, los milicianos mataron a por lo menos 59 personas en el ataque a una mezquita chií en la ciudad de Shikarpur.
Los extremistas musulmanes suníes atacan a los chiíes porque no los consideran verdaderos musulmanes.
Veinte personas murieron el viernes en un atentado miliciano contra una mezquita chií en Peshawar, en el noroeste de Pakistán, informaron las autoridades.
El ataque es el más reciente hecho de violencia contra una minoría religiosa que ha padecido atentados dinamiteros y asesinatos por parte de extremistas islámicos. La violencia pone de manifiesto los desafíos que enfrentan los militares y policías para controlar la seguridad después que un ataque mortífero del Talibán a una escuela provocó indignación nacional.
El ataque en Peshawar dejó más de 45 heridos, dijo Mian Mohammed Saeed, jefe de operaciones de la policía de la ciudad. El Talibán se adjudicó el ataque.
Circularon versiones contradictorias acerca del número de atacantes. Los milicianos difundieron un video en el que muestran tres atacantes, mientras el jefe de la policía provincial, Nasir Durrani, dijo que fueron cuatro o cinco.
Los pistoleros entraron en la mezquita desde un edificio contiguo en construcción, dijo. Treparon un muro para saltar al patio del templo.
Uno de los atacantes se inmoló, provocando una distracción para que los demás pudieran entrar en la mezquita, dijo Durrani. Agregó que por lo menos tres atacantes murieron, dos de ellos suicidándose y el tercero a manos de los feligreses en la mezquita.
"La gente exhibió gran valentía. Apresaron a uno de los atacantes del cuello y no pudo detonar sus explosivos, y fue muerto a tiros", agregó.
Las autoridades seguían examinando el lugar y Durrani dijo no saber qué había ocurrido con otros atacantes, si los hubo.
Algunos de los feligreses que huyeron de la mezquita reportaron que al menos algunos de los atacantes vestían uniformes de fuerzas de seguridad.
"Las plegarias estaban por concluir cuando se produjo una intensa explosión, seguida de una nube de polvo y humo. Vi en medio del humo que un hombre con uniforme de policía efectuaba disparos y después hubo otra explosión", contó uno de los heridos, Syed Javed Hasan, de 22 años, en su lecho en el hospital.
Un vocero del Talibán paquistaní, Mohamed Jurasani, dijo que el ataque fue venganza por la ejecución de uno de sus miembros en Pakistán. Es el mismo grupo que se atribuyó el ataque a la escuela, también en Peshawar, el 16 de diciembre que dejó 150 muertos, casi todos niños escolares.
La violencia horrorizó a Pakistán y provocó reclamos de combatir más eficazmente a los extremistas.
El 30 de enero, los milicianos mataron a por lo menos 59 personas en el ataque a una mezquita chií en la ciudad de Shikarpur.
Los extremistas musulmanes suníes atacan a los chiíes porque no los consideran verdaderos musulmanes.